Sevilla Mucho por Descubrir

20 /// SEVILLA, MUCHO POR DESCUBRIR

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COMARCA DEL ALJARAFE

Tierra de leyendas, la comarca del Aljarafe se ha convertido en la mayor aglomeración urbana del Sur de España. Pero más allá de ser una «ciudad dormitorio», el Aljarafe es una tierra llena de leyendas, tradiciones arraigadas y una cultura propia Asomados al balcón de Sevilla

ALJARAFE

Municipios Albaida del Aljarafe, Aznalcázar, Benaca- zón, Bollullos de la Mitación, Bormujos, Camas, Carrión de los Céspedes, Casti- lleja del Campo, Castilleja de la Cuesta, Castilleja de Guzmán, Espartinas, Gines, Huévar del Aljarafe, Olivares, Pilas, Sal- teras, Sanlúcar la Mayor, Santiponce, Tomares, Umbrete, Valencina de la Con- cepción, Villamanrique de la Condesa, Villanueva del Ariscal Territorio Altitud sobre el nivel del mar : 2.358 Metros Extensión total: 1.088,1 km² Porcentaje de superficie provincial: 7,73 %

A l oeste de la capital his- palense, en una franja de tierra elevada, la comarca del Aljarafe se asoma a Sevilla. No en vano al Aljarafe se la co- noce como el balcón de Sevilla. Es fácil imaginarse a los prime- ros pobladores de estas tierras haciendo lo mismo. Dejando su huella allí, instalándose a cierta distancia de la incipiente me- trópolis que era Sevilla pero lo bastante cerca como para no perder de vista su evolución y desarrollo. En una tierra fértil. Con excelentes recursos natu- rales. Bañada por las aguas del Guadalquivir y limitando con Doñana. Forman parte de esta comarca 23 municipios en los que viven más de 230.000 personas. En las últimas décadas el Aljara- fe ha experimentado tal creci- miento que se ha convertido en una de las zonas más pobladas de toda Andalucía. Cada municipio tiene unas tra- diciones y esencia propias, una

gastronomía basada en produc- tos autóctonos, una forma de ver y entender la vida. Sin embargo, todos guardan aún parte de ese origen común, esa línea que los ha convertido en protagonistas de la historia de Sevilla y que aún hoy puede seguirse en algunos rincones de cada municipio. Las huellas de Tartessos Pero empecemos por el princi- pio. Los primeros pobladores llegaron a estas tierras a finales de la Edad del Bronce. Puede se- guirse su rastro en los Dólmenes de Valencina y Castilleja de Guz- mán. Pero la que se considera la primera cultura aljarafeña es la tartésica. Una civilización a la que se le atribuyen grandes avances como el origen de la es- critura occidental, la civilización urbana y su organización social, política y económica. De esta cultura quedan en el Al- jarafe algunos vestigios como restos de cerámica y el conocido como Tesoro del Carambolo, ha-

El Aljarafe ha sido una zona habitada desde la Antigüedad

La antigua ciudad romana de Itálica es uno de los grandes atractivos de esta comarca

Aljarafe

Aljarafe y la convierten en una comarca rica ante la que es difí- cil no caer rendido. Un auténtico «vergel» Fueron los romanos los prime- ros que denominaron al Aljarafe como «vergetum» o, lo que es lo mismo, vergel. Un gran jardín del que obtenían vino y aceite que luego exportaban al resto del Imperio. Y es que las tierras de esta comarca han sido siem- pre propicias para el cultivo. Pero más allá de ello, el Aljara- fe es un auténtico paraíso para los amantes del turismo rural. Consta de rutas ecuestres, sen- deristas y cicloturistas. El Corre- dor verde del Guadiamar, La Ca- ñada de los Pájaros, la Vía Verde de Itálica o Doñana, entre otros, son enclaves idóneos para la práctica de numerosas activida- des deportivas. Las granjas-es- cuelas, las rutas en globo y por el río y las marismas se suman a una oferta variada, rica y con opciones para todas las edades.

llado en Camas y formado por 21 piezas de oro de 24 quilates. Podemos seguir las huellas de las civilizaciones posteriores, como la romana, por restos como el puente romano de Azn- alcázar, los mosaicos de Castille- ja del Campo y, cómo no, la ciu- dad de los emperadores Trajano y Adriano: Itálica. De época musulmana son las torres que podemos ver en mu- nicipios como Olivares o Albaida y las numerosas mezquitas que luego se convirtieron en templos dedicados al cristianismo. En el Barroco, el Aljarafe expe- rimentó un nuevo periodo de esplendor de manos del Con- de Duque de Olivares, el mayor gobernante del monarca Felipe IV. De esta época se conservan en la comarca numerosos res- tos: iglesias, pinturas, retablos, haciendas, conventos, monaste- rios… La huella de todas estas civili- zaciones definen la esencia del

Del mosto al arroz Los recetarios del Aljarafe están protagonizados en buena parte por el mosto, el vino y el arroz. Tres de los cultivos más importantes de la zona. La variedad de su entorno, entre marismas, dehesas y campi- ñas configuran platos variados que saciarán el hambre de los palada- res más exquisitos.

JESÚS SPÍNOLA

Parte del Tesoro del Carambolo, de época tartesia, hallado en Camas

JESÚS SPÍNOLA

El Aljarafe se ha convertido en una zona residencial con una alta población

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