PASIÓN EN SEVILLA ENERO 2024

Los judíos que rechazaban a Jesús en la entrada de Jerusalén del retablo del Sagrario que talla Pedro Roldán se identifican por sus ridiculizantes sombreros

car la magnífica exposición que acoge el Museo del Pra- do ‘El espejo perdido. Judíos y conversos en la España medieval’. La muestra analiza las representaciones de los hebreos y sus rituales y la pervivencia de una cultu- ra visual antijudía y anticonversa en la que, por cierto, las imágenes de la Pasión de Cristo tienen especial im- portancia. Obstinados y ciegos Como indica Felipe Pereda, los judíos fueron represen- tados frecuentemente como ciegos, o incapaces de leer las escrituras correctamente. Así se comprueba en la obra expuesta ‘La fuente de la vida’, atribuida a Jan Van Eyck donde un grupo de obcecados hebreos, que repre- sentan a la Sinagoga frente a la Iglesia, se desespera por- que no puede desentrañar el misterio que tiene ante sí. De igual manera cada Sábado Santo podemos ver en el misterio del Sagrado Decreto de la Trinidad, a los pies de Dios Hijo la figura de una mujer dormida: es la Igle- sia Antigua o la Sinagoga, que espera a ser despertada y vivificada por la sangre de Cristo. El mismo concepto que permanece. Y es que la sangre es, como indica Borja Franco en su artículo sobre la imagen de los conversos, un asunto fun- damental porque «dicho fluido era portador de identi- dades, e incluso comportamientos y actitudes», algo que explica el establecimiento de los estatutos de limpieza de sangre en las cofradías sevillanas. Se entiende de los cristianos nuevos no tenían una sangre limpia. Este elemento también nos remite a las cofradías de sangre. Su nacimiento está relacionado con las prédicas de San Vicente Ferrer, que en 1410 visita Sevilla. Era ha- bitual que desde el púlpito, como medida persuasiva ha- cia la conversión, aconsejara a los cristianos ciertas prác- ticas que perseguían la conversión de los hebreos: du- rante algunos días había que molestarles, no atenderles en las tiendas… en definitiva hacerles el vacío en la vida social. Ferrer consigue conversiones en masa que a su vez suscitan desde mediados del siglo XV el rechazo a los conversos y el nacimiento de la Inquisición. Se sos-

Los judíos fueron representados frecuentemente como ciegos o incapaces de leer escrituras correctamente

El Viernes Santo los niños tenían que visitar las iglesias y estar protegidos porque estaban «los judíos sueltos»

«Sin lugar a dudas hubo muchos judeoconversos en el Silencio y no fueron pocas las hermandades que durante los siglos XVI y XVII sirvieron para limpiar la sangre de los nuevos cristianos»

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LAS MANOS ABIERTAS DE LA REDENCIÓN

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