PASIÓN EN SEVILLA ENERO 2024
∑∑∑ ma. Si es un deber y un derecho, ¿dónde me sustento yo jurídicamente para establecer el ‘numerus clausus’? Eso me lo tendrá que decir alguien. ¿Pero yo y quiénmás? Pue- de ser que yo tome la decisiónde establecer ‘numerus clau- sus’ y aparezca colgado del Arco a lamadrugada. —¿La solución pasa por exigir a los nuevos hermanos dos o tres años de antigüedad antes de vestir la túnica? —Nosotros hemosmanejado ese tema. En el último cabil- do extraordinario aprobamos que para participar con voz y voto en un cabildo general, dada la trascendencia de las decisiones que se toman, el hermano debe contar con tres años de antigüedad. En cuanto a la participación en la co- fradía, nosotros ya observamos que el hermano debe te- ner un año de antigüedad. Es decir, nosotros ya tenemos uno y hay quien no tiene ninguno. No sé si exigiendo dos o tres años, una hermandad como la Macarena, con casi 17.000 hermanos, no seguiría teniendo el mismo proble- ma. Ya no quepo con 3.500, ¿cómo hacerlo con 4.000? —La hermandadno podrá sostener este esfuerzoduran- temuchos años, sobre todo si continúa este ritmo… —Yo creo que no. Quizás este año podamos salvar losmue- bles. Ya no sé si el que viene. Aun así, alguienme tiene que explicar por qué la Macarena con tres mil y pico nazare- nos deja tiempo de adelanto. Alguien me lo tiene que ex- plicar. Yo digo que no sé de cofradías, pero no soy tonto. Y contar sé. Alguienme tiene que explicar qué hacen cofra- días con lamitad de nazarenos que losmíos y dejan tiem- po de retraso. Alguien está haciendo mucho y hay quien no está haciendo lomínimo para ser solidario. —¿Está usted conforme con la actual configuración de laMadrugada? —Amí me gusta como está. Y digomás, tampoco hay que hacer grandes barbaridades. LaMacarena ya cedió. ¿Qué le pueden pedir más a laMacarena? La gente se olvida de que yo en plena campaña electoral me jugué el cuello re- nunciando a pasar por Cuna y la Anunciación, proponien- do regresar por la Alfalfa y asegurando que entraríamos a la una. Oiga, este hermanomayor tiró por la Alfalfa y no pasó nada. Hicimos un gran esfuerzo y, gracias a ello, mis hermanos y queridos amigos de los Gitanos tuvieron ese alivio tan grande del parón al que le sometíamos al tirar por Cuna. Cambios de esa dimensión, de ese calado, ¿no lo puede tener alguienmás sin necesidad demover la nó- mina? Porque la nómina amí nome la van amover. El Si- lencio, el GranPoder y laMacarena, eso no se toca. La con- cordia no se toca. En eso estamos talmente de acuerdo Ig- nacio Soro y yo. ¿Por qué voy a tocar la concordia? ¿El problema es la concordia? El problema es que debería- mos, entre todos, ser un pocomás solidarios. Todos. —Usted es de lo que ha defendido en alguna ocasiónuna variante de itinerario para que su cofradía recorra la Alameda desde Relator sin necesidad de tirar por Co-
rreduría. ¿Lo veremos? —Se lo dije al diputado mayor de go- bierno. Yo creo que estéticamente la cofradía tendría que ser la repera. Ver el paso del Señor y todo el cuerpo de los armaos, eso tiene que ser la repe- ra. Y ya la Alameda no es lo que era, para que me digan a mí que qué ha- cemos por laAlameda. Odichode otra manera, nadieme dirá amí que laAla- meda no es macarena. Es una cosa que me gusta. —Pues le quedan dos Semana San- tas por delante... —A ver si convenzo a alguno de estos. Lo voy a intentar, eh. —Usted es un hombre de interiores. ¿Le gusta lamagna del año que vie- ne: el formato, la concepción, su ido- neidad…? —Mira, con lamagna del año que vie- ne… yo es que tengo tantas cosas en las que pensar y tanto que hacer den- tro de la hermandad en el contexto de la caridad, en la reforma ymejora de mis cultos, el enriquecimiento, la bús- queda de predicadores que hablen con un idiomaque el pueblo entiendahoy… Estoy tan ocupado en eso, que de la
magna del 24 lo único queme importa es queme llamó el arzobispo, me dijo que si quería salir y le dije que sí. Us- ted es mi jefe, qué quiere que le diga. Pero es que yo no pienso en lamagna, porque en estemomentono sé ni cuán- do tengo que ir –y nome importa decir esto–, no sé cuán- do tengo que ir. Sé que tengo que salir el 8 de diciembre, muy bien, pero ¿cuándo tengo que ir? ¿El 6? ¿El 7?Ni tam- poco sé por dónde tengo que volver. No sé nada. Entonces, lamagna…Yo digo, si las cosas no dependen de ti, José An- tonio, no te ocupes de ellas. ¿Demí qué depende? Eso que está ahí a la izquierda, la calle Don Fadrique, la asistencia social, las necesidades vitales que están ahí. ¿De mí qué depende? La comida que tengo esta semana con el cate- drático de Psiquiatría, Benedicto Crespo, jefe del servicio de Psiquiatría del Virgen del Rocío, para desarrollar el área de saludmental en la hermandad. ¡Cómome va a distraer a mí de eso la magna! ¿De mí qué depende? La reunión que tengo con Manuel Pérez, jefe del servicio de Cirugía Oncológica del Vall d’Hebron, y Juan Antonio Virizuela, para desarrollar el área de salud oncológica. En ambas áreas se van a prestar servicios de información y tiempo. No tienen ni la Seguridad Social ni la privada tiempo para informar debida y adecuadamente a los pacientes. Hazte
28
PASIÓN EN SEVILLA
LAS MANOS ABIERTAS DE LA REDENCIÓN
Made with FlippingBook - Online Brochure Maker