PASIÓN EN SEVILLA ENERO 2024

M ientras este reportaje toma cuerpo, se encien- den noche tras noche en las viviendas de unas treinta familias sevillanas las candelas de la Janucá. Una a una se prenden junto a la ven- tana, en recuerdo de un milagro que narra la tradición hebrea: el candelabro del Templo pudo mantenerse en- cendido durante ocho días seguidos, pese a que sólo ha- bía aceite para uno. Así sucedió durante siglos en las ca- llejas de la judería, hasta que las autoridades pusieron a los judíos sevillanos ante la diatriba: conversión o expul- sión. Más allá de ello, los conversos siguieron siendo es- tigmatizados. La Semana Santa, como reflejo de la so- ciedad que la ha hecho y la hace, guardamemoria de esto. Sevilla, quizá porque en ella latía el corazón del mun- do, fue centro del antisemitismo y del anticonversismo. Las huellas más evidentes de ello tienen que ver con la presencia de personajes hebreos que se muestran des- figurados, maltratados, deformes, con signos de feal- dad evidentes o con la exageración de determinados ras- gos que se han puesto en conexión con lo judío (la na- riz prominente sobre todo). Los encontramos en los

llamados pasos de tribunal. A este respecto es lógico pensar en el misterio de la Amargura o en el de San Gonzalo, pero hay una lecturamás profunda. El catedrático de Historia Medieval Manuel García recuerda cómo, en su infancia a prin- cipios de los años sesenta, en un pueblo del Aljarafe su abuela le recordaba por Semana Santa lo malos que eran los judíos. Le preve- nía de que el Jueves Santo estos intentarían robar hostias consagradas para profanarlas: las enterrarían en el suelo con el fin de evitar la resurrección de Cristo. Pero es que además el Viernes Santo los niños tenían que visitar las iglesias y estar protegidos porque «esta- ban los judíos sueltos», que tenían la costum- bre de raptar niños para crucificarlos: «Mi abuela me contaba estas cosas para que ese día fuéramos a misa. Había que evitar que los judíos entraran en los templos para robar las formas y de esa manera conseguíamos prote- gernos para no morir crucificados. Eso pasa- ba en Carrión de los Céspedes hace unos se- senta años». Un hecho que ejemplifica la in- teriorización de determinadas prácticas antisemitas que hunden sus raíces en la Edad Media. Ejemplo igualmente de ello es el altar de Santo Dominguito del Val en la parroquia de San Nicolás: el niño que según la leyenda fue crucificado por judíos en Zaragoza. Ese poso de antisemitismo en relación con la Semana Santa responde a varias razones históricas que por otra parte pretende expli-

MUSEO MUSEO NACIONAL DEL PRADO

Detalle de la fuente de la Gracia del Taller de Jan van Eyck. Imagen de la exposición ‘El espejo perdido. Judíos y conversos en la España Medieval’

56

PASIÓN EN SEVILLA

LAS MANOS ABIERTAS DE LA REDENCIÓN

Made with FlippingBook - Online Brochure Maker