ESPECIAL I+D+I SEVILLA 16-12-2022

SUPLEMENTO ESPECIAL / I+D+i ///

uso. Y como este es de bastante calidad, lo reutiliza. Lo importante es que, en vez de obligar a la construc- tora a romper una montaña virgen, recoges un material que se iba a ir directamente al vertedero», explica Moreno. La argamasa, el punto clave fruto del trabajo en el laboratorio, está en el uso del betún. «Es un material orgánico y por tanto se puede reaprovechar. Es igual que con la piel, que con determinados tipos de aditivos, como una crema, rejuve- nece». El nuevo uso del betún, eso sí, tampoco solucionaba del todo el problema del impacto medioam- biental. Si se utilizara como se ha hecho «toda la vida», para incorpo- rarlo a la mezcla necesitaríamos calor por encima de los 160 grados en las plantas asfálticas. Es decir, más emisiones, más efecto inverna- dero. «Ahí volvimos a trabajar desde la ingeniería, tocamos de nuevo químicamente los materiales hasta que dimos con una fórmula que rebaja la necesidad de calor La técnica ha venido para quedarse». La otra alma de este laboratorio, la de la digitalización, podría parecer, en principio, confusa. Pero como todo lo nuevo. El ejemplo de Masai en este caso vuelve a dar luz a la idea. «Tú de la carretera necesitas gestio- nar el grado de deterioro, el tránsito de los vehículos que le afectan… Estamos en la cuarta revolución industrial y a tu teléfono no se le pide solo que llame, ahora tiene que tener cámara, vídeo… Eso también llega a las infraestructuras. Ya no solo basta con que pases con la carretera, sino con que esta te aporte datos sobre ella», inciden los investigadores. Los sensores y la tecnología de última generación utilizada sirven no solo para las nuevas carreteras, sino para casi todo. «Vías de tren, puentes, el propio pavimento de las ciudades para analizar el impacto de las olas de calor, las resistencia de las paredes de un edificio en un conflic- to bélico… hay multitud de escena- rios en los que se pueden evitar tragedias mediante la prevención», concluye Moreno.

Los investigadores Maika Rubio y Fernando Moreno están al frente del Laboratorio de Ingeniería de la Construcción (LabIC) de la Universidad de Granada.

GRANADA

a algunas muestras de los proyectos que se pueden ver en la sala del laboratorio. «En todos los prediseños siempre hemos incorporado esta idea, la sostenibilidad, pero siempre complementada con la digitalización y la conectividad. Hay quien piensa que van por separado, o sostenible o digital, pero la clave está en agluti- narlo todo. Esa ha sido la filosofía de Masai y por lo que somos conocidos a nivel mundial». Masai es la joya de la corona. Moreno toma la palabra cuando cuentan este proyecto de nuevos suelos asfálticos, plasmada sobre todo en la construcción de carrete- ras. «Cuando tú pasas con tu coche por una carretera, más del 95% de lo que pisas es árido que viene de las canteras. Lo que hace el ser humano es destruir la montaña para sacar piedra. Esta tarda cientos de miles de años en volver a crecer. Nosotros pensamos: las carreteras envejecen y se erosionan. Lo que hace Masai es coger ese material que se rompe del

insisten ambos una y otra vez en la entrevista, es el principal potencia- dor para llegar al siguiente nivel. «Es lo que nos permite innovar y diseñar nuevos y mejores materiales por nosotros mismos», relata. Porque no se trata solo de adqui- rir, sino que, como señala Moreno, «lo más importante ha sido la creación de equipamiento propio». El razonamiento es lógico para quienes, como los trabajadores del LabIC, quieren ir un paso más allá. «Hay necesidades que no están cubiertas, ¿no? Pues si no existe un ensayo que me permita conocer cómo comportará un material a largo plazo, lo inventas, y a partir de ahí rediseñas», resume el profesor. Masai, la joya de la corona Aparte del espíritu emprendedor, si hay un elemento que ha centrado el debate del LabIC, aparte de este espíritu emprendedor, es el binomio entre sostenibilidad e innovación. Así lo relata Rubio, mientras apunta

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diciembre 2022

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