ESPECIAL 90 ANIVERSARIO ABC SEVILLA 12-10-2019

LUIS CERNUDA Poeta Donde habita lamemoria

38

ABCdesevilla.es 12 octubre 2019

HEMEROTECA ABC

El escritor y articulista de ABC José María Pemán pronuncia el pregón de la Semana Santa organizado por el Ayuntamiento y la Comisión de Cofradías. Joaquín Romero Murube fue el presentador 1942 24 MARZO

HEREDERO DE BÉCQUER, COMPUSO EL MEJOR LIBRO SOBRE SEVILLA, EN GLASGOW, EN UN SOMBRÍO AÑO DE GUERRA Y RACIONAMIENTO

POR FRANCISCO ROBLES

U N niño se sienta en una escalera de mármol y contempla cómo cae el agua de una fuente. El patio tiene una luz de latinas que envuelven la escena en la ensoñación infantil. Aún no sabe que dentro de unos años sentirá en su pecho la punzada del amor, ese ángel terrible que sonríe lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. El tiempo está a punto de alcanzar- lo para derribar ese castillo sin fuertes ni fronteras de la infancia. Se llama Luis Cernu- da Bidón, y es el heredero de Bécquer que abrirá la poesía española al universo desde Glasgow. Allí escribirá, ya adulto y desengañado por el exilio, el mejor libro sobre la ciudad que lo vio nacer: «Ocnos». En aquel sombrío 1942, las cartillas de racionamiento y el recuerdo convulso de la guerra fratricida tiñen de gris la ciudad de su infancia, como la lluvia y el miedo a los bombardeos alemanes encogen su alma en la isla que mejor refleja su carácter. Con el tiempo se trasladará a México, donde encontrará el español cálido y emocionante en las voces que le recuerdan el sonido de su origen. Cernuda no fue un antisevillano, por mucho que se empeñara en parecerlo. Su carácter difícil y esquivo, tan propio del sevillano de la serie seria, fue de gran ayuda para forjar este falso mito. Porque no puede ser un enemigo de la ciudad quien le

donde fue un dios sin tiempo, quien la pasea- ba en las mañanas lentas y frescas de verano de la mano de su madre, quien situó la Arcadia en el breve paraíso de la Semana Santa. En ese patio de la calle Acetres donde el tiempo alcanzó al niño, nació la dualidad que marcará la obra completa del poeta, y que definirá como ninguna otra la escisión metafísica que sufre el hombre contemporá- neo, marcado por las guerras que destrozaron el siglo XX: «La realidad y el deseo». Los grandes enigmas que marcan nuestra existencia están presentes en unos versos que huyen del ingenio y del adorno para profundi- zar en las fosas abisales del espíritu. El amor que no muere, porque somos nosotros mismos los que desaparecemos. La imposibilidad de decir todo lo que se ama, bien por la hipocre- sía social, bien por las limitaciones del lenguaje para expresar esos sentimientos. La libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puede decir el poeta sin sentir el escalofrío que lo recorre por los adentros. Y el olvido… Cernuda estaba obsesionado con el olvido. Sin embargo, su memoria ha quedado viva en esa parte de la ciudad que lee sus versos en la penumbra de la intimidad, que los medita en la sombra de los patios interiores, que se enamora de su belleza como una forma de buscar la eternidad en el brillo sutil de

escribió su mejor libro, quien la contemplaba desde las azoteas al olor de los jazmines, quien volvía en la memoria al jardín antiguo

sus reflejos. Su memoria habita en esta ciudad a la que no nombró en «Ocnos» porque no le hacía falta. Y porque era la suya.

Un atildado Cernuda en la biblioteca de su casa en Sevilla antes de la Guerra Civil

VIDAS DE PAPEL

30/4/1988 Con cierto aire de resarcimiento, la

portada de ABC daba cuenta del congreso internacional sobre el poeta que iba a abrir Octavio Paz el 3 de mayo en la Menéndez Pelayo

90 AÑOS DE ABC DE SEVILLA

ABC