ESPECIAL 28 F 2023

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abc.es MARTES, 28 DE FEBRERO DE 2023

RONDA 1918 En la Asamblea Regionalista de Ronda, celebrada en enero de 1918, se debatieron y se acordaron las directrices políticas e ideológi-

cas de lo que sería el autonomismo andaluz. También se fijaron los primeros símbolos se la comunidad, su bandera y el escudo, con Hércules como protagonista. Blas Infante, uno de los principales precursores de la reunión, se refirió a ellos como «insignias de Andalucía».

PARA EMPEZAR, UNA BANDERAYUNESCUDO El regionalismo del siglo XIX había impulsado el concepto de identidad andaluza, aunque es en la Asamblea de Ronda cuando se perfila un ideal autonomista y se aprueban sus símbolos, propuestos por Blas Infante

Por MANUEL CONTRERAS

N o se puede determinar un momento preciso en el que nace el concepto de Anda- lucía como modelo políti- co. Desde 1874 se había producido un afianzamiento del federalismo que se expresó a través demovimien- tos regionalistas que demandaban autonomía de gestión. En Andalu- cía, las delegaciones del Partido Re- publicano Democrático Federal apro- baron en 1883 un proyecto de Cons- titución Federal para Andalucía, también conocido como Constitu- ción de Antequera, la localidad ma- lagueña que acogió este cónclave. Pero el concepto de Andalucía como entidad autónoma está inevitable- mente unido a la figura de Blas In- fante, quien articuló su pensamien- to a través de dos herramientas fun- damentales: el ensayo ‘Ideal andaluz’, publicado en 1915, y los Centros An- daluces, organismos encargados de articular y difundir este incipiente discurso regionalista. Revista ‘Andalucía’ El primer Centro Andaluz abrió sus puertas en Sevilla el 26 de octubre de 1916, siendo su presidente el pro- pio notario malagueño. Desde este Centro, ubicado en el número 2 de la calle Azofaifo, se publicó la revista ‘Andalucía’, una plataforma de difu- sión de las ideas regionalistas des- tinada a despertar la conciencia del pueblo andaluz de acuerdo con los fundamentos expuestos por Infan- te en su ‘Ideal andaluz’. El Centro An- daluz de Sevilla sería la primera sec- ción local de todas las que compon- drían el entramado de estas entidades en Andalucía, constitu-

pertenecían mayoritariamente a la pequeña burguesía y clases medias urbanas. Desde estos Centros Andaluces se organizó la Asamblea de Ronda, ce- lebrada el 13 y el 14 de enero de 1918. Se eligió Ronda por su ubicación, pró- xima al cruce de Bobadilla, por el que atravesaban los principales caminos de la región en aquel momento, y que hoy sigue siendo punto estratégico para las comunicaciones en Andalu- cía. Este cónclave se considera hoy el punto de arranque del andalucis- mo como corriente política, ya que allí se formalizó la demanda de au- tonomía, se formularon propuestas de carácter social y económico —lo más parecido a un programa electo- ral— y, sobre todo, se concretaron unos símbolos comunes: la bandera blanca y verde y el escudo. Hércules Aunque la oficialidad de la bandera y el escudo no quedó recogida en nin- guna acta oficial, hay consenso en- tre los historiadores —entre los que figuran Manuel Ruiz Lagos o Juan Antonio Lacomba— en determinar que la aprobación de estos símbolos en Ronda fue a propuesta de Blas In- fante. El líder autonomista ya había utilizado la figura de Hércules como símbolo de Andalucía en publicacio- nes anteriores, haciendo alusión al mito, a los leones y su vinculación con la ciudad de Cádiz, representa- da por las dos columnas que apare- cen en el blasón. El lema de ‘Andalu- cía para sí, para España y para la Hu- manidad’, por otra parte, también aparece mencionado en la revista ‘Andalucía’ con anterioridad.

yéndose no sólo en las grandes ciu- dades, sino también en las serranías de Málaga y Córdoba, hasta un total de 34 repartidas por toda la geogra- fía andaluza. Los Centros Andalu- ces actuaron en este periodo como eje vertebrador del llamado «Anda- lucismo histórico». En 1919 Blas In- fante, junto a varios miembros de estos centros, firmaba en Córdoba unmanifiesto que describía a Anda- lucía como «realidad nacional». Los Centros Andaluces no aspiraban a ser un partido político, sino que se trataba de una iniciativa cultural cuyo fin era despertar en los anda- luces la conciencia de sus posibili- dades como pueblo. Sus integrantes La Asamblea de Ronda y el espíritu andalucista ha dejado huella en la propia fisonomía de la localidad malagueña. En la plaza del Socorro, por la parroquia ubicada en uno de sus laterales, se levanta un grupo escultórico con el escudo de Andalucía. Se trata de un Hércules de bronce con sus leones y dos columnas. El monumento se encuentra justo frente al Círculo de Artistas, el lugar donde en enero de 1918 se celebró la Asamblea en la que se aprobaron los símbolos de la autonomía. Una huella que persiste hoy en la ciudad de Ronda

Más allá del valor simbólico de la bandera y el escudo de Andalucía, la asamblea de Ronda permitió ordenar por primera vez el ideario esbozado por Infante y proyectarlo sobre lo que hoy se denominaría acción política. En este sentido, la asamblea asumió la Constitución de Antequera y se die- ron los primeros pasos en el largo ca- mino hacia la autonomía. Así, en no- viembre, once meses después del cón- clave malagueño, el Centro Andaluz de Sevilla presentó una moción en la Diputación provincial reclamando la autonomía para Andalucía, una ini- ciativa mandatada por la asamblea de Ronda. Fue la primera vez que se re- clamó oficialmente el autogobierno andaluz. Asimismo, se reivindicó au- tonomía para la ‘patria andaluza’ ante la Sociedad de Naciones. El legado ideológico de la asamblea fue unmanifiesto que desgrana lamen- talidad con la que se afrontaba el au- tonomismo en aquel andalucismo pri-

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