GURME-Sevilla 10 años marzo 2025

Juan Carlos Ochando (Ochando) Este joven natural de Tocina siempre tuvo claro que quería dedicarse a la hostelería. Estudió en la Escuela de cocina de Carmona para después embarcarse en un periplo profesional que le llevó a trabajar en prestigiosos fogones. Entre ellos, el de la desapare cida Hacienda Benazuza, el asturiano Casa Marcial, el rondeño Bardal o el malagueño Cávala. Llegó un momento en el que quiso volver a casa y cumplir su sueño: abrir su propio restaurante. Eligió Los Rosales, pedanía de Tocina, y apostó por una gastronomía de tempo rada que sabe respetar la materia prima y que ofrece a través de dos menús degustación (uno corto y otro largo) y una carta cargada de buenos sabores. El éxito no tardó en llegarle y lo hizo en forma de Bib Gourmand, la categoría de la Guía Michelin que designa estableci mientos donde se come muy bien a un precio razonable. Le acompaña en la sala su mujer, Elena Pérez.

Mucha es la savia nueva que ha llegado a la hostelería sevillana en esta década, jóvenes que sintieron la vocación culinaria y que quisieron formarse, dejando atrás la comodidad de sus casas para aprender junto a los mejores y que luego regresaron para cumplir su sueño. 10 jóvenes que están despuntando

Rafa Liñán y Patri Moliner (Barra Baja) Este joven trianero descubrió su verdadera vo cación de manera tardía. Antes de averiguar que su felicidad radica entre cuchillos y sartenes, le hincó el diente a la carrera de Aparejadores, pero no terminaba de verse en el ajetreo que conlleva el estar a pie de obra. Acudió a la Escuela de hostelería de Cruzcampo e hizo las prácticas junto a Dani García en Calima, donde conoció a su media naranja: Patri Moliner, nacida en Badalona y formada en la Escuela de Turismo, Hotelería y Gastronomía CETT de Barcelona. Posteriormente ambos pasaron por las cocinas de reconocidos restaurantes como Estimar

(Barcelona), de Rafa Zafra; Cambio de tercio (Londres) con Alberto Criado como chef ejecu tivo o Heart Ibiza, de los hermanos Adrià y Guy Laliberté, entre otros. De regreso en Sevilla, llevaron la cocina del restaurante María Luisa, en el Hotel Mercer, hasta que en otoño de 2019 se embarcaron en su primer proyecto personal: Barra Baja, donde cada jornada representan en su cocina a la vista un auténtico espectáculo gastronómico ante la mirada de los comensales.

Isabel Aguilar

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