Andalucia Escapada de Invierno 2022

Cádiz, tacita a tacita en 48 horas

mejor que acercarse a la sala Pay Pay. Consulte la programación, puede llevarse una sorpresa agradable en forma de actuación carnavalesca o espectáculo flamenco. Sábado: paseos, museos y sorpresas Amanecemos en el sábado de este viaje de fin de semana. Dirija sus pasos hacia la plaza de las Flores. Con el estómago aún rugiendo en- tréguese al deleite de oler las flores de la pla- za homónima y mirar de reojo el bello edificio de Correos que la preside. En los aledaños del mercado central hay puestos que venden chu- rros. Puede comprar lo que su apetito demande y tomarlos en alguna de las cafeterías cercanas. Resuelto el ayuno, vamos a subir por la calle San Miguel, en donde nos toparemos con la estatua del arcángel facturada por la Roldana y con el Yacimiento Gadir, que le resumirá lo que era el Cádiz de hace 3.000 años con una didácti- ca exposición (la entrada es gratuita). Cuando salga y acostumbre los ojos a la luz, ponga sus pies rumbo a la calle Ancha. Pasee tranquilo y contemple las fachadas de las an- tiguas casas señoriales del XIX. Dese el capri- cho en algunas de las heladerías del entorno y continúe hasta la plaza de San Antonio, la más grande de la ciudad. Allí, en función del mo- mento en que acuda, puede asomarse al Casino Gaditano (con una decoración que recuerda a los palacios de la Alhambra) y a las exposicio- nes que en ocasiones suelen montar en la Casa Pemán (Fundación Cajasol) y la Casa Aram- buru. Le damos la espalda a la plaza para ir a la plaza deMina. Si le gusta la botánica, pasee por los senderitos que dibuja la plaza para contem- plar las distintas especies de árboles (cuidado con la alergia y con los estorninos, pero no en ese orden). En la plaza se encuentra el Museo Arqueo- lógico (entrada gratuita), lugar imprescindible para quienes tengan aunque sea un mínimo de

centros neurálgicos de la ciudad. Dominando la plaza, literalmente, se encuentra el Ayuntamiento (de un neoclásico algo aburrido). Si avanza por la cercana calle Pelota —comercio local y tradicional y alguna que otra escandalosa franquicia—llegará a la plaza de la Catedral. La orienta- ciónde la calle hace que la llegada a la plaza sea sobrecogedora ante la im- ponente planta del primer templo de Cádiz. Es un portento visitable único por conjugar de manera sorprendente el barroco y el neoclásico, fruto de que las obras de construcción se demoraran 116 años. La planta del templo y el interior hasta el friso son rococós, mientras que la fachada, torres, cúpulas y el segundo cuerpo del interior, así como la mayoría de los re- tablos y el altar mayor, son neoclásicos. Sorprende su majestuosa cúpula amarilla, que hacía creer a los navegantes que ésta era de oro. Merece la pena dejarse los euros que cuesta la entrada y hacerse el pack completo de catedral, torre y la cripta (en la que reposan los restos de Manuel de Falla y José María Pemán). Si le siguen quedando ganas de visitar catedrales, sólo tendrá que desplazarse unas decenas demetros porque a la vera de la Catedral Nueva se encuentra la Catedral Vieja (iglesia de Santa Cruz), un recoleto templo mandado construir por Alfonso X y que fue reconstruido en estilo barroco en el XVII tras el asalto de los piratas ingleses. Si las dos catedrales le parecen demasiadomodernas, tenemos la solu- ción perfecta a unos doscientos metros. Cádiz presume de un espectacu- lar teatro romano (¿a quién no le va a gustar?) en el interior del barrio del Pópulo, el más antiguo de la ciudad. El teatro (cuya entrada es gratuita) fue el segundomás grande deHispania y era el segundomás antiguo de lo que fue el Imperio. La visita se puede completar en 15 minutos. Y ya que está usted en el Pópulo, puede terminar ahí la primera jorna- da . En el barrio se encuentran bares y restaurantes para tapear tranqui- lamente (El Malagueño no suele defraudar). Para rematar la noche, nada

Un fin de semana no basta para conocer en profundidad la Tacita de Plata, pero aquí damos las claves para disfrutar de ella en dos días

Andrés García Latorre P ara conocer Cádiz a fondo se necesitan 3.000 años, más de 100 lenguas, superar un tsunami y varias guerras. Suponemos que el viajero que llega a la ciudad no dispone ni de tanto tiempo ni de tanta xenoglosia y que para un fin de semana también le parecería mo- lesto tener que superar tantas catástrofes. Que no se preocupe. En este reportaje le ofrecemos algunas pistas para condensar esos 30 siglos de historia en tan solo 48 horas. Llegada, avituallamiento e inicio de la maravilla Supongamos que llega usted en tren a Cádiz. Después de gozar del paseo por el istmo que une al resto de la humanidad con la Tacita de Plata llega a la estación de tren. Como le suponemos cansado del viaje, le invitamos a que ande unos pasos y se detenga ante la parroquia de Santo Domingo, que da cobijo a la patrona de la ciudad, la Virgen del Rosario. Del tem-

plo destaca el retablo mayor, con mármoles de colores blanco, verde, rojo y negro, joya del barroco español. Le sorprenderá el imponente edificio de ladrillo visto que tiene a sus espal- das, con una presumida y enhiesta chimenea de gran porte. Es la antigua fábrica de tabacos (estilo neomudéjar, siglo XIX) reconvertida en Palacio de Congresos. Junto a ella, y para re- componerse del viaje, la calle Plocia, milla de oro de la nueva gastronomía gaditan a con una decena de establecimientos para todos los gus- tos y bolsillos. Mientras decide si apostar por una propuesta vascogaditana en el Atuxri o por una creativa en Salicornia, no pierda ocasión de tomarse un vino en La Cepa Gallega. Bien comido, puede tomarse un café en la vecina plaza de San Juan de Dios, uno de los

La visita al Museo Arqueológico de Cádiz es una de las imprescindibles

La calle Plocia es la milla de oro de la nueva gastronomía gaditana, con una decena de establecimientos para todos los gustos y bolsillos

Vista aérea de la ciudad de Cádiz

El Monumento de las Cortes de Cádiz es uno de los más emblemáticos de la ciudad

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