Especial AUTOMOCIÓN junio 2022

ESPECIAL AUTOMOCIÓN

El coche eléctrico, casi dos siglos de historia Desde 1834 el vehículo electrificado ha pasado por innumerables altibajos, aunque ahora parece dispuesto a establecer su dominio en el mercado: son muchos los consumidores que se plantean comprar uno y estudian su rentabilidad

E s innegable que la automoción ca- mina sin vacilar hacia la electrifica- ción: con 339 votos a favor, 249 en contra y 24 abstenciones, el pasado 8 de junio los miembros del Parlamento Eu- ropeo votaron a favor de prohibir la ven- ta de automóviles nuevos de gasolina y diésel en el mercado del bloque a par- tir de 2035. De la mano de esta medida, cimiento de la política de descarboniza- ción, se pretende alcanzar la neutralidad climática en 2050. Sin embargo, el coche eléctrico, que pa- rece un sofisticado invento de las últi- mas décadas, almacena en su haber casi dos siglos de historia. El primero data de 1834, cuando el herrero estadounidense Thomas Davenport construyó un pe- queño modelo que podía desplazarse en círculos. ¿Su hándicap? No soportaba el peso de su propia batería, mucho menos el de una persona. Y, al no ser el ingenio patrimonio de un solo hombre, en aque- lla misma época, pero en distintos pun- tos geográficos –desde Hungría hasta Reino Unido pasando los Países Bajos–, más inventores trataron de crear un ve- hículo motorizado, sin que ninguno de ellos tuviera éxito. UN LARGO PERIPLO Hubo que esperar hasta 1880 para que el coche eléctrico saliera al mercado: el francés Camille Fauve, inspirándose en las primeras baterías recargables que ideó su compatriota Gaston Planté, di- señó otras baterías que podían ofrecer

mayor autonomía. Este tipo de trans- porte se fue perfeccionando con el paso de los años y el impulso de las mentes preclaras que añadían las mejoras que surgían de sus cabe- zas. A finales del siglo XIX, la compa- ñía alemana Siemens desarrolló un motor eléctrico para un vehículo: el Victoria. Se fabricaron 50 unidades que, en torno a la I Guerra Mundial, seguían recorriendo Berlín de ma- nera silenciosa como taxis de hotel y transporte de mercancías. A principios del siglo XX, los coches de caballo empezaron a verse susti- tuidos por vehículos motorizados y se desató la batalla por el futuro de la movilidad: los automóviles que fun- cionaban con electricidad competían con los impulsados por vapor o por gasolina. Finalmente, este último sa- lió victorioso gracias a la llegada del Ford T, que se producía en serie aba- ratando los costes, y la bajada del pre- cio del petróleo. Según el periodista e historiador Christian Manz, especia- lizado en el mundo del automóvil, «la historia del coche eléctrico es com- pleja porque incluye las posibles pre- siones de la industria, que pudieron relegarlo a un segundo plano». A partir de entonces, salvo contadas y anecdóticas excepciones, el coche eléctrico quedó condenado al ol- vido. Solo volvió a llamar la atención de fabricantes y autoridades a raíz del embargo árabe del petróleo de 1973,

A la hora de comprar un coche eléctrico, hay que tener en cuenta aspectos como la autonomía, la duración de la batería o la carga

Tras caer en el olvido durante décadas, el

vehículo eléctrico volvió a generar interés en los años 70 a raíz de la crisis del petróleo

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