GURME Sevilla 33 Otoño 2024
En la despensa de...
gar a internet, los compran los propios vecinos para alguien de su familia. Es un barrio ultrarre sidencial, aunque mucha gente sigue pensando que estamos en la otra punta del mundo y nada de eso. A.V.: El 24 de diciembre viene todo Santa Clara y regresan vecinos que llevan tiempo fuera. Se crea un ambiente increíble, de gente que se co noce y se aprecia y tiene ganas de pasarlo bien. Aunque seamos peña bética aquí paran también muchos sevillistas. J.P.: De eso doy fe, el bar se llama Peña Bética pero viene la gente del barrio independientemen te del fútbol. Entonces Santa Clara tiene mucho “orgullo de barrio”… A.V.: Completamente, aquí nos llamamos “san taclareños”. J.P.: Somos muy de pueblo y eso me encanta. Aquí guiris no llegan, si acaso alguien de Ner vión… (risas). Yo sí me traigo a muchos amigos porque es un sitio muy cómodo para venir con público familiar. Me estoy transformando en un talibán, porque ya se llama restaurante a cualquier cosa y para mí sigue habiendo menos de diez en Sevilla… Ahora todos los negocios quieren ser restaurante y yo me pregunto: ¿por qué no ser lo que hemos sido siempre? No podemos perder esa esencia del bar de barrio que tanto nos gusta en esta ciudad.
¿Quién es?
Empezó la carrera de Derecho y, aunque su padre le puso como condición continuar sus estudios si quería dedicarse a otros asuntos, acabó relegando los libros a un segundo plano. Llamándose Juan Palomo y teniendo una madre que cocinaba como los ángeles era difícil que no acabara enredado entre fogones. Después de varias incursiones en el sector del ocio nocturno se atrevió con la gastronomía y hoy está al frente de un establecimiento en la calle Huelva llamado como él que se ha hecho famoso por su tortilla hecha al momento o sus huevos rellenos. Hace unos meses se unió a su vecino de Bar Fabiola para abrir Casa Copete en El Porvenir.
y Groucho la gente nos decía que si estába mos locos, porque la movida estaba en Los Remedios y Viapol. Pienso que si no fuera por el turismo el centro estaría muerto. Cuando abrió La Azotea no había otro gastro bar en el centro. En la Alfalfa solo estaba La Mina… No digo que el turismo no se esté yen do un poco de madre y que se esté perdiendo la esencia pero, si no llega a ser por ese fenó meno, el centro estaría en decadencia. ¿Qué podemos hacer? Abrir en los barrios, como yo he hecho en El Porvenir y estoy encantado. Por eso pienso que tenemos que defender a ultranza sitios como la Peña Bética de Santa Clara, de los que cada vez quedan menos.
¿Cómo valora la situación que vive la hostelería del centro?
J.P.: En el centro hay un mal endémico y ojo que no es solo culpa del turismo. Son las colas para todo, algo que resulta muy incómodo. Quedamos muy pocos sevillanos con bares para sevillanos y la administración local en lugar de apoyarnos a veces nos lo pone difícil. A.V.: Deberíamos estar orgullosos de que venga tanta gente a Sevilla pero es verdad que hay mu chos bares del centro que ya no se pueden pisar. J.P.: Yo rompo una lanza a favor del turismo, porque cuando abrí en 2004 recuerdo que casi regalaban los locales y estaba todo como aban donado. Cuando empezamos con Alcopone
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