Premios La Voz de Cádiz- ESPECIAL 18 AÑOS LA VOZ 2022

S U P L E M E N T O E S P E C I A L S Á B A D O 0 8 . 1 0 . 2 0 2 2

8 18 AÑOS DE LA VOZ

«Enel articulismo, unonodebe fiarsemuchode símismo» FelipeBenítezReyes Poeta ynovelista

menos un libro de cocina o de aforismos sapienciales. (Risas de ambos) -JesúsMaeso dice que se ha pasado del escritor famoso al famoso escritor, ¿es unproblemaqueparavender librosque haya que ser conocido por el público? –Eso ha ocurrido desde casi siempre, la coexistencia de una literatura de consu- mopopular ydeuna literatura sinadjeti- vos. No es una coexistencia problemáti- ca. Haymucha diversidadde intereses en el público lector. –Resulta inevitablepreguntarleporAl- mudena Grandes (premio LAVOZ en 2008), ¿tan viciado está el panorama que, pesea suvalor literario, todo loque rodea su figura está tanpolitizado? –Ese el signode los tiempos, segúnpare- ce. Almudena tuvo un posicionamiento ideológicomuyclaroyvehemente, loque, de rebote, implica una valoración extra- literaria de su obra por parte de algunos que estánen la orilla ideológica contraria. Unescritor es esencialmente suobra, pero en este caso se ha pretendido reducir su figura a unas cuantas opiniones. Pero el caso es que su obra sigue y seguirá ahí. –¿No le sorprende loprontoqueolvida- mos anuestrosescritores?CaballeroBo- nald (reconocidoconel premioLAVOZ en 2007) pareciera que hubiera falleci- dohace 50 años. –Eso es un fenómeno habitual. Al morir, el escritor queda enuna especiede limbo. Tieneun repunte informativo en los días posteriores a sumuerte, pero, al poco, el públicoya está enotras cosas. Pasó, no sé, conAlberti yVicenteAleixandre, conUm- bral yCela, que fueronmuymediáticos. La avalancha denovedades actúa encon- tra de la retrospección lectora. Prima la curiosidad por lo nuevo. -Usted tiene una vasta obra en relato, novela y poesía ¿Cada vezmás nosmo- vemos en términos de frontera con los géneros? ¿Se hanvueltomás híbridos? –Sería un asunto un poco espinoso. Los géneros pueden contaminarse entre sí, pero no resulta conveniente confundir- los. Es ciertoque los géneros noestán tan reglamentados comoantesyhayuna cier- ta búsqueda demixtura, de hibridación estilística. Tododependerá, en fin, del re- sultado, no del propósito. –¿De qué depende que opte por un gé- nero o por otro a la hora de escribir? –Depende de lamodalidadde la ocurren- ciaquehaya tenido. La inspiraciónnopasa de ser una ocurrencia, unamera chispa, que exigeundesarrollo, por lo general la- borioso.A fuerza de experiencia, ya sabes qué ocurrencia puede aplicarse a unpoe- ma o a un texto narrativo. –Sus obras son, enmuchas ocasiones, juguetonas. Con el humor, con el len- guaje, conlas complicidades. ¿Temeque todas esas posibilidadesnarrativas que- denaplastadaspor el nuevo lenguajede las redes sociales o este puede permitir también cierto juego intelectual? –Nocurioseomuchoenlas redes, quepue- den resultarmuymareantes y, al parecer, muy adictivas. Perodevez encuandome asomo, por tomarle un poco el pulso a la realidad, y descubro a gente conmucho ingenio ymucha gracia. Abunda la ram- plonería, pero también haymucha agu- deza suelta por ahí.

