Andalucía Escapadas de Invierno 2021
ladí, dirigiera una revuelta contra el emirato de Córdoba a finales del siglo IX, que lo puso en ja- que durante décadas hasta la muerte del rebelde en Bobastro en el año 918. Hafsun era oriundo de Parauta, uno de los apacibles pueblecitos blan- cos del Alto Genal. La comarca, sin embargo, es hoy un remanso de serenidad. Nada que ver con las agitaciones sociales del medievo andalusí. Su secular aisla- miento, la bondad de su clima y la exuberancia de sus bosques ofrecen un ecosistema difícil de igualar para el disfrute. La temperatura media del Valle del Genal se sitúa en los 15 grados y la pluviometría registra cifras elevadas con hasta mil litros de agua por temporada, muy cerca de los niveles excepcionales de la Sierra de Gra- zalema. Gracias a la alta humedad, se prodiga un sorprendente manto vegetal compuesto por castaños, encinas, madroños, zumaques, no- gales o quejigos. Es decir: la naturaleza en su máximo fulgor. En este reportaje, vamos a proponer dos rutas a pie para conocer las virtudes de uno de los pa- rajes más bellos de Andalucía. Las dos rutas son razonablemente asequibles para cualquier sen- derista pero exigen una mínima experiencia en terrenos de media montaña. Empecemos por lo importante: el calzado. Botas de montaña o za- patillas de trekking son obligatorias. El calzado ligero y flexible de montaña se impone cada día frente a las botas rígidas de antaño, que pro- porcionan una mayor seguridad al tobillo pero también son más calurosas e incómodas. Y en la mochila no puede faltar ropa de abrigo, comida y agua abundante. Es conveniente llevar un cor- tavientos impermeable y un pequeño paraguas, muy útil para chaparrones imprevistos. Final- mente, no dejar atrás el GPS cargado con un track de la ruta. Para móviles existen aplicacio- nes muy funcionales con buena cobertura sa- télite, que ya están sustituyendo a los antiguos artilugios, más caros aunque más profesionales.
Proponemos dos rutas a pie, razonablemente asequibles para cualquier senderista, para conocer las virtudes de uno de los parajes más bellos de Andalucía
Gracias a la humedad, se prodiga en esta zona un sorprendente manto vegetal
pequeños minifundios y una producción de cuatro millones de kilos por temporada. Los inmensos castañares constituyen, por consiguiente, uno de los motores económicos y sociales de la quincena de pueblos que integran la comarca. Pero no únicamente. También conforman un espectáculo paisajístico que en otoño estalla en todo su esplendor. El manto policro- mado de amarillos, ocres y rojos sangre convierten al Valle del Genal en un milagro visual incomparable. De ahí el nombre popular de «bosque de cobre» con que se le conoce cada vez más en el universo del sende- rismo. Hablamos de un enclave escondido y, hoy por hoy, a salvo todavía de la industria del turismo masivo. Aquí la paz de las vaguadas y el silencio de los bosques presiden la comarca malagueña. Un territorio, por cier- to, cargado de historia. La propia toponimia delata el origen morisco de buena parte de estos pueblos. Muchos de ellos protagonizaron una vi- rulenta sublevación contra Felipe II en 1570, cuando el monarca ordenó la limpieza étnica de la región y su deportación a Córdoba, Extremadura y Galicia antes de su expulsión definitiva de España en 1609. Más de un millar fueron desterrados, principalmente de Jubrique, pero también de Júzcar y Alpandeire, según narran las crónicas. La zona ya había sido epicentro de turbulencias cinco siglos antes, después de que el famoso guerrillero Omar Ibn Hafsun, de origen mu-
El Valle del Genal presenta un secular aislamiento, un bondadoso clima y una exuberancia en sus bosques que propician un ecosistema difícil de igualar para el disfrute
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