Sevilla Mucho por Descubrir

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Tras la cornisa del Aljarafe a los pies de Sierra Morena, valle del Guadiamar y de su afluente el río Agrio, se abre Aznalcóllar, un paraíso natural que permite al visitante respirar y renovar energías en un entorno privilegiado Un paraíso natural para disfrutar del otoño sevillano AZNALCÓLLAR D ehesas, campiña, ribe- ra y un suave perfil de la incipiente Sierra Morena

Paraíso andaluz

Guadiamar, las que transcurren por el embalse del Agrio, Ma- droñalejo, Dehesa del Campillo, etc. Es habitual también en esta zona la recolección de setas ya que es un terreno donde abun- dan las especies comestibles como el níscalo, el gallipierno, la tana, el tontullo o faisán, en- tre otros. Y como cita singular, en los meses de otoño es posi- ble acudir a la berrea, el perio- do de celo del ciervo rojo, que constituye todo un espectáculo natural. Numerosas zonas recreativas y de merenderos, como el del Pantano, Pino Gordo o la Dehe- sa del Campillo brindan la opor- tunidad de tomar un descanso después de tanta actividad. Rico patrimonio Gracias a su riqueza natural y a su ubicación a los pies de Sie- rra Morena, Aznalcóllar ha sido

GASTRONOMÍA En su gastronomía destacan las tapas de sus bares, entre sus platos, los pucheros, las migas con ajos, calderetas de carnes de caza y los espárragos trigueros; en sus postres, los engañamaridos, masa con vino frita y rociada de azúcar. Son famosos los dulces elaborados con miel de la zona: garrapiñados, torrijas,  pestiños y el piñonate.

Alcalde de Aznalcóllar JUAN JOSÉ FERNÁNDEZ

T uve el honor de ser reelegi- do alcalde de nuestro pueblo en las pasadas eleccio- nes, pero también adquirí la enorme responsabilidad de seguir mejoran-

do la calidad de vida de todos y todas. Aznalcóllar es un pueblo de 6.091 ha- bitantes, con un territorio muy diverso en su extensión y cerca de la capital. Los principales motores generadores de la economía local son la minería, la agricultura y la ganadería, sumándose el sector del turismo como un sector emergente y en expansión. En estos tiempos estamos tratando de explotar nuestro recurso más natural, como el embalse, la sierra y nuestros paisajes, un paraíso andaluz poco conocido, un lugar para escoger con amigos y en familia, para pasear, caminar o mon- tar en bici, con senderos muy bonitos y para todos los colectivos, donde se puede disfrutar de infinidad de prác- ticas deportivas terrestres o acuáticas. Estamos trabajando constantemente e innovando con la puesta en práctica de todas aquellas ideas que sirvanpara hacer de Aznalcóllar el pueblo que fue, el pueblo que queremos y el pueblo que deseamos, que viva de sus recur- sos naturales. Sirva este texto de invitación para que nos visiten, nos conozcan y disfruten de todo lo que nuestro municipio les ofrece: nuestras fiestas y tradiciones, parajes naturales, cultura, gastrono- mía…y así un largo sinfín de encantos. Somos un pueblo abierto y hospitala- rio, serás bien recibido.

Toda esta belleza natural sufrió en 2004 un duro revés debido al incendio de Río Tinto, hecho del que aún se están recuperan- do sus montes. A pesar de ello, Aznalcóllar ofrece al visitante un amplio abanico de activida- des en el medio natural como senderismo y cicloturismo, con la ruta del Corredor Verde del

Desde la localidad de Aznalcóllar, desde su mismo centro, parte una interesante ruta circular que tiene el embalse del Agrio como principal atracción

Ríos, dehesas y sierras, Aznalcóllar devuelve a la retina imágenes imborrables en todas sus rutas

anuncian que Aznalcóllar es un destino para la desconexión. No en vano el 75% del término de Aznalcóllar es sierra. Buena parte de este terreno está sur- cado por lo arroyos y afluentes del Guadiamar, como son el río Agrio; el arroyo Crispinejo, afluente del Agrio y que desem- boca en el embalse del primero; arroyo Los Frailes, también tri- butario del Agrio y a su paso es- taba el desaparecido convento de San Miguel del Tardón. Quienes se adentren en estos confines quizás encuentre al- gún ciervo, gato montés o ja- balí, animales que, junto a los conejos, tejones y liebres for- man buena parte de la fauna de Aznalcóllar. Asimismo, des- taca la diversidad y abundan- cia de rapaces como el águila real, culebrera, gavilán, perdiz, etc. Por ese motivo, los aman- tes de la ornitología tienen un destino idóneo aquí, donde el avistamiento de aves es una ac- tividad popular tanto en la zona de campiña como en la sierra.

siempre una atractiva tierra para civilizaciones de todos los tiempos. La población es de origen celta y por hallarse dentro del terri- torio de la antigua ciudad de Tejada, la Itucci de los romanos, llevó esta denominación y las de Tucci y Tunga. Su nombre actual proviene del árabe Hanz- Al-Kollar (‘recinto amurallado’). No se conoce exactamente la fecha de su conquista, que se- gún los historiadores, debió de efectuarse en el año 1247. De su pasado árabe conserva la Torre defensiva medieval en- tre la Dehesilla y Garci Bravo. Formaba parte de un recinto defensivo más amplio que flan- queaba el Aljarafe. En este en- clave se han encontrado restos cerámicos de época romana. En el Cerro se conservan los restos del Castillo de Aznalcó- llar, de origen en la etapa final de la Edad de Bronce, pasó a manos romanas y luego, árabes. Desde este cerro es posible di-

visar el Aljarafe y la campiña. El Molino del Arroyo de los Frailes, el Puente del Ferroca- rril o los restos del Acueduc- to Romano de Itálica forman parte del patrimonio de la lo- calidad. La arquitectura religiosa tiene su máximo exponente en Az- nacóllar en la Iglesia de Nues- tra Señora de la Consolación, construidas sobre un antiguo hospital en el siglo XVIII. De la

antigua iglesia, de estilo góti- co mudéjar del siglo XIV, sólo queda ya una antigua capilla, denominada «zawiya», ubi- cada en el cementerio, que cuenta con una talla de la Vir- gen del Rosario que fue res- taurada en 1937 por el imagi- nero Castillo Lastrucci. Las capillas de la Cruz de Arri- ba y la Cruz de abajo comple- tan este catálogo de arquitec- tura religiosa.

Aznalcóllar y sus minas Aznalcóllar es conocida sobre todo por sus minas de pirita, explotadas desde tiempos antiguos por los ro- manos. Esta era una de sus principales actividades económicas hasta el cierre temporal de la mina tras el Desastre de Aznalcóllar, desde 1998 hasta 2015. Aun- que la mayoría de la población se dedica a la agricul- tura de secano, sobre todo de cereales y olivos. Actual- mente, se espera la reapertura de la mina.

La Plaza de los Mineros, uno de los lugares más emblemáticos del municipio

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