ESPECIAL 28 F 2023

ESPECIAL 28-F 15

ABC

MARTES, 28 DE FEBRERO DE 2023

abc.es

15 DE JUNIO

4 DE DICIEMBRE

5 DE DICIEMBRE

Elecciones Tras las primeras elecciones generales, los diputados y senadores electos por Andalucía se conjuran para que la región tenga un estatuto.

Manifestaciones masivas Unmillón ymedio de personas sale a la calle. Las reivindicaciones son en general pacíficas pero en Málagamuere tiroteado García Caparrós.

Altercados La muerte del joven sindicalista genera notables altercados enMálaga. Dimite el presidente de la Diputación que se negó a poner la bandera.

calista de CC.OO., como involuntario mártir de la ‘revolución andaluza’? Pese a que el sentir autonomista era mayoritario, aún quedaban en la oficialidad elementos de reacción que se negaban a aceptar los inevi- tables cambios que había de transi- tar España. hermano. Y que tampoco les haga especial ilusión el hecho de que se aproxime un nuevo 28F. «Ese es el día del pan con aceite en los colegios, porque para nosotras el Día de Andalucía siempre será el 4 de diciembre». «La Transición fue de abrazos, pero también hubo muertos. Mira que en nuestra casa nunca se hablaba de política. Pero a nosotras nos tocó uno». Loli, Paqui y Puri García Caparrós tenían 12, 15 y 20 años el día en que un celador apareció en su casa para advertir a sus padres de que su hermano Manuel había tenido un «accidente de tráfico» y estaba en el hospital. Cuando su progeni- tor llegó al Carlos Haya supo que no era verdad. Nunca han olvidado ese momento, y siguen esperando que se esclarezca exactamente de quién era la pistola de la que partió aquel disparo mortal. Algo que no han conseguido pese a un empeño que no ceja. «Las heridas se cierran cuando uno sabe la verdad. Nuestro hermano ha sido un muerto de segunda y no sólo es que no sepamos exacta- mente qué paso aquel día; es que aún estamos esperando que nos pidan perdón», resumen en conversación con ABC. Ellas continúan su cruzada, cosa que no pudie- ron hacer sus padres, que nunca superaron la pérdida. Sumadre murió en 1980 con sólo 45 años y su padre, cinco después. «Y nadie se preocu- pó por nosotros». No es de extrañar por tanto que toda su vida haya seguido marca- da por el recuerdo de su «Nuestro hermano ha sido unmuerto de segunda»

Uno de ellos era el entonces pre- sidente de la Diputación de Málaga, Francisco Cabeza. Dos días antes de la manifestación ya había trascendi- do que se negaba a colocar ninguna bandera andaluza en el edificio. Una provocación. En la madrugada del 4 de diciembre, brigadas de extrema derecha se dedicaron a pintar ban- deras nacionales en el recorrido de lamarcha y a romper los carteles que animaban a secundarla. Y así se lle- gó al domingo, en un clima de ten- sión por una absurda ‘guerra de ban- deras’, porque pronto se vio que am- bas enseñas iban a ser perfectamente compatibles. Desde muy temprano, la plaza de la Marina estaba abarrotada de per- sonas de todas las edades. Como en resto de la región. Pese al nublado, re- fulgía el blanco y verde de banderas y bufandas. La cabeza del desfile, for- mada por parlamentarios de todos los partidos, empezó a andar llegado el mediodía. Fue cuando la marcha estaba terminando y el socialista Ra- fael Ballesteros leía el manifiesto jun- to al Puente de las Américas cuando Málaga se sumió en el caos. Miles de personas se habían que- dado frente a la Diputación para que- jarse por la ausencia de la bandera andaluza, a gritos de «Cabeza, dimi- te, el pueblo no te admite» o «dimi- sión, cabezón». Un joven, Juan Ma- nuel Trinidad, trató de escalar la fa- chada del edificio para colocar la enseña. Fue la mecha definitiva. A partir de ahí comenzaron las cargas de los antidisturbios, disparando pe- lotas de goma. Un poco después, un grupo de la Policía Armada se que- dó sin esta munición y se vio acorrla- dao por un grupo de manifestantes. Dispararon sus armas cortas. Cayó García Caparrós, con un agujero de bala en la chaqueta. Murió desangra- do en un Seat que lo llevó al hospital. Más de 30.000 personas asistieron a su entierro y Málaga vivió los dos días siguientes episodios de autén- tica guerrilla urbana. El presidente de la Diputación presentó su dimi- sión. O se la presentaron. En el bal- cón del edificio, ya sí, ondeaba una gran bandera andaluza con un cres- pón negro, que habían comprado los propios trabajadores de la institu- ción. El despertar autonomista co- menzó manchado de sangre, pero el movimiento era ya imparable. «La más hermosa tarea sería aprovechar esta fuerza en beneficio común», es- cribió ese martes el director de ABC de Sevilla, Nicolas Salas.

LA FRONTERA DEL FUTURO

La icónica imagen de la portada de ABC de Sevilla el 4D mostraba a un niño ondeando la blanca y verde frente a la silueta de Ronda

Made with FlippingBook Digital Publishing Software