ESPECIAL ECONOMÍA ANDALUZA 22-07-2022

ABC

88 /// ECONOMÍA ANDALUZA

Julio 2022

arece que la vieja Europa está viendo cómo su sueño de ser la abanderadamundial de la lucha contra el cambio climático, de la transición energética o del uso de energías renovables no JAVIER TARGHETTA PRESIDENTE DE ATLANTIC COPPER DESPIERTA EUROPA P

Yel problema que se vislumbra, es el alto riesgoque esta fuerte dependencia pudiera causarle al sector industrial de la UE. Dependencia, particularmente alta, cuando se trata de las denominadas tierras raras, cruciales paramu- chos productos de alta tecnología, donde China represen- ta el 95% de las importaciones. En el caso del cobalto, mi- neral que se extrae principalmente en laRepúblicaDemo- crática del Congo, China lidera su transformación; al igual que sucede con las tierras raras, que se procesan en el país asiático en sumayor parte, incluso cuando éstas se extraen en los EstadosUnidos. Además, es un fenómeno que se re- pite con otros productos como el cobre, el níquel o el ace- ro. China nos lleva la delantera y ganar posiciones será una cuestión de décadas. Medidas Para lograr los objetivos marcados por Bruselas con res- pecto al GreenDeal, la UE ya ha declarado que la resilien- cia de las cadenas de suministrodematerias primas es una de sus prioridades, a través del aumento de las capacida- des mineras en Europa, la diversificación de sus cadenas de valor y la inversión en economía circular. La Comisión anunció enmayo que está preparando una ley deMaterias Primas que abordará estos problemas. La cuestión es que esta nueva norma debe ser de una transversalidad total para asegurar su aplicabilidad, alme- nos en el mismo rango que las medidas propuestas por Bruselas para descarbonizar la economía y ser líderes en cuanto a la transición energética. Primero, haciendo cre- cer la minería en Europa, cuestión que todos no compar- ten. En segundo lugar, buscar, diseñar, consolidar, finan- ciar iniciativas encaminadas a la obtención demateriales esenciales como el cobre, el oro, la plata, el paladio o el pla- tino a través de proyectos de economía circular. Y, por úl- timo, diversificar las cadenas de suministro. Sin embargo, todos estos desarrollos tienen sus propios desafíos. Por ejemplo, enel casode laminería. Europa cuen- ta con algunos recursos considerables cuando se trata de ciertas materias primas, como el litio, pero la aprobación de permisos para la explotación puede llevar años o estar envuelta en medio de polémicas con algunos colectivos contrarios al progreso y al crecimiento, como es el caso de Portugal. OEspaña, muchomás cerca. Por ello, quiero cerrarmi artículo conuna frase que pro- nuncié recientemente en un foro sobre geopolítica: ¡¡¡Eu- ropa, despierta!!! ¿Y cómo? Empezando por que los distin- tos organismos que componen laUniónEuropea asuman las debilidades quemuestra Europa y que se agudizan con actitudes de avestruz y acercándose mucho más a la so- ciedad, en concreto, al mundo empresarial y a los gobier- nos de los países miembro y, en resumen, fomentando la colaboración público-privada. Porque solo desde la uni- dad de acción podemos mantener a nuestra tierra como líder en bienestar social, económico y sostenible.

está siguiendo la pauta deseada. Y, efectivamente, estas dificultades provocadas por la propia globalización, donde las políticas (sociales, energéticas y económicas) de terceros vanmarcando el ritmo del mundo, nos ha hecho poner el foco en el diseño de estrategias a veces incoherentes y nefastas, como las políticas energéticas, que hoy demuestran su ineficacia. Mientras que los socios comunitarios han venido filo- sofando desde comienzos de siglo sobre la importancia de la innovación, la descarbonización de la economía o de la movilidad sostenible cuestiones que, indudablemente, son necesarias, en nuestro continente hemos traspapelado el guion que China o EEUU tienen en este nuevo orden geo- político, países que han iniciado la recogida de lo sembra- do durante estas dos décadas gracias a una estrategia ba- sada en la transformación e industrialización de su eco- nomía y a las continuas inversiones enmaterias primeras dentro y fuera de su país para asegurarse el acceso a las mismas, caso del gigante asiático, o a la búsqueda incesan- te de la autosuficiencia enmaterias primeras, en el caso del país norteamericano. En teoría, esa postura nos ha llevado a pensar que po- dríamos ser motores del cambio, pero en la práctica nos hemos quedado rezagados en un segundo plano. Y claro está que, para poder abordar todos estos retos del siglo XXI, lo primero es contar con los recursos. Yno hablo solo de talento o de capacidad económica. Comparto aquí un concepto que extraigo de una inter- vención de Philippe Varin, presidente delWorldMaterials Fórum, un evento celebrado recientemente en la ciudad francesa de Nancy, ante cientos de delegados y responsa- bles de las principales empresas suministradoras y pro- ductoras de metales del mundo: diplomacia mundial de las materias primas, refiriéndose en concreto al coste de la inacción de Europa en estamateria. Es decir, en este es- cenario de escasez y dependencia de materias primas en nuestro continente, estamos abocados a dar un giro de ti- món hacia una doble dirección: por un lado, explorando, explotando y produciendometales esenciales para todos estos retos; y, por otro lado, llegar a acuerdos con países ri- cos en recursos y así forjar lazos nuevos, estables ymutua- mente beneficiosos. El comentario de Varin parte de una base sólida: 19 de las 30 materias primas que Bruselas ha calificado como críticas para esa descarbonizaciónde la economía o lamo- vilidad sostenible se producen principalmente en China, cuya demanda se disparará un 500% en 2050, incremento provocado por la transición energética, por la electrifica- ción de las ciudades, por la urbanización y por la digitali- zación.

CHINALLEVALA DELANTERAY GANAR POSICIONESES UNACUESTIÓN DEDÉCADAS NUESTRAS DEBILIDADES SE AGUDIZAN CON ACTITUDES DE AVESTRUZ

Made with FlippingBook - Online catalogs