Cádiz de norte a sur

el Balcón de los Enamorados), una iglesia de estilo barroco, un restaurante y, por supues- to, su Castillo. Levantado sobre un asenta- miento romano en el siglo XIII, el Castillo de Castellar adquiere una gran importancia en la lucha entre cristianos y musulmanes. La villa pasómás tarde a manos de los Duques de Me- dinaceli y, en 1963, el conjunto fue declarado Monumento Histórico Artístico. La visita a la fortaleza es imprescindible, pues se encuen- tra casi en perfecto estado, gracias también a las diversas restauraciones a las que ha sido sometida. Convertida en el imán turístico de la zona, desde la fortaleza podemos ver un precioso paisaje con el río Guadarranque a nuestros pies. En días claros, incluso pueden verse tierras africanas. Más allá de su Castillo, Castellar de la Frontera está considerado uno de los pueblos más bonitos de España. Además de la ciudad fortificada, en Cas - tellar no podemos dejar de visitar la finca La Almoraima, un antiguo convento reconverti- do en restaurante que, además, ofrece al visi-

En Pueblos Blancos como Zahara de la Sierra, Arcos de la Frontera y Bornos podemos bañarnos en playas de interior enclavadas entre montañas

Más allá de La Playita, Zahara de la Sierra, donde resuenan aún ecos moriscos, es de esos pueblos blancos en los que encontrar la tranquili- dad, bonitos atardeceres, rutas senderistas, vistas espectaculares y una gastronomía deliciosa no es complicado. Imprescindible es ver su casti- llo del siglo XII , que protege al municipio desde lo alto de un risco y nos ofrece una de las estampas más populares de Zahara de la Sierra. Si seguimos haciendo ruta por esos pueblos de interior con playa, debemos hacer parada en Arcos de la Frontera y Bornos. Este último ha convertido, por primera vez este año, la orilla de su pantano en una zona de costa apta para el baño, con capacidad para unas 400 personas. Cuenta con todos los servicios necesarios, vigilancia y, además, pueden alquilarse kayaks y hacer otros deportes náuticos. Lo mismo sucede en la de Arcos de la Frontera. Allí, la playa de inte- rior del Santiscal , en pleno Paraje Natural Cola del Embalse de Arcos, nos ofrece un entorno idílico con un gran interés en lo que a fauna se refiere. Entre ciudades fortificadas Separadas por apenas unos pocos kilómetros , Castellar de la Frontera y Jimena de la Frontera, dos municipios del Campo de Gibraltar, entre la Serranía de Ronda y la Bahía de Algeciras, nos presentan ciudades his- tóricas de las que hay rastro de presencia humana desde la prehistoria y que, por su ubicación estratégica, se han configurado alrededor de su fortaleza. Una, más dura, Jimena; la otra, Castellar, más verde, inmersa completamente en el Parque Natural de Los Alcornocales. Considerada el pulmón verde de la zona, Castellar de la Frontera está formada por tres núcleos urbanos: el viejo pueblo, levantado dentro de la fortaleza militar del siglo XIV; el nuevo, levantado en la década de los 70 y la Almoraima. El viejo pueblo es uno de los escasos núcleos habitados dentro de las murallas de un castillo. Es un auténtico viaje al pasado. Dentro de las murallas nos encontramos con casas, un hotel (con lugares como

Jimena de la Frontera ha sido declarada Conjunto Histórico Artístico

Dentro del recinto fortificado de Castellar de la Frontera nos encontramos con todo un núcleo urbano

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