ESPECIAL 90 ANIVERSARIO ABC SEVILLA 12-10-2019
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ABCdesevilla.es 12 octubre 2019
EL VERDADERO PATRIMONIO DE NUESTRO PERIÓDICO
MADRID-SEVILLA 12 OCTUBRE DE 1929. NUMERO SUELTO 10 CTS. ABC DIARIO ILUSTRA- DO. AÑO VIGÉ- SIMO QUINTO N.° 8.360 & & & REDACCIÓN: PRADO DE SAN SEBASTIAN. SUSCRIPCIONESY ANUNCIOS: MUÑOZ OLIVE, CERCANA A TETUAN, SEVILLA
NUESTRA INSTALACIÓN
A B C E N SEV1 L L A
"Sevilla, baleó» de oro sobre el cielo de España, ¿sabes has- ta qué punto fuiste último amor del que lloramos tanto? ¿Sa- bes cómo hasta la última hora soñaba tu Giralda y tus jardi- nes? Al cerrar los ojos cristianos, tú fuiste, Sevilla, su último dulce sueño terrenal. Las últimas palabras que le oí en las horas más dolorosos de los pasados días eran, Sevilla, para ti, y eran al borde mismo de lamuerte, la gentil y postrera poesía del caballero enamorado." (De un artículo de Rafael Sánchez Mazas, en A B C del 16 de abril de 1929.)
En la instalación de nuestra casa sevillana comienza a hacerse la edición de A B C que se distribuirá por toda la extensa zona de! Sur peninsular y Norte africano que pue- da alcanzarse desde Sevilla. La instalación que dispusimos—permíta- senos describirla como nueva prueba de la capacidad creadora de nuestro inolvidable fundador, como demostración definitiva de sus amores por Sevilla y como garantía del cumplimientode nuestros propósitos—ha sido hecha en espaciosos terrenos de la zona de ensanche, en la llamada Huerta de la Salud, con entradas por la Enramadilla y Avenida Borbolla y al amparo luminoso de la famosa plaza de España, que, sobre evo- car algo muy querido en esta casa—el espíri- tu impecable del gran impulsor de la nue- va Sevilla, el llorado Aníbal González—, simboliza para la Patria la idea de la re- conquista espiritual de Hispanoamérica, la- tido íntimo del alma española en las horas de continuar la historia del progreso por medio de la rácica paz fraterna. Los edificios ocupan en total una superfi- cie aproximada de 2.600metros.cuadrados. Por ahora, y atendiendo a la celeridad pues- ta en obtener la realidad práctica del mo- mento, no hemos cuidado detalles ornamen- tales exteriores; este decoro estético vendrá inmediatamente después, como ornato debi- do al lugar de trabajo que comenzaron a santificar los hombres con la aspersión del sudor de su esfuerzo. Un amplio vestíbulo, en cuyo principal testero campea en ricos azulejos de Triana el blasón del águila bicéfala, coronada, que constituye el emblema o exlibris de Prensa Española, da entrada al edificio principal, cuya ala derecha la ocupan la Administra- ción, la sala de visitas, la de Dirección y Consejo de Redacción, el despachó de la Subdirección, el de la Secretaría y la 'gran sala de Redacción, que tiene cerca tres ca- binas para teléfonos, y, contiguo,.un gabi- nete dotado de los aparatos necesarios •para la transmisión y recepción teletipoj?ráfica, la más reciente aplicación de la telefonía, que, por medio de unas máquinas eléctricas, que no_ difieren mucho, por cierto, de las 1 co- rrientes de escribir, nos dará con rapidez increíble textos de información o literarios, escritos en Madrid, y recibidos en nuestra Redacción en limpias cuartillas dispuestas para la imprenta. Todas estas dependencias, sobriamente de- coradas y amuebladas, tienen los necesarios elementos de calefacción y refrigeración, y muy inmediitos, los servicios higiénicos co- rrespondientes, junto a los cuales, con la se- paración y amplitud necesarias, están los ro- peros y gabinetes de aseo para el personal obrero. Otro departamento lo ocupan los gabine- tes del regente de la imprenta y los correc- tores de nruebas. La iir.,>renta está formada por una gran nave, que contiene todo lo nrces?iio para un taller moderno de composición de edicio- nes de periódicos: cincomáquinas linotipias, cajas, aparatos para pruebas, etc. Contiguo a este taller tipográfico está el de estereoti- pia rápida, dotado de diversos aparatos para producir inmediatamente los numerosos mol*
