ESPECIAL ASÍ FUE CóRDOBA 2020

6 ASÍ FUE CÓRDOBA 2020

ABC

JUEVES, 31 DE DICIEMBRE DE 2020

abc.es

El doctor, conun traje protector en el Hospital

RAFAEL LEÓN

RAFAEL CARMONA

MÉDICO DE UCI

H AY un momento en la conversa- ción en el que a Rafael León se le quiebra la voz, deja de hablar y se disculpa tras un sollozo breve. «Perdona, es que me emociono». El recuer- do que provoca un principio de llanto en este médico de la UCI del Hospital Reina So- fía de 44 años tiene que ver con el corona- virus y con sus dos hijos, Noa y Alejandro. «Mi mujer es intensivista como yo, ella en la Cruz Roja. Cuando estalló todo esto tuvi- mos que tomar una decisión: dejar a los ni- ños con los abuelos, porque nosotros está- bamos en primera línea y el riesgo era muy alto. Estuvimos dos meses sin verlos de cer- ca. Hacíamos videoconferencias. Íbamos a verlos a la calle de la casa de los abuelos, desde la ventana. Fue mi duro». Eran los meses en los que pandemia tenía conmo- cionada a la sociedad. Marzo y abril. Con las calles vacías, el látigo del parte diario con muchos fallecidos, las Unidades de Cuida- dos Intensivos desbordadas y los profesio- nales dándolo todo. Hasta la vida. «Fue tre- mendo. No hay quien esté preparado para ver morir a un paciente, tampoco para de- cirle el último adiós a un compañero», de- clara el doctor, que lleva toda la vida en el Reina Sofía. Nació allí y en él hizo su resi- dencia. «Quienes fueronmis profesores aho- ra son mis compañeros, mis amigos», dice quien entró en la UCI del centro sanitario de referencia de Córdoba en 2001. Vuelve a emocionarse cuando pronuncia la palabra que elige para responder a la pre-

«HEMOS HECHO UN VIAJE A TRAVÉS DE LAS SENSACIONES»

que uno está haciendo todo lo se encuentra a su alcance para salvar la situación. «¿Que si hemos pasado miedo? Claro. Quién no. Sobre todo al principio, en la pri- mera ola, porque nos estábamos enfrentan- do a un agente nuevo, desconocido y que afectaba a mucha población, que modifica- ba además tu vida diaria, no solo la laboral. Con la segunda oleada ha sido diferente: ya teníamos más información sobre el virus y sobre los tratamientos y no escaseaba el ma- terial como al principio», indica el médico. De las muchas experiencias acumuladas en estos meses, León destaca una. «Enmar- zo ingresó en la UCI Vicente, un compañe- ro de unos cincuenta y cinco años de Aten- ción Primaria. Lo tratamos durante 155 días. Sigue hospitalizado, pero ya en planta. Ha- brás visto el vídeo que hicimos cuando sa- lió de Cuidados Intensivos, que se hizo vi- ral. Él es el símbolo de la lucha, del valor con el que todos nos hemos enfrentado al coro- navirus. Él resistió, por fortuna», relata. La historia de Vicente la ha completado su hija, también doctora, y es un símbolo del amor por la medicina, por mucho que duela. «La chica, que vivió el ingreso de su padre como familiar, tuvo que elegir este mayo, cuando su padre llevaba meses ingresado, qué es- pecialidad de MIR hacía. Y se decantó por Cuidados Intensivos. Ahora es compañera nuestra, antes era la hija de un enfermo. Ella sabía por experiencia propia qué eran los Cuidados Intensivos. Y ha sido valiente. Nos sentimos orgullosos de ella».

RAFAEL A. AGUILAR CÓRDOBA

gunta sobre cómo definiría lo que ha vivi- do desde el estallido de la pandemia. «Or- gullo. Mucho orgullo», sentencia. «Lo que hemos aprendido es que cuando las circuns- tancias te ponen al límite acabas por cono- cer o por descubrir virtudes y cualidades, propias y de los que te rodean, que no sa- bías que existían», reflexiona. «Todo esto ha sido un viaje a través de las sensaciones», resume. Las suyas, como las de todos, han sido de las quemarcan, de las que dejan hue- lla. «Hay una fotografía que me hizo com- pañero en una pausa del trabajo que es bas- tante ilustrativa de lo que nos ha pasado. Te la voy a pasar para que la veas. Va por ‘whatsapp’». La imagen, en blanco y negro, retrata a Rafa León sentado en una silla, con el mono de aislamiento contra los conta- gios, las gafas de protección y sus manos enfundadas en los guantes que se lleva a la cabeza en un gesto reflejo que es una mez- cla de cansancio, de desesperación, de im- potencia, pero también de convicción de

MI MUJER TAMBIÉN ES INTESIVISTA Y ESTUVIMOS DOS MESES SIN VER A LOS HIJOS LA HIJA DEL PACIENTE CON MÁS TIEMPO EN UCI ES AHORA COMPAÑERA

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