El escritor roteño, galardonado con el premio LA VOZ, ha vivido los cambios en las empresas informativas en sus 30 años como articulista de opinión :: A. G. LATORRE CÁDIZ. Cuando sehabla deFelipeBení- tez Reyes, se está hablando de literatura conmayúsculas, de la quequeda grabada, mejor que en piedra, en los libros de tex- to de las generaciones venideras. Ha sido unode los galardonados eneste2022 con los premios LAVOZ, que reconoce como «muyespecial»por lavinculaciónque tie- ne con los medios de comunicación. No en balde, lleva tres décadas como articu- lista de opinión. Enese tiempoha vivido el cambiodemodelo informativo, que se ha idodespegandodel papel parahacerse cada vezmás ymás digital. –Este 2022 el periódico cumple 18años ¿cómo ha cambiado en este tiempo la relación del lector con los periódicos y con los articulistas? –Antes, cuando publicabas un artículo, eramuy raroque tuvieras unecodirecto, no sabías si el lector estaba de acuerdo o si se irritaba por lo que decías allí. Ahora, con las ediciones digitales, ya tienes cons- tancia inmediata de su repercusión gra- cias a los comentaristas anónimos, y sue- len predominar las opiniones negativas, cuando no las agresivas, que a veces dan hasta miedo, porque adivinas ahí una mentemuydañada. Laprensaha cambia- do mucho enmuy poco tiempo, sobre todoporqueha cambiado su soportepre- dominanteyhemos pasadodel papel a la pantalla.Ahorael periodismo riguroso tie- neun rival alarmante, el de la falsa infor- mación. Nopuedo saber hasta qué punto esa falsa informaciónva ganando terreno a la informaciónveraz o almenos objeti- vada, pero parece claro que ese fenóme- no está creandouna distorsión social que puede resultarmuy peligrosa. Hay quien lee noticias tendenciosas o puramente disparatadas y las da por buenas, en par- te porque cada cual cree en lo que quiere creer de antemano. El prejuicio es una es- pecie de pensamiento estático. De pen- samiento que no se para a pensar. –¿Leafectaeseeconegativoa lahorade escribir? –Me gustaría suponer queno.Cuandoes- cribounartículo, nomepropongoprovo- car, sino reflexionar y transmitir esa re- flexión. Si alguien se siente increpado o se irritaes algoque se contemplaen las re- glas del juegodialéctico.Todos los que lle- vamos bastantes años en este oficio he- mos escrito de vez en cuando tonterías,

Felipe Benítez Reyes, durante el acto. :: ANTONIO VÁZQUEZ

taformasdigitales ¿haempeoradoel ni- vel del articulismo? –Hayde todo.Almultiplicarse losmedios de comunicación, también sehanmulti- plicado los articulistas, queenmuchos ca- sos no pasan del nivel del amateurismo. Yo los artículos losmeditomucho. Sepu- blican en sábado, pero los escribo el jue- ves y los repaso el viernes. Creo haber aprendido que uno no debe fiarse dema- siado de sí mismo, de sus opinionesmo- mentáneas. Las ocurrencias sonmuyúti- les, perohayque someterlas aunexamen. –Lehe leídoque, enestos días, da la im- presióndeque seescribemás que se lee e, incluso, sepublicamásqueselee. ¿Hay una avalancha de libros condenados a no leerse? –Hace poco leí un estudio que indicaba que algo así como el 80%de los libros que se publican no venden ni 50 ejemplares. El fenómenode la autoediciónha contri- buido a que haya muchos más libros de los que ya había en unmercado sobresa- turado, aunque la granmayoría de esos li- bros no entran en los circuitos comer- ciales y se limitan a circular por ámbitos amistosos y familiares. Lo curioso es que los índices de lectura no dejan de crecer. No sé cómo la gente puede sacar tiempo para leer libros si está ocupada escribien- do libros. Tras la pandemia, es difícil co- nocer a alguien que no haya publicado al

«Ahora el periodismo riguroso tiene un rival alarmante, el de la falsa información»

eso es inevitable; a veces, porque el curso de la realidadcontradice tupercepción ini- cial de un asunto. Lo que hoy parece una evidencia,mañana puede convertirse en un despropósito. Para un articulista, lo fundamental es queno se imponga sues- tado de ánimo cuando escribe. El artícu- lo debe partir de una reflexión, no de un arrebato. –Sinembargo, ahora en los artículos de opiniónparecequeprimael exabrupto, la provocación. –Ahora, enalgunosmedios, sepercibeuna tendencia creciente a hacer ruido. No sé si me he quedado anticuado, pero, insis- to, el articulista debe aportar algo razona- ble a la interpretaciónde la realidad. Una de sus funciones sería la de abrir undeba- te colectivo, no soltar loprimeroque se le pase por la cabeza. Nome parece conve- niente confundir el artículo con un ser- món airado o con un desahogo. Eso debe quedar en familia, no enun periódico. –Con la proliferación demedios y pla-

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