Al tomar la pluma con mano temblorosa para ofrecer a la Sevilla de mi padre, y a toda Andalucía, convertido en realidad lo que fué último anhelo de su espíritu, tan incansable en actividad periodística como pródigo de amor a su profesión y a su ciudad, vienen a mi memoria, con renovada emoción, las líneas que encabezan estas mías, que un corazón amigo sintió el mismo día desviador e inolvidable en que se nos fué para siempre el fundador de A B C. Los que aquí fueron sus amigos, cuantos crecieron con él en sus años mozos y sabían de su temperamento y carácter, del dinamismo de su espíritu andaluz, y cuantos le oyeron hablar con el entusiasmo que él solía poner en sus palabras, saben también los dos nombres que en sus labios estaban- siempre, porque del corazón le rebosaban: Sevilla y A B C. Ya están juntos Sevilla y A B C. Ya está A B C en Sevilla. Con amor y respeto filiales lo traigo de mi mano. Cumplo al traerlo una última vo- luntad para mí sagrada. Y llegamos el mismo día que conmemora la raza iberoamericana la efemérides más gloriosa de España; quizá el día más glo- rioso en la historia de Sevilla, después de aquel otro en que fué libertada por el Santo Rey Fernando, porque hoy es Sevilla la capital de la Raza. Sir- va esta feliz coincidencia para explicación de nuestros propósitos. El A B C impreso en Sevilla seguirá siendo, por sevillano, el mismo pe- riódico nacional que se edita en Madrid. Dejamos de enviar éste por correo desde la corte a casi toda Andalucía, porque los dos números serán iguales en confección y en contenido. Su única diferencia consistirá en la ampliación de informaciones locales referentes a toda la región andaluza, que deseamos cuidar con el mayor esmero. Por lo demás, nuestros antiguos lectores de Andalucía tendrán el mismo periódico que ya leían, pero veinticuatro horas antes. Los comentarios de política nacional o extranjera, las informaciones generales, cuanto se publique en Madrid, saldrá en Sevilla a la misma hora y de igual manera redactado. No por costumbre cortés, sino por sincero deseo, quiero consignar aquí an saludo cordial a los queridos colegas de toda la región andaluza, y espe- cialmente a los sevillanos, con los que nos unen lazos d«s verdadera amistad. Ya están juntos Sevilla y A B C. ¡Ya está A B C en Sevilla! Vuela, her- mano : Por la Sevilla incomparable de la que tú y yo, aunque no nacimos en ella, procedemos. Y por Cádiz, andén de la Patria para nuestros hermanos de América. Y por Córdoba, la Sultana. Y por Almería, Huelva y Málaga, marineras. Cobíjate bajo las almenas morunas de la Alhambra y en los pue- blucos blancos que circundan los olivares de Jaén. ¡Vuela, hermano ABC! "Elmarquésde Luca de Tena. Sevilla, 12 de octubre de 1929,
CATALINA LUCA DE TENA PRESIDENTA-EDITORA DE ABC
12/10/1929 «ABC en Sevilla», el texto de la Tercera del periódico firmado por su fundador Juan Ignacio Luca de Tena como editorial fundacional
E l 12 de octubre de 1929 vio la luz el pri- mer número de ABC de Sevilla. Se cele- braba el Día de la Raza, como se llama- ba desde 1915, fiesta instituida «para ex- teriorizar la intimidad espiritual existente entre la Nación descubridora y civilizadora y las for- madas en el suelo americano». En su biografía del fundador de esta Casa, cuenta García Venero cómo don Torcuato, contra quienes combatían nuestro idioma, en tanto que manifestación su- prema de la cultura española, había convertido sus publicaciones en tribuna americana: Rubén Darío y Amado Nervo publican en «Blanco y Ne- gro». En ABC fueron abiertas las «páginas hispa- noamericanas» que reflejaban el vivir de la man- comunidad filológica hispana. –¡Si la aparición y desarrollo de esas culturas es lo que más honra a España! –explicaba, y por eso había sido el primero en reaccionar contra el interesado concepto de «América Latina» con el pretexto de unos inmigrantes italianos domici- liados en la Argentina. En Sevilla estábamos en plena Exposición