PASION EN SEVILLA Nº 150 Octubre 2024

Campana de papel

Broche de oro del Congreso

La coronación de la Virgen de la Estrella se presentó como el broche de oro del I Congre so de Hermandades y Religiosidad Popular. El propio arzobispo designó a la imagen trianera como «Estrella y guía que anuncia y señala el camino que es Cristo» y «luz del nuevo milenio», en línea con el magisterio del Papa Juan Pablo II que los obispos del Sur de España había recogido en el docu mento de 1993 ‘María, estrella de la evangeli zación. La fuerza evangelizadora de la piedad popular’. En el balance del congreso, monseñor Amigo «insistió en que las previsiones realizadas por los organizadores los han superado, ‘tanto en la participación numérica, porque nosotros habíamos hecho cálculos para 1.500 congresistas y hemos estado cerca de los dos mil, sino porque las personas que han estado en la Catedral durante el congreso han participado de forma activa en las diferentes sesiones».

trella tenía que ir a la Catedral y fue. Luchó contra la lluvia y ganó la par tida. Apostaron en San Jacinto por la ida ayer domingo y no se equivoca ron. Y es que Ella no podía quedarse en casa. Sus hijos, agolpados desde primera hora de la mañana, la espe raban con los brazos abiertos para pi ropearla, para alabarla, para llevarla en volandas al templo metropolitano. Por eso, una vez más, Ella, María San tísima de la Estrella, desafió a las con diciones climatológicas y volvió a ser, de nuevo, ‘la Valiente’». El traslado estaba previsto para las 9.30 de la mañana pero el día había amanecido metido en agua y no había manera de sacar un paso a la calle. Fi nalmente, se fijó las tres y media de la tarde como hora de partida, apurando para llegar a la Catedral antes de que anocheciera. Llegó a salir a los sones de ‘Estrella sublime’ interpretada por la banda de la Oliva. Luego, ‘Corona de Estrella’ de Bienvenido Puelles, que el mismo au tor escuchó emocionado con lágrimas en los ojos en la calle San Jacinto. Pero… «pero el agua volvió a aparecer. No ha bía llegado el palio al Altozano cuando descargó un aguacero y se oscureció el cielo. Fuerte caía la lluvia y, de pronto, se decidió volver al templo. Entonces tre Luc tida ida ron enc prim raba rope env Por e tísim dicio de nu El 9.30 aman mane nalm tarde paral anoch Lle sublim la Oliv Bienve tor esc en los o «pero e bía lleg

Pero la fiesta grande ocurrió en el trayecto de vuelta, en la madrugada del día de Todos los Santos. El periódi co del 2 de noviembre, Juan José Borrero firmaba la cró nica: «Faltaban pocos minutos para las cinco de la madru gada. El paso de la Estrella arriaba en su capilla. Los her manos cantaban la salve con las puertas de par en par. Se asomaba curiosa Triana. Eran los últimos renglones de un guión cumplido tal como lo habían soñado quienes desde 1996 anhelaban la noche más hermosa de San Ja cinto, una fugaz primavera en un postrero octubre». Y seguía narrando: «Diez horas duró la procesión ex traordinaria de la imagen coronada. Cual Domingo de Ra mos, aunque con itinerario en dirección única. Siempre sobre los pies, con chicotás eternas, ni siquiera un arran que de alivio cuando excepcionalmente los tambores mar caban la marcha». Triana, en efecto, estaba de enhorabuena. Al día si guiente, 2 de noviembre, el arzobispo Amigo y la conse jera de Cultura, Carmen Calvo, firmaban un convenio para la restauración del retablo de Pedro de Campaña de la real parroquia de Santa Ana junto a otros bienes muebles de la archidiócesis y la rehabilitación de seis templos: el Salvador, Santa María la Blanca y la iglesia del Buen Suceso en Sevilla capital, y los de San Miguel en Morón, Santa María de las Nieves en Alanís y San Pe dro en Sanlúcar la Mayor.

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Triana entera comenzó a llorar de rabia, de impotencia. La Virgen se volvía a casa. No podría llegar a la Catedral [...] Hay desconcierto –cara desencajada en el hermano mayor y los miembros de la junta de gobierno– y, de pronto, decisión inapelable: ‘Vamos a la Catedral aun que sea a paso de mudá’, se oye entre los costaleros. Y los trianeros, con los ojos completamente empañados, gritaban al unísono que ‘no os podéis volver atrás, aquí estamos para lo que haga falta. Ciriales de nuevo hacia el puente y revirá del palio a los sones de ‘Estrella Su blime’. Fiesta en Triana, fiesta en Sevilla».

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CORONA DE ESTRELLAS

PASIÓN EN SEVILLA

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