CORDOBA MUCHO POR DESCUBRIR - JUNIO 2021

AÑORA

Bartolomé Madrid Olmo ALCALDE DE AÑORA

C ada año esperamos con ilusión la llegada de las Olimpiadas Rurales, porque Añora se convierte en el centro de las miradas de todos aquellos que se esfuerzan por conse- guir un mundo rural vivo y dinámico. Nuestro olimpismo tradicional y popu- lar se ha convertido en un paradigma de recuperación del ese patrimonio inmaterial tan rico e interesante que puede contribuir al desarrollo sosteni- ble de nuestros pueblos y, así, poder mirar con optimismo hacia el futuro. Ahora que está en auge el debate de «lo rural», las Olimpiadas Rurales de Los Pedroches son una muestra de que es posible conjugar el entendi- miento entre generaciones, la concep- ción de propuestas atractivas para los más jóvenes y potenciar valores como los que se ponen de manifiesto en esta cita veraniega, que es festiva, sí, pero también competitiva, creativa y educa- tiva. Como afirmó el filósofo Friedrich Nietzsche, sólo aquellos que constru- yen el futuro tienen derecho a juzgar el pasado. Y en Añora se construye futuro con esta peculiar forma de crear y esta- blecer relaciones intergeneracionales, y se juzga y se revisa el pasado, sin ide- alizarlo, pero sí valorando y respetando mucho el legado que nos dejaron nuestros mayores. Toda esta bendita locura que nació allá por el año 2007, a la que se ha sumado gente de toda España, es algo más que una compe- tición de juegos tradicionales, es respe- to hacia lo que somos desde una crea- tividad rebosante de arraigo por nues- tra tierra. Mundo rural dinámico

La gran cita del verano de Los Pedroches vive el paréntesis obligado por la pandemia, pero su pulso sigue vivo, muy vivo POR S.E. • ARCHIVO Añora, la llama viva de las Olimpiadas Rurales

A ñora se convierte cada año en el centro de la comarca para albergar unos juegos que recuperan la esencia del ocio rural de toda la vida. Sin embargo, este año ya no será como el dramático 2020 porque se ha pre- visto una gala de reconocimiento a todos los que han hecho posible el viaje. La intención es que el fuego de la peculiar llama olímpica noriega siga vivo y que no se olvide esta historia de más de 12 años de pasión, amistad, juego limpio, diversión sana y superación. Son muchos los valores que rigen este evento tan particular, pero el compañe- rismo y el afán de coleccionar vivencias comparti- das quizá sean las más destacadas. Por este motivo, y por aliviar en parte la nostal- gia, el Ayuntamiento de Añora está preparando una gala para el próximo 10 de julio en la que habrá infinidad de sorpresas, reconocimientos y compañerismo, todo ello con todas las garantías de seguridad, aforo limitado y con las medidas sanitarias que estén dispuestas en ese momento. La plaza de toros de la localidad albergará una cita en la que se pondrá de manifiesto el deseo de man- tener con vida esta tradición de tradiciones y se conjurará el compromiso de volver el próximo año a competir en los 16 juegos que componen este particular olimpo rural. Y es que en su última edi- ción, las Olimpiadas Rurales de Añora reunieron a

1.000 participantes divididos en 48 equipos con el objetivo de ganar el gran adoquín de granito que premia a los vencedores. El escenario de las 16 pruebas son las calles de la localidad, la plaza de toros y el recinto ferial, donde se evoca cómo se jugaba a la soga, los tiraores, el lanzamiento de adoquín, al garrote, a los mizos, a la sillita de la reina, las carreras de sacos, el porteo de cántaros o el salto a piola entre otras diversiones, que ya no son solo cosa de niños, sino que se entre- mezclan de forma intergeneracional gracias a la filosofía de las Olimpiadas Rurales, que dan cabida a participantes de entre 16 y 80 años. Añora es un pueblo con una actividad frenética. Las olimpiadas Rurales son ejemplo de este dina- mismo, pero también la Fiesta de la Cruz, que se celebra el primer domingo de mayo y que está declarada de Interés Turístico por su dimensión social, artística, histórica y tradicional. Además, las Cruces noriegas se encuentran en trámite de ser declaradas Bien de Interés Cultural. Tanto las Olimpiadas Rurales como la Fiesta de la Cruz tie- nen como marco un pueblo construido con grani- to y cal, con una arquitectura muy singular en la que destacan las denominadas casas de tiras, cuya original fábrica recuerda a la de los pueblos de otras zonas de la Península con el toque anda- luz de la cal.

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