La mítica fiesta de Halloween del Betis en casa de Benjamín que disolvió Lopera

2 Real Betis Guerra civil, otra vez Los insultos de la afición, «resaca» de Halloween para el plantel SÁBADO 3-11-2001

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Noviembre 2001

Agosto 2000

de bastantes aficionados, muy moles- tos por el escándalo de la fiesta de Halloween en el domicilio de uno de los futbolistas la madrugada del miércoles. Las distancias entre juga- dores, por un lado, y seguidores, téc- nicos y directiva aumentan.

La mañana del viernes se presu- mía agitada una vez aireado el espi- noso asunto de la fiesta, y así fue. El entrenamiento, muy breve (apenas una hora) y suave, se desarrolló en un ambiente tenso, con los profesio- nales en el terreno de juego más apar- tado del público que hay en la ciudad deportiva bética. Con todo, los pupi- los de Juande Ramos pudieron escu- char voces lejanas dedicándole todo tipo de insultos, entre los que desta- caban los relacionados con el consu- mo de bebidas alcohólicas. Concluida la sesión de trabajo, los jugadores se reunieron en el vestua- rio sin la presencia del técnico para hablar del delicado tema. Los infor- madores solicitaron entonces la pre- sencia en la sala de prensa de uno de

los capitanes, Juan Merino, así co- mo de Benjamín, anfitrión de la fies- ta, Joaquín y el propio Juande Ra- mos. Ninguno de ellos quiso compa- recer ante los medios de comunica- ción. Callada por respuesta de los ju- gadores y excusa habitual del entre- nador, que insiste en hablar sólo miércoles y sábado. Los que sí hablaron, y de qué mane- ra, fueron los hinchas que se agolpa- ban en la puerta de la ciudad deporti- va para esperar a los profesionales, dando rienda suelta a su furia conte- nida. Al técnico le pidieron mano du- ra con sus hombres. A la gran mayo- ría de los jugadores, improperios de todo tipo. Primero fueron Joaquín y Amato los que aguantaron el chapa- rrón dentro de sus lujosos vehículos.

SEVILLA. E. Barba C omo en aquel agosto del 2000 fatí- dico para el club bético, el seno de la entidad vuelve a sufrir un importante incendio que habrá que extinguir con celeridad. La plantilla sufrió en la mañana de ayer las iras

¿Qué celebraban los jugadores?

Por M. FERNÁNDEZ DE CÓRDOBA

D ICEN ser profesionales, pe- ro, en muchos casos, sólo a la hora de exigir derechos y no a la de corresponder con deberes. No se les puede pedir que ganen los partidos porque, dicen, el fút- bol es un juego, y llevan razón; tampoco se le puede medir, salvo en casos estrepitosos, el rendi- miento, ni se le puede dejar un duro sin pagar porque se van a la Afe, ni siquiera reclamarle la mí- nima cuota de responsabilidad cuando, por ejemplo, en el caso del Ceuta, caen en la Copa del Rey con ridículo incluido. Pero a la hora de pedirles, al menos, que cumplan el reglamen- to interno del club, que dice que tienen que estar en sus casas a las once y media y descansando y que debería ser tan sagrado como el contrato o las primas, se lo pa- san por el forro de las calzonas y se permiten el lujo de organizar

una fiesta —¿Qué celebraban? ¿Lo de Ceuta? ¿La imagen que die- ron en el Nou Camp?— y que el propio presidente, con el gerente, el entrenador, el preparador físi- co y el secretario técnico lleguen a las cuatro menos cuarto la ma- ñana para ponerle fin. Fue el miércoles ese del invento del Ha- lloween, algo tan tradicional y tan nuestro que puede ponerse co- mo alegación para no perdérselo. A esas horas, al parecer, sólo quedaban nueve, cuatro extranje- ros, dos nacionales y dos cantera- nos, pero antes, estuvieron casi todos. Se supone que porque casi todos tenían que celebrar una fiesta aunque, imagino, el jueves hubiese entrenamiento y maña- na domingo se jugara un partido en el que, se supone, estarían pen- sando para sacarse la espina de los últimos resultados. fdezdecordoba@abc.es

LEY DEL SILENCIO EN TODO EL CLUB

Los expedientes de sanción podrían salir a la luz después del derbi

pedientes sancionadores a todos los que se encontraban en la fiesta privada. Dichos informes podrían conocerse con más detalle después del derbi, ya que no se quiere des- estabilizar aún más al plantel de cara a un partido tan importante como el de rivalidad local. La apli- cación de las normas internas del club pueden conllevar consecuen- cias muy duras para algunos con precedentes en estas lides.

SEVILLA. E. B. Desde la cúpula del club bético se ha ordenado no hacer declara- ciones sobre el asunto de la fiesta a los consejeros de la entidad. Ni siquiera los juristas pueden valo- rar el affaire , limitándose todos a comentar que se trata de «un tema de régimen interno». Tampoco habrá comunicado ofi- cial por parte del club. Lo que sí parece claro es que se abrirán ex-

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