Gurme Córdoba 16 Primavera 2024
Fogones con acento Gustavo Rodríguez de Casa Cuba
Alfredo Martín-Górriz Fotos: Rafa Merina
Las peripecias vitales de Gustavo Rodríguez podrían reflejarse en un libro. Esta entrevista es apenas una ínfima parte seleccionada para la ocasión de una trayectoria que le ha llevado a trabajar en sectores variopintos, a viajar por el mundo e incluso a presentarse a unas eleccio nes locales mostrando su torso de pelo en pecho en el cartel. Veterano de la hostelería, donde ha tenido numerosos negocios de todo tipo y casetas de feria, ha conseguido estable cerse en la calle Alfaros con una propuesta sencilla de gastronomía cubana y coctelería mientras está enfrascado en otros proyectos incipientes. Muy cerca del Ayuntamiento de Córdoba, la Casa Cuba ocupa, valga la redundancia, una antigua casa cordobesa de la zona. Decorada con motivos típicamente cubanos, cuenta con una carta cuya estrella es la ropa vieja, seguida del cerdo asado o dos platos venezolanos, como las arepas o los tostones. Todo está regado por una amplia carta de cócteles donde no falta el mojito, daikiri, piña colada o caipiri ña. Este establecimiento es uno de los numero sos que salpican la carrera empresarial de Gustavo Rodríguez, quien fuera dueño de la
conocida Sala Cuba, Dos Gardenias o el Chuletero de Alcolea. Desde finales de los 90, cuando se estableció en la ciudad, ha intentado conseguir la fórmula perfecta que sostuviera su cubanía en el mundo hostelero. Usted es oriundo de Cuba, ¿cómo llegó a Córdoba? Soy ingeniero y vine por un convenio de trabajo con el Ayuntamiento de Córdoba. Yo era en Cuba también militar, me desmovilicé y me convertí en lo que se conoce como dirigente. Era director de transportes del Municipio Playa, en La Habana. Cuando volví tras mi año de tra bajo en Córdoba habían ocupado mi cargo, y me ofrecieron ser director de transportes de la Imefa, que reúne a las empresas que producen medicamentos en Cuba. Pero cambiaron al ministro de salud pública, el ministro cambió al viceministro… lo que sucede en Cuba. Y me cesaron. Conocí a la madre de mi hijo, que es cordobesa, y con tantos disgustos laborales pensé en volver a Córdoba. ¿Tuvo algún problema para venir? Alguno para salir, porque había sido dirigente.
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