Bulevar Sur N10. Primavera 2021.
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Sus obras ocuparon portadas y páginas artísticas de Blanco y Negro. Eran piezas llenas de color y esponta- neidad, que ponían de manifiesto las indiscutibles se- ñas de identidad del artista, imágenes muy plásticas y ágiles, brillantes y vibrantes en las que confluían las maneras luminosas y sueltas de la escuela mediterrá- nea ejercida por Sorolla o Rusiñol, el elegante y pre- ciosista estilo oriental de Fortuny o Tapiró y el exotis- mo amanerado de Ingres o Delacroix. Otro grupo de obras nos acercan a un Bertuchi más costumbrista, con escenas de la vida andaluza y marinero siguiendo la estela de la escuela malagueña de marinas. Bertuchi es un virtuoso de las luces y las sombras. Sus escenas irradian la brillantez cegadora del sol del desierto y los objetos estallan de color La serie más interesante que conserva la Colección ABC es un conjunto formado por dibujos a plumi- lla que ilustraron en ABC las crónicas escritas por Gregorio Corrochano tituladas “Un viaje por el Rif ” y que se publicaron entre julio de 1916 y enero de 1927. Tanto Bertuchi como Corrochano ejercieron de reporteros acompañando a las tropas españo- las, a veces también a las francesas, en las diferen- tes campañas militares que realizaron en territorio marroquí. Son dibujos sueltos, tomados del natural de manera rápida en un pequeño cuaderno de viaje que muestran escenas y personajes de los pueblos y asentamiento por los que iban pasando. Pese a la simplicidad de ejecución, estos apuntes desvelan el mundo marroquí en sus costumbres más cotidianas y corrientes. La vida de Mariano Bertuchi trascurrió al uno y otro lado del Estrecho con la misma naturalidad que cientos de personajes anónimos deambula por sus obras entre puestos de mercados, casas encaladas y emparrados. Los viajes y estancias en Marruecos son una constante desde aquel primer viaje siendo niño. Granada, Málaga, Tánger, San Roque, Sevilla, Ceuta y finalmente Tetuán, la ciudad definitiva donde mo- riría en 1955. La carrera artística de Bertuchi trascurrió de forma paralela al desarrollo político y militar del territorio Marroquí bajo dominio fracés o español según el momento. Se implicó en la vida política y adminis- trativa de la ciudad de Ceuta, siendo concejal y te- niente de alcalde; fue cronista gráfico de las campa- ñas militares en el Protectorado; ejerció cargos en la
En el otoño de 1898 se trasladó a estudiar a Madrid matriculán- dose en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Las navidades de ese mismo año suponen un vuelco definitivo para su formación y su carrera con aquella primera visita a Táger. Fruto de esa incursión en Marruecos fueron sus primeros cuadros de tema moro realizados del natural que sería otro de los aspectos más destacables de su obra: los apuntes naturalistas y escenas to- madas de lo cotidiano. En la capital española, Bertuchi empezó a formar parte de los círculos artísticos muy pronto. Desde 1900 participa en salo- nes y muestras y en 1904 recibe una mención honorífica en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Tenía 20 años. Es enton- ces cuando comienzan a aparecer sus obras en la revista Blanco y Negro. Su presencia en esta publicación no es de extrañar si tenemos en cuenta que sus páginas se ilustraban con las obras de los artistas más des- tacados de cada momento y que el editor de la misma, Torcuato Luca de Tena, man- tenía estrecha relación con el mundo marroquí desde que fuera agregado diplomático de la Embajada Española en Marruecos entre 1876 y 1878. Pero sobre todo, Bertuchi aportaba a Blanco y Negro una temática diferente a la de los artistas afincados en la península.
n precoz pintor de 14 años pide un traje de moro como pago por el retrato que le había realizado a un amigo de su padre. El retratado era Aníbal Rinaldi: interprete, traductor, pe- riodista y militar ocasional. Rinaldi vivía en Tánger y ante la sorprendente e ingenua pe- tición del joven artista le invitó a que visitara
Marruecos para que eligiera él mismo la indumentaria que quería dado el variadísimo y rico vestuario que se usaba en esas tierras. Desde las navidades de 1898 Bertuchi quedó anclado a Marruecos buscando un traje, un paisaje, una atmósfera que llevar al lienzo. Mariano Bertuchi Nieto nació en 1884 en el barrio del Realejo (Granada), por tanto no es de extrañar su admiración por el mun- do árabe. El artista declaró en múltiples ocasiones: “Yo aprendí
a dibujar antes que a escribir” y prueba de ello es que a los nueve años ya estaba matri- culado en la Escuela Provin- cial de Málaga donde se había trasladado a vivir con su fa- milia. Dos años más tarde los Bertuchio volverían a residir en Granada donde el joven pintor continuó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes.
De su colaboración con Blanco y Negro y ABC resultaron 37 obras que Bertuchi realizó entre 1904 y 1927. Actualmente la Colección ABC conserva 31 de ellas
Las obras de estos primeros momentos siguen la línea del costum- brismo regional con numerosas escenas recogidas de su entorno granadino y malagueño.
Mariano Bertuchi Un viaje por el Rif. En la casa de HAD – DU- KAHAL, (1 ª ) ABC, núm. 7368, 12 de agosto de 1926. Colección ABC
Mariano Bertuchi Un viaje por el Rif. Viento de poniente (2 ª ) ABC, núm. 7351, 23 de julio de 1926. Colección ABC Mariano Bertuchi El año de la pacificación. Episodios intere- santes de la campaña de Marruecos en el año 1926, (9 ª ) ABC, núm. 7490, 1 de enero de 1927. Colección ABC
Mariano Bertuchi Un viaje por el Rif, el chau- chau…(3 ª ) ABC, núm. 7354, 27 de julio de 1926. Colección ABC
Mariano Bertuchi Pescamarina (2 ª ) Blanco y Negro, núm. 1513,16 de mayo de 1920. Colección ABC
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