La mítica fiesta de Halloween del Betis en casa de Benjamín que disolvió Lopera
Betis-Zaragoza
3
LUNES 5-11-2001
En la mediapunta y no en la banda, Denilson trató de desequilibrar al Zaragoza colándose entre sus líneas, pero no terminó de redondear sus jugadas y terminó perdiéndose en caracoleos y disparos inocentes a las manos de Juanmi
Joaquín
BIEN Joaquín: Se sobrepuso po- co a poco a un recibimien- to hostil de la afición y ter- minó interviniendo en to- das las jugadas de peligro que creó el Betis. Gudjonsson: En la primera parte volvió a dar la sensa- ción de estar perdido, pero después se hizo con el con- trol del centro del campo. Dani: Muy valiente y rápi- do. Le dio velocidad al ata- que bético y remató un par de veces a portería. APROBADO Prats: En el gol, Aguado re- mató desde muy cerca. Hi- zo un paradón en una falta lanzada por Bilic. Belenguer: Supo jugar en el agua. Sin problemas. Rivas: Se impuso en el jue- go aéreo y en la anticipa- ción... excepto en el gol. Joao Tomás: Creó peligro y se fabricó una buena oca- sión. SUSPENSO Varela: Apenas subió y tampoco defendió con se- guridad ni pasó bien el ba- lón. Fue expulsado. Mingo: Sus malas actua- ciones han calado en la afi- ción y la acritud de ésta hacia él le empieza a pe- sar. Mal en todo. Castaño: Apenas se le vio. César: Se exprime, pero si- gue sin demostrar nivel. