ESPECIAL PASIÓN EN CÓRDOBA 2020

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miembros de la Junta de Gobierno y poco más. Es un mo- mento íntimo. Me ha enseñado la reflexión de lo grande que puede ser el compromiso personal de acercarse a la fe o a Dios, a través de una advocación, de una manera muy entrañable, muy de amistad, muy cercana. —Los cofrades son de vivencias. Cuente alguna que le pillara con el traje y la vara en la mano. —Tengo muchas, pero por recordar una en el sitio en que estamos, fue una de las mayores bullas. Llegué a pensar que nos podía pasar algo en la vuelta de las Angustias a San Agustín, en 2014. Todavía me acuerdo en esta esqui- na, en que la plata estaba «empetada», como dicen los jó- venes. No podíamos entrar a la plaza y se había formado un cuello de botella. La realidad es que lo recuerdo con mucha emoción, esa y muchas más. —¿Le ha gustado todo lo que ha visto? —No. No hay que hacerlo público, porque ya bastantes adversarios tenemos fuera, para sacar al exterior las co- sas que no nos gustan. Yo me considero un cofrade más y no me gusta que salgan noticias negativas, porque todo el mundo parece estar esperando para criticar. Debería- mos reflexionar sobre cuál es nuestra misión, nuestro compromiso, en una determinada cofradía o fuera. He- mos pasado de estudiarnos el catecismo a no saber de las virtudes teologales, y hay algunas que tenemos que ejer- cerlas nosotros. Cuando veo algún conflicto en las her- mandades, me duele, porque tenemos que superar los egoísmos y los personalismos, y saber que uno está de paso cuando tiene un cargo de responsabilidad y que la hermandad no es suya. —Parece que vamos a una Semana Santa con 45 cofra- días. ¿Le inquieta? —A mí me preocupa no el aumento de la Semana Santa, sino que en las cofradías que dan respaldo a ese aumen- to en un momento dado se pierda o desfallezca ese áni- mo, y al final se quede vacío de contenido. Podemos ir- nos a 45 y a lo mejor dentro de 20 años volvemos a 35. Hay que mirar atrás: ¿cuántas veces se han refundado cofra- días centenarias, tras estar un tiempo desaparecidas? —Las iglesias vacías y las calles llenas para ver a her- mandades, por lo menos algunas. ¿Qué sucede? —Hay una crisis de valores, de sentimiento y de fe. De sa- ber que si estás en una cofradía es un movimiento cris-

dades y cada vez más procesiones? —Puede mejorar. Haciendo un poco de análisis, la provin- cia nos ha dado un gran ejemplo con los Nazarenos. Yo no fui a todas, pero sí estuve con el de Villanueva, el de Cañete, el de Castro del Río, y desde luego la función del Nazareno de La Rambla con las Angustias. Cuando vi que un día laborable, pueblos que están a 70 kilómetros se desplazan para una misa, me quedo impactado. Igual que en la Magna Mariana con la Virgen de la Sierra. Nunca he visto al Puente Romano así, todo lleno de gente de Cabra. —En otros sitios la burguesía sustenta a las hermanda- des. No así en Córdoba. ¿Qué pasa? —Mi opinión es que en Córdoba esa burguesía, a la que no le gustaba llevar la túnica nazarena y sí ir en las presiden- cias, se retiró cuando dejó de ir en esas presidencias. De-

√ «No me preocupa el aumento de la Semana Santa, sino que se pierda el respaldo. Podemos ir a 45 y dentro de 20 años volver a 35»

tiano de compromiso. Como estamos en la banalidad, la superficialidad y el consumismo, el compromiso y la res- ponsabilidad y los deberes no nos gus- tan. Al final vamos a la bulla, a lo po- pular, a llenar las calles para pasar el rato. Aunque veamos mucha gente en la calle y a veces que hasta se pierde el respeto, cuando uno viste el hábito na- zareno ve el fervor demucha gente que está en la calle para ver a esa imagen que lo llama y que le dice algo. —Si Córdoba no es una ciudad cofra- de, ¿cómo es que hay tantas herman-

cir que uno es cofrade o que quiere ves- tir la túnica nazarena se minusvalora. Cuando uno es cofrade lo es por la ad- vocación y por el compromiso. No voy para figurar, y si tengo un puesto de responsabilidad es para trabajar. A lo mejor cuando alguien, un gran profe- sional o un gran empresario, se vincu- la, se le critica y se pregunta qué bus- ca aquí. Eso ha hecho que todas esas personas que en su día podían dar ese paso ahora mismo no estén. —¿Existe lo cordobés en la Semana Santa o hemos perdido todo atisbo

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PASIÓN EN CÓRDOBA

LUIS MARTÍN: «PASAMOS DE APRENDERNOS EL CATECISMO A NO SABER LAS VIRTUDES TEOLOGALES»

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