ABC PROVINCIAS 07-01-2016
4 ABC DE LA PROVINCIA
ABC
abcdesevilla.es/provincia JUEVES, 7 DE ENERO DE 2016
Bajo Guadalquivir
El Coronil · El Cuervo ·
bajoguadalquivir@abcdesevilla.es
LAS CABEZAS DE SAN JUAN
EL CUERVO DE SEVILLA
se han rubricado los acuerdos con la asociación de enfermos coronarios Aspacolas, la Asociación de Familia- res de Enfermos de Alzheimer y la asociación Afibrocabezas. Desde el Ayuntamiento se destaca la labor so- cial de estos colectivos. A.H.
y termalismo para personas con dis- capacidad que oferta el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imser- so) para el año 2016. Para los turnos de febrero a agosto, el plazo con prio- ridad en la adjudicación de plaza fi- naliza el 11 de enero. A.H.
La delegaciónmunicipal de Salud ha firmado tres convenios de colabora- ción con distintas asociaciones y co- lectivos de la localidad. En concreto Salud firma tres convenios con asociaciones locales
La delegaciónmunicipal de Servicios Sociales mantiene abierto el plazo de solicitudes para los programas de termalismo para personas mayores Abierto el plazo para el termalismo del Imserso
LEBRIJA
La Escurriura, un negocio familiar con 154 años de historia
y Cándido se hicieran cargo del ya re- putado comercio, lo que asentó las ba- ses de la tienda como empresa fami- liar. En 1988, los hermanos José y Fran- cisco Javier Pacheco compran el negocio a su tío José dos años después
del fallecimiento de Cándido. Un negocio resucitado
∑ El nombre responde a un tiempo en que el
tablecimiento y da origen a su curio- so nombre: La Escurriura. Cuando los abuelos de Pacheco de- ciden incluir el aceite procedente de los molinos de Espera entre los artí- culos puestos a la venta, el preciado lí- quido llegaba a la tienda en pellejos de oveja o cabra y era vertido en las gran- des tinajas que se encontraban ente- rradas en el mismo suelo de la tienda. El origen del nombre Una vez vaciados los pellejos queda- ba un resto de aceite de peor calidad resultante de escurrirlos. Este aceite era adquirido por los sectores más des- favorecidos de la población lebrijana
de principios del siglo XX. Entonces era habitual escuchar «voy a por acei- te de escurriura». La popularidad hizo el resto y desde antes de la Guerra Ci- vil el negocio que comenzó como ul- tramarinos o colmado es conocido como «La Escurriura». Lamuerte siendo aún joven de Fran- cisco Hermoso hizo que sus hijos José Un emprendedor del XIX En 1862, Miguel García se embarca en la aventura de abrir una tienda de ultramarinos y ferretería
«Decidimos dar un aire nuevo, pues- to que el negocio estaba prácticamen- te muerto cuando nos hicimos cargo», indica Francisco Javier Pacheco, que puntualiza que «de la antigua época solo conservamos el mostrador de cao- ba. El cambio fue integral, apostando de forma decidida por la cerrajería y los herrajes». Esta especialización es la que man- tiene el actual gerente, que reconoce que «la fama de encontrar de todo aquí – algo que sigue en lamente de los lebri- janos– la hizo mi abuelo Paco, que fue el verdadero artífice de la ferretería».
aceite llegaba en pellejos de oveja
ALEJANDRO HERNÁNDEZ LEBRIJA
El año 1862 en España estuvomuymar- cado por el auge del ferrocarril y la construcción de líneas como la de Bar- celona-Gerona o el viaducto Puente de los Franceses de Madrid. El mismo año en que finalizó la guerra de la Co- chinchina (actual Vietnam), donde las tropas españolas lucharon al lado de las francesas, en que Isabel II visitó Andalucía, Víctor Hugo publicó «Los miserables» y nació Emilio Salgari, un lebrijano llamado Miguel García deci- de embarcarse en la aventura de abrir una tienda de ultramarinos que tam- bién ofrecía artículos de ferretería. 154 años después, el tataranieto de ese em- prendedor, Francisco Javier Pacheco, mantiene abiertas las puertas de Fe- rretería Cerrajería La Escurriura, ne- gocio que además incluye un estanco, siendo uno de los establecimientos más antiguos que mantienen su acti- vidad no solo de Lebrija sino también de toda la provincia de Sevilla. Una saga de comerciantes El camino elegido a finales del siglo XIX por Miguel García fue seguido por su sobrino, del mismo nombre, al que le dejó el negocio ya que el fundador no tuvo descendencia. Más tarde, Fran- cisco Hermoso, un viajante de Las Ca- bezas de San Juan representante de encajes y artículos de paquetería, «se enamora de mi abuela, Castillo Gar- cía, que trabajaba en la ferretería, se casan y transforman el negocio con- siguiendo que fuera referencia comer- cial en Lebrija por la venta de grano, aceite, arroz, calzado, artículos de fe- rretería, aperos para el trabajo en el campo y cerraduras», señala Francis- co Pacheco, que asegura que este em- puje determina la continuidad del es-
A.H.
Francisco Javier Pacheco rodeado de los numerosos y variados artículos que ofrece en La Escurriura
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