Gurme Córdoba 11-Otoño-Invierno 2021

ENTREVISTA

En Damasco no existe esta costumbre de estar en las terrazas como aquí

Una casa blanca y azul en la calle Romero. Tras su puerta de madera y una pequeña entrada se abre otra puerta y aparece un bonito patio con toldo desplegable. Se puede comer o cenar con el cielo encima. Un olor a especias emana de la cocina. Es el restaurante Damasco, el más grande y ambicioso con diferencia de los que ofre- cen comida árabe en Córdoba, que además son muy pocos. Con este proyecto, la gas- tronomía de aquellas tierras da un salto de calidad indudable. Su responsable, Ramez Al-Malek, aguarda a Gurmé tomando un café en la planta de arriba. Como verán tiene una buena historia que contar. ¿Cómo empezó su gusto por la cocina? Me encanta cocinar, ya lo hacía en casa con mi madre. También hice algún curso. Empecé a trabajar en la cocina sobre los 22 años. Trabajaba con mi tío Kamal en su restaurante. Más tarde puse mi primer restaurante en un pueblo cerca de Damasco. ¿Cómo era? Era un restaurante pequeño y la mayoría de comida para llevar. Poníamos pollo asado, falafel, hummus, o mutabal. Me decidí por empezar en un pueblo porque el alquiler era más barato y había menos competencia. A los cuatro años puse otro en Damasco, cuando ya tenía ahorros y experiencia. Era también un lugar para llevar aunque tenía dos mesas den- tro. ¿Son más frecuentes allí los restaurantes para llevar? Sí, en Damasco no existe esta costumbre de estar en las terrazas como aquí. Es normal que la familia se una los fines de semana y se com- pre la comida. A lo mejor la gente se sienta en terrazas para tomar un café, por ejemplo, pero menos para comer. Mantuve los restaurantes hasta que vino la guerra. La guerra lo absorbe todo, ya no puedes trabajar. En ocasiones caían las bombas y no podías salir del local. No se puede vivir así, con miedo. ¿Qué hizo entonces? Me fui junto a mi esposa a Jordania en el 2011.

Allí abrí una zumería en Ammán gracias a que tenía un local el hermano de mi mujer, con el que hice una sociedad. Estuve uno siete meses y partí para Argelia, donde estaba el marido de mi prima. Fui en avión y estuve un año y ocho meses. Trabajé un poco en el campo y luego abrí otro restaurante, un local de cuatro mesas con una cocina pequeñita y dedicada a asador de pollos y cocina árabe haciendo mezcla entre la oriental con la argelina.. Tuve que irme de Jordania al estar sin papeles, cuando vienen los controles ya no puedes trabajar. En Argelia estuve igualmente sin papeles. Puedes trabajar, pero poniendo el nombre de otra per-

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