Ibe- roamericana, acontecimiento por el que tanto había luchado don Torcuato desde Madrid y que, finalmente, consiguió para su ciudad natal. Se- villa había de ser la joya de la corona de un colo- sal proyecto periodístico truncado por la guerra del 14. –Yo iba a fundar –llegó a manifestar el propio don Torcuato– un periódico en capitales clave de España. Tenía perfectamente establecido el plan de la vasta organización. Esos periódicos se im- primirían en cada población, donde habría cuer- pos de Redacción para los temas locales y regio- nales. El artículo de fondo, la política, los artícu- los literarios se enviarían desde Madrid por medios diversos, incluso por radiotelegrafía. Del proyecto de don Torcuato fue entresacado el plan de fundación de ABC de Sevilla, cuyo pri- mer número, sin embargo, no llegó a verlo, y fue mi abuelo, Juan Ignacio, quien lo inauguró con un editorial fundacional del que me gustaría des- tacar un breve párrafo que dice así: «Éste fue el último anhelo de mi padre, de su espíritu tan in- cansable en actividad periodística como pródi- go de amor a su ciudad. Cuantos le oyeron hablar saben de los dos nombres que en sus labios esta- ban siempre: Sevilla y ABC». Aquel día, el Infante Don Carlos inauguraba en nuestras instalaciones de la Huerta de la Sa- lud una línea teletipográfica entre ABC Madrid y ABC Sevilla, cordón umbilical entre ambas re- dacciones, cuyo espíritu permanece vivo y cuya
historia dual constituye un caso único en el pe- riodismo mundial. La aparición de ABC representó para Sevilla y para Andalucía el más claro reconocimiento a su personalidad, y a su importancia y proyección en la vida española. Frente a las tendencias centra- listas de la época, fue un claro exponente de una idea descentralizadora y regionalista tanto en lo informativo como en lo empresarial. El lema del fundador era el siguiente: «De la prosperidad de Prensa Española dependen el bie- nestar y el porvenir de cuantos en ella trabajan». Era el lema que su padre y su tío habían adopta- do en las primeras industrias creadas por ello en la sevillana Torre-Blanca. La vocación sevillana y andaluza de ABC está acreditada en unos magníficos datos que nos con- vierten en el primer periódico tanto en Sevilla como en Andalucía. Y ello ha sido y es posible gracias a nuestros lectores, verdadero patrimonio del periódico. Esos ciudadanos que a diario renuevan una re- lación de profunda afinidad y lealtad con noso- tros, convertida a lo largo ya de casi un siglo en una verdadera tradición. Juntos hemos forjado una cultura del periodismo en defensa de una Es- paña siempre abierta al debate en libertad. Por- que el liberalismo de ABC es, como decía mi pa- dre, Guillermo Luca de Tena, su razón de existir y su más preciosa trinchera. El fundador de ABC siempre apostó por la ex- celencia literaria, la innovación técnica y la in- dependencia política, a lo que Azorín añadió «el respeto al escritor en la integridad de sus ideas y la defensa tenaz del redactor». Las páginas de ABC siempre fueron ejemplo de ello, sin que la aceptación de la variedad ideológica de sus cola- boradores impidiera que abdicara en ningún mo- mento de una línea doctrinal basada en la defen- sa a ultranza a España por encima de cualquier otra lealtad. En definitiva, toda la labor y el es- fuerzo entendidos como un supremo homenaje al periodismo. Antes de morir, don Torcuato pi- dió que le redactaran su propia esquela. Al reci- birla tachó todos los títulos y honores que habían enumerado bajo su nombre, y escribió de su puño y letra un escueto «periodista». Eso es lo que so- mos y lo que vamos a seguir siendo. Pero todo eso ya es pasado. Y esta efeméride sólo sería un momento para la nostalgia si no fue- ra porque ABC de Sevilla, con 90 años a sus es- paldas, sigue manteniendo en sus páginas la pu- janza de un periódico siempre joven, con la mis- ma ilusión de quienes lo crearon.
90 AÑOS DE ABC DE SEVILLA
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