Andalucia Abierta Por Vacaciones 2023

Merecer Andalucía

Por Fernando del Valle Lorenci N os lo hemos ganado. A que sí. Si creímos que una vez atravesada la pandemia nos íbamos a encontrar con Jauja, resultó que no. Dejamos atrás la tempes- tad vírica. Nos despojamos de las mascarillas y de tantos usos estúpidos pero nos arrastraron otros nubarrones . Guerra, incertidumbre política, las nuevas exigencias de un mundo cambiante ante el que a veces nos cuesta despertar actualiza- dos cada mañana. Y una escalada de precios que a todos nos ha obligado a reinventarnos, que es como ahora se llama a me- ter tripa: el cinturón comienza a no tener más agujeros. Lo del cine a dos euros y el interraíl ayudaron poco, la verdad. El año ha vuelto a ser frenético. Pero si algo arrastramos aún de los tiempos covídicos no es desde luego aquello de darnos codazos para decirnos ‘hola’. Afortunadamente. ¿Qué queda? Los cubrebocas en las farmacias y centros sanitarios, vale. Pero sobre todo, ese cierto hedonismo bien entendido, según el cual las vacaciones y los momentos de disfrute que nos permite el día a día son cosa sagrada . De ahí que al ‘efecto champán’ con que algunos bautizaron el verano pasado, dado que íbamos a vivirlo como si fuera el último de la vida, se le hayan disipado las burbujas, pero no el gusto en boca. Que se mantiene, tenaz y persistente. A pesar de la inflación, de que todo nos cuesta un buen pico más, todas las previsiones turís- ticas anuncian otro estío histórico. Y más en Andalucía, con- vertida por derecho propio en líder nacional de tantas cosas en lo que al asueto veraniego se refiere. Ni siquiera una con- vocatoria electoral inopinada e inoportuna va a hacer mella en nuestro destino. Tiene todo el sentido. Nos lo merecemos , y a uno no se le ocurre pensar en dónde mejor regalarse los estímulos que uno se ha ido ganando día a día, semana a semana. Pasen y vean: en Andalucía, el crepúsculo interminable del verano huele a

espuma de mar y a patio recién regado . Si toda España es pro- picia para el descanso del guerrero, el sol del sur tiene un imán particular. Tierra compleja y heterogénea, una paradoja cons- tante, Andalucía ha sido siempre una acogedora y tentadora seducción, mestizaje de culturas y siempre un faro de nave- gantes que hoy nos llama con una luz más cálida que nunca . ¿Quieren más? Algo tiene el agua cuando la bendicen. Está la del mar, salada, en sus casi mil kilómetros de litoral, ya en perfecto estado de revista para la visita estival. Pero también la dulce que podemos encontrar en su interior, caluroso aun- que calmado cuando llegan estas fechas, ideal para otro tipo de disfrute. Como siempre al llegar esta época, ABC se hace acompañar por ‘Andalucía, abierta por vacaciones’, este suplemento con el que humildemente nos atrevemos a darle una serie de con- sejos para pasar el mejor de los veranos en esta tierra. Más de diez años ya en el kiosco, y después en sus pantallas, para aco- ger una panoplia de recomendaciones que por supuesto, con un solo número, no son capaces de abarcar toda la geografía andaluza, inmensa. Pero que en su caminar, durante todo este tiempo, sí que han sabido enseñar un notable abanico de pro- puestas sugerentes. Ahí quedan. Hoy viajamos por Cádiz; por el oriente malagueño, des- pués. Disfrutamos de esa parte entre Sevilla y Huelva un día herida y hoy felizmente recuperada . Nos adentramos asimis- mo en el interior de Jaén para remojarnos bien y, como siem- pre, nos deleitamos con la música que aquí ofrece un verano participativo, alegre y de primer nivel en lo que a posibilidades festivaleras se refiere. Para terminar, por supuesto, dándonos un gusto al paladar. Andalucía siempre abierta, pero ahora abierta por vacaciones. Sobre todo, porque nos la merecemos. Aquí nos vemos.

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