Pasión en Sevilla, Semana Santa 23
La Semana Santa en un Recuadro
Endecasílabos carreteros del XIX
almirante de rosas en el Parque, y a una Reina de peina y de mantilla. En la Acera del Negro la cuadrilla. recuerdos de almacén de los Contreras, de aquel manto que ardió, de aquel dibujo: García Ramos pintando a las Antúnez, preste de misa y olla tras el paso, monaguillos de mueca y picardía. La hermandad tan romántica te evoca viejo barrio de muelles y fragatas, faluchos, bergantines y goletas, tinglados y vapores de Sanlúcar y de barcos que llevan a Inglaterra aceitunas, naranjas de Sevilla, la mermelada amarga de Lord Wellington, y donde los correos antillanos desembarcan sus cantes de ida y vuelta mientras de Oriente, Compañía de Indias, el mismo Mister Pickmann en persona trae pintores de loza cartujana. Recuerdos de Juan Castro, de Montoto, de Adolfo Cuéllar con su manigueta. Aquí está la Sevilla más antigua: flor de lis, Montpensier, la Corte Chica, la Infanta Luisa, las Delicias Viejas, que es San Telmo el Versalles que protege a esta humilde capilla carretera, donde la Virgen reina en Soledades. No está hoy sola la Virgen en su palio, que es Menor el Dolor si la acompaña en sus tramos la Historia de Sevilla: con su cirio va el siglo Diecinueve. En la tanda más alta las marías lloran rimas de Bécquer hechas cera. Las saetas recuerdan madrigales que acaba de escribir Antonia Díaz. Y en la calle La Mar ya se incorpora el alcalde García de Vinuesa secándose las lágrimas de rabia en la piedra llorosa de este mármol de la freiduría centenaria. Ni Cuba se perdió ni Puerto Rico, cuando en la tarde antigua de este Viernes Castelar en la calle de su nombre proclama: «Grande es Dios porque le llaman Cristo de la Salud los carreteros».
POR ANTONIO BURGOS
Publicado en ABC el 6 de abril de 2007
Es luz de cuadro de Barrón que vuelve cada Viernes contigo al viejo barrio. El mismo nombre de su Luz pregona tu Virgen de la Antigua en este paso, que es como un galeón que va a La Habana, (por eso cruza cuando cae la noche delante de la Casa La Moneda, la Sevilla a que Cuba puso nombres de toda la grandeza que perdimos). Eres niño de nuevo y ahora aprendes cuatro reglas de tiza y pizarrines, a sumar aritméticas solemnes: diez son los seises, cuatro las esquinas de Jesús en su cuna por las Pascuas, y Tres Necesidades de esta Virgen: escaleras y sábana y sepulcro. Al Señor en su Cruz dos escaleras ya le presta la voz de los tambores; el sepulcro lo pone el cielo triste de esta tarde de oficio de tinieblas; y la sábana llega en las esquinas, de la cal que amortaja al Cristo muerto, Señor de la Salud por Toneleros, resucitando cada primavera, invicto de la muerte por su barrio, geranio que en abril vuelve a la vida. Llegan los nazarenos por Pavía, por Rodo, por Malhara y Adriano, por las calles del barrio, tan desiertas. Va a salir la hermandad dentro de un rato, túnica azul y cruz de Santiago. Los nazarenos por la estrecha puerta. agachan la cabeza, repitiendo como el eco de antiguas cortesías: Viernes Santo lejano de unos palcos de Alfonso Trece con Victoria Eugenia, inclinándose azules capirotes para pedir la venia a un Rey de España,
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PASIÓN EN SEVILLA
SEMANA SANTA 2023
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