Gurme Córdoba 16 Primavera 2024
Mi día libre en...
Rebeca Arranz se encuentra con Juan Martos en Casa Pedro para la sesión de fotos de ABC Gurmé Córdoba justo al día siguiente de que sus padres hayan acudido al local el día ante rior. Juan ha atendido a Rebeca desde que era una niña pequeña, por lo que existe una gran complicidad entre ambos. Es el caso prototípi co en el que un hostelero ha visto crecer lite ralmente a una cliente. Ahora ambos son representantes de la tradición gastronómica cordobesa, una responsabilidad en tiempos en los que el sector suele adentrarse en modas pasajeras y superficiales. Hay que recordar al respecto las palabras que se le atribuyen al torero Rafael El Gallo: «clásico es lo que no se puede mejorar».. La historia de Coto se remonta a 1 9 72 , en un pequeño local de la calle Doce de Octubre, pero usted es mucho más joven. Sí, nací en 1996. Fue mi abuelo el que la abrió con su hermano y luego se la quedó mi padre. Ahora seguimos llevándola la familia. ¿Qué recuerda de esa primera sede de Coto? Tengo muchos recuerdos de ir de pequeña, y
especialmente de las cabezas de toros [ríe] Me llamaban mucho la atención. También que siempre hubiese tanta gente, la verdad. Algunas veces sucede que se empiezan a hacer pinitos en la taberna desde muy joven, o bien casi niños. No sé si fue su caso. No, yo empecé más tarde, a los 18 ó 19, cuan do además estudiaba a la vez. ¿Por qué decidió dedicarse a la hostelería? Es un campo muy sacrificado. Empecé un poco por curiosidad, porque me apetecía probar. Y me encantó. De hecho, me apasiona la hostelería, me gusta mucho. ¿Qué estaba estudiando? Hice Bellas Artes. Y si por mí hubiera sido no habría terminado, porque ya había empezado a trabajar y la hostelería me encantaba. ¿Ve alguna relación entre las Bellas Artes y la hostelería? [Ríe] Creo que no, que son dos mundos muy distintos. Pero al que le gusta la hostelería y de verdad la vive, le parecerá algo muy bonito,
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