ESPECIAL ASÍ FUE CóRDOBA 2020

12 ASÍ FUE CÓRDOBA 2020

ABC

JUEVES, 31 DE DICIEMBRE DE 2020

abc.es

El padre Roldán, en la iglesia del Figueroa

ÁNGEL ROLDÁN

ÁLVARO CARMONA

SACERDOTE

L a pandemia del coronavirus ha de- jado más de 500 muertos en Córdo- ba en 2020, pero también ha sacado a relucir lo mejor de los cordobeses. El lado más humano. El más solidario. El párroco de la iglesia del Parque Figueroa, el padre Ángel Roldán, es un vivo ejemplo de la ola de solidaridad que ha dejado el Co- vid-19. En los meses más duros del confina- miento le tocó convivir con la cara y la cruz. «No hay nada más duro que tener que pe- dir», recuerda el sacerdote mientras atien- de a ABC, pero a la vez prefiere «quedarme con lo bueno, con la enorme solidaridad que ha demostrado la gente para ayudar» a los más necesitados. Ángel Roldán llegó a reunir toneladas de alimentos en la parroquia para repartir en- tre aquellas personas que se quedaron de la noche a la mañana sin recursos para lo más básico, comer. Eso sí, reconoce que las dos olas, en primavera con el confinamien- to y en otoño con las restricciones pero sin cierre generalizado, «han sido muy diferen- tes» desde el punto de vista de la ayuda so- cial. Lo peor se concentró entre marzo, abril y mayo. «Lo más duro ha sido ver pedir a personas conocidas en la parroquia», reco- noce. Para él, «lo más fuerte de todo ha sido que era gente corriente, como usted y como yo». El padre Roldán profundiza que la ne- cesidad de ayudar con alimentos a los de- más «se multiplicó por cinco» durante el confinamiento de marzo. En otoño, «ha su- perado muy poco a la ayuda habitual, por-

«LO MÁS DURO HA SIDO VER PEDIR A CONOCIDOS»

oficiar funerales sin apenas familiares por culpa de las restricciones de la normativa para velatorios y funerales. A su juicio, esas limitaciones «han sido un sinsentido» en muchos casos y «ridículas enmuchas situa- ciones». Lo escenifica con una experiencia personal que le tocó vivir durante este mal- dito 2020. Un año que debía ser redondo y limpio, pero que ha acabado manchado y triste por la pandemia sin tratamiento para detener el Covid-19. «Tuve que vivir cómo cuatro hermanos echaban a suertes quién se tenía que quedar fuera del funeral de su padre, ya que superaban el número para en- trar». Es el rostro más cruel de esta enfer- medad feroz. Una despedida sin los seres queridos. Sin embargo, el padre Ángel Roldán, en esa idea por demostrar todo lo bueno de la ola de solidaridad que también ha dejado el coronavirus, destaca cómo la colabora- ción ha llegado «con empresas» de todo tipo «como Piedra, Magtel, farmacias, fruterías y muchas empresas que no sé ni cómo lle- garon a mí para ayudar a las familias nece- sitadas». También subraya cómo la ayuda ha llegado por otras vías, especialmente para la formación, y no sólo con la donación de dinero, alimentos o materiales. «Gracias a Casa Pepe y Casa Rubio hay 15 jóvenes que están formándose en hostelería en funcio- nes de cocina y también en tareas de sala durante cuatro meses con la posibilidad de conseguir un título y con una salida labo- ral allí y en otros negocios».

JAVIER GÓMEZ CÓRDOBA

√ LA AYUDA SOCIAL SE MULTIPLICÓ

que limpiadores, pintores, manitas y demás han podido ir a sus trabajos, una situación que no se dio en marzo». Como contrapeso del drama de la pérdi- da repentina de recursos, el párroco del Par- que Figueroa destaca que «la ola de solida- ridad lo superó con creces». De hecho, des- vela que «las donaciones» de los cordobeses se multiplicaron «por diez». Pone como ejemplo de solidaridad en mayúsculas que «una señora con una pensión de 380 euros vino a donar 30, para mí eso es muy edifi- cante». Una demostración de cómo dar a los demás lo que ni siquiera uno tiene. Hubo un momento, asegura, en el que «no podía- mos asumir la llegada de más voluntarios», que en muchos casos, de forma excepcio- nal, llegaron de «fuera del barrio». También ha tenido que acompañar a mu- chas familias en la despedida de sus seres queridos. La mayoría, personas mayores a las que el coronavirus acabó con sus pul- mones. El padre Ángel Roldán ha tenido que

POR CINCO; LA SOLIDARIDAD POR DIEZ ME IMPACTÓ UNOS HIJOS ECHANDO A SUERTE QUIÉN NO IBA A UN FUNERAL

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