Gurme Cádiz N14-Verano 2023
ENTREVISTA
restaurante de 2017. Han sido muchos cambios, y la verdad es que para mejor. Estamos muy contentos con los clientes, la gente repite una y otra vez y lo recomienda a los amigos. También están entrando muchos turistas. Jerez nunca fue una plaza fácil, ¿no? Sobre todo, para el tipo de cocina que tú haces. Jerez es muy clásico, pero la mentalidad está cambiando. Cada vez hay más jóvenes a los que le gusta la gastronomía, gente que antes era más reacia, pero como cada vez se viaja más, abren la mentalidad y se atreven con otras cosas. La tele también está haciendo mucho por ello. Ya se ve al cocinero más como a una estrella, cuando antes se veía como al típico que entraba porque no valía para otra cosa. También es verdad que puede ser un poco excesivo. No somos estrellas ni salvadores del mundo, somos personas que damos de comer. ¿Crees que a algunos se le sube a la cabeza? Si. En este sector, como en todos, hay muchos a los que la fama se le sube a la cabeza. Pero ya digo que no dejamos de ser autónomos, empresarios que tienen que comerse el coco para llegar a fin de mes, y que lo que hacemos es cocinar, no salvamos vidas ni apagamos fuegos. Puedes tener reconocimientos, claro, como nosotros, que salimos en Apicius y nos hizo mucha ilusión, Pero creo que esas cosas no hay que buscarlas, tienen que llegar por el trabajo que hagas. Hay mucha gente que tiene esos reconocimientos, pero tampoco valen para mucho, se creen más de lo que en realidad son. ¿Es cuestión de modas? Puede ser. A mi el otro día el pescadero me dijo que estaba de moda. Yo lo dije que no, y que espero no estarlo nunca, porque las modas se van. Prefiero ser constante. No me vale que un cliente vaya a comer y no vuelva más. Deja dinero, sí, pero prefiero que se lo pase bien, se lo recomiende a sus amigos, lo pase por los grupos de WhatsApp y vuelvan
se fue, y ya me metí yo dentro de la cocina a aprender cosas. ¿Cuándo comienzas en La Bocacha? Yo llevaba tiempo buscando un lugar para llevarlo por mi cuenta. Cogí Las Bridas, estuve cuatro años, pero tuve que cerrar por la crisis. Luego cogí este, que era donde estaba El Cometa. Remodelamos el local y empezamos una nueva etapa. ¿Y qué se come aquí? En La Bocacha lo que tenemos es cocina mediterránea, con pescado frito y a la plancha, marisco, algunos revueltos, carne y la ensaladilla, que es uno de los platos que más gustan a mis clientes. En este tiempo, hemos ido a mejor. El boca a boca a funciona muy bien, la gente conoce el local, les gusta y decide venir. ¿Y qué te parece que Isidro os elija como bar para pasar el día libre? Pues te da mucho orgullo conocer a profesionales del gremio, jóvenes, que están en auge. Que venga aquí significa mucho para mi. Es muy bueno conocer a compañeros de profesión y que les guste lo que hago. ¿Y qué valoras de Isidro? De él valoro mucho todo lo que hace, su restaurante me encanta. Yo también tengo en mente en hacer algo como él, pero con el tipo de cocina que yo hago, cocinando de cara al público. ¿De qué charláis cuando viene? Pues como dice él, de cómo está todo en el trabajo. Tenemos los mismos problemas y eso se lleva gran parte de la conversación. También de las cosas de Jerez, cómo está la ciudad y todo eso. ¿Qué le hace falta a la hostelería en Jerez? Pues atraer más público de fuera. Isidro es diferente, innovador, y creo que puede hacer que vengan más clientes de fuera. ¿Tu has pasado por Tiemar? Si, le he visitado varias veces.
a venir. Para nosotros es un premio, porque significa que estamos haciendo las cosas bien, que el negocio está funcionando. Y si funciona, puedes evolucionar. ¿Qué te parece el nivel de la gastronomía actual en la provincia de Cádiz? Está en auge y creciendo. Jerez tiene dos estrellas, Cádiz ha conseguido una, El Puerto tiene tres, y Chiclana una. Creo que todo eso atrae gente, sitúa a Cádiz en el mapa. Y luego están otros sitios que no tienen estrella, pero en los que se come también muy bien, y atraen a otro tipo de público que después vienen a probar esos restaurantes que están alrededor. El Campero, Antonio, El Muro, en Vejer, donde Paco Doncel está dando fuerte, La Fresquita de Perea, o el Mesón Sabor Andaluz de Pedro Aguilera… Cádiz está fuerte, te puedes venir, hacer una ruta y hartarte de comer muy bien.
Detrás de la barra...
Jesús González abrió La Bocacha, en la calle Paraíso, hace ya siete años. Jerezano, ha desarrollado toda su carrera profesional en su ciudad, y aunque empezó como camarero, su gusto por la cocina le hizo ponerse finalmente al frente de los fogones. En La Bocacha, bar de los de siempre, abunda el buen producto en pescado frito y a la plancha, ensaladillas y revueltos, entre otras cosas. Dice Jesús que le gustaría algo similar a lo que hace Isidro, con cocina a la vista, pero con sus platos. Pero eso será más adelante. Jesús, ¿cómo comenzaste en esta profesión? Yo estuve en La Marea y en Las Bridas. Soy cocinero de vocación, pero en realidad comencé de camarero. Mi hermano, que era cocinero,
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