ESPECIAL PASIÓN EN CÓRDOBA 2020

el contraste de la malla, la noche y la plata, ahora tam- bién sería así. Pero todo en mejor calidad. El siguiente reto sería la coronación canónica. ¿Quién lo iba a decir a Juan Calero Cantarero y a los cofrades que la llevaron a Capuchinos en aquella tarde de febre- ro de 1940? ¿Lo creerían los hermanos de la Paz cuan- do vieran al cardenal arzobispo de Sevilla, José María Bueno Monreal, depositar la corona en las sienes de la Virgen de los Dolores, el 9 de mayo de 1965? La Señora de Córdoba estaba a su lado, en la plaza. Las dos vivían un día grande el Viernes de Dolores: una con la culmi- nación del septenario y las visitas multitudinarias; la otra, con un besamanos al que cada año iba más gente. La coronación canónica era en 1965 algo sólo para de- vociones históricas, concedida por los Papas y con la necesidad de una veneración alta y muy continuada. Pero cambió con los años. En un primer momento en

Córdoba capital la tuvieron tres Dolorosas. En 1987 lo recibió Nuestra Señora de las An- gustias, titular de la cofradía más antigua de la Semana Santa y también con devoción continua desde 1558 y sobre todo desde 1628, cuando llegaron las imágenes de Juan de Mesa. El caso de Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos era distinto: se reconocía la veneración a esta advocación en San Pablo, y por eso lo recibía una ima- gen tan joven que incluso su propio autor es- tuvo presente, en 1993. A partir de entonces, en la ciudad pasó lo contrario que en otras muchas. Si el siglo XX ha sido el de la gran devoción a imágenes de la Pasión, mientras las patronas y las de glo- ria se mantenían, las coronaciones canóni- cas de Córdoba eran de imágenes letíficas. En 1994 se consiguió la coronación de Nues- tra Señora de la Fuensanta, que había mar- cado la religiosidad popular de la ciudad des- de los siglos anteriores. En 2003 se coronó en la Corredera a la Virgen del Socorro, an- tes de un ciclo muy activo: en 2009 la de Ma- ría Auxiliadora, en 2011 la de la Purísima Concepción de Linares y en 2012 la Virgen del Carmen de San Cayetano. La petición que se había registrado en los últimos años del siglo XX quedará satisfecha el 11 de octubre de 2020, tras un intenso programa de actos. Ese día se ceñirá en las sienes de la Virgen la corona de oro que ha dibujado y está cin- celando Manuel Valera y que culmina un iti- nerario que tiene muchos nombres propios, los que están en la historia, y otros muchos que quizá suenen menos y que sin embargo empedraron el camino con la devoción, las visitas y la presencia en la calle cada Miér- coles Santo.

RAFAEL CARMONA

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GRANOS DE ARENA QUE SE HACEN DE ORO

PASIÓN EN CÓRDOBA

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