ESPECIAL PASIÓN EN CÓRDOBA 2022

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corona de Ángel Redel, verdadero forjador de la icono- grafía clásica de la Reina de Córdoba, que sería corona- da canónicamente con la misma joya el 9 de mayo de 1965. El periodista Jesús Cabrera, cronista de la corpora- ción, desveló en su momento las fuentes de las que ha- bía bebido el orfebre cordobés. Peidró, que realizó un di- bujo plenamente arquitectónico, encontró cierta inspi- ración —sin afán copista— en los retablos mayores de San Francisco y la Compañía. De alguna forma, se había creado un modelo. El orfebre Alfonso Luque recogería esa estela en 1977 siguiendo el diseño de Rafael y Andrés Valverde Luján

para cincelar la corona de María San- tísima Nazarena. La pieza constitu- ye un auténtico retablo circular sepa- rado en capillas —la plata dorada para los fondos y en su color para las imá- genes— que nos permite hablar de un modelo cordobés definido que habría merecido más continuadores. En la capilla central figura Jesús Nazareno. La génesis había estado en la coro- na de los Dolores que dentro de su imaginería recoge unos relieves de los Siete Dolores que rodean el canasto, inspirados en unos cuadros pintados por Joszef Janssens para la catedral de Amberes que habían sido repro- ducidos en la revista Blanco y Negro en 1926. Eso sí, de los siete sólo se hi- cieron cinco. Esos motivos volverían a inspirar al pintor y diseñador Ra- fael Díaz Peno —autor de la impron- ta estética de la cofradía de la Mise- ricordia— para pintar los medallones de los respiraderos del paso de palio de la Virgen de las Lágrimas, estrena- dos en 1950. La Virgen de las Lágrimas, preci- samente, sería coronada litúrgica- mente el año 1954 con la corona que

Sobre estas líneas, Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo, con su corona de salida. Arriba, un detalle de la de Nuestra Señora de los Dolores

se había encargado dos años antes al propio Peidró, cuyo prestigio profesional y madurez artística estaban más que consolidados a comienzos de esa década. La junta de gobierno de la corporación del Miércoles Santo hizo suyo el deseo del vicehermano mayor de la época, Pedro Rojas, que quería ofrendar una corona de plata que sus- tituyera a la sencilla pieza de serie que venía luciendo la antigua Virgen de los Dolores Chicos desde su incorpo- ración como titular de la cofradía bajo la advocación de las Lágrimas. Peidró aceptó el encargo el 21 de octubre de aquel año —recoge Antonio Varo Pineda en el libro ‘Nazarenos blancos’— comprometiéndose a presentar un proyecto que debía ser aprobado por la junta. En el mismo envite, y así lo publicó la prensa del momento, la

La corona de Nuestra Señora de las Lágrimas contiene alusiones a los Santos Mártires y a los patronos de Córdoba, San Acisclo y Santa Victoria

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TRÍO DE REINAS

PASIÓN EN CÓRDOBA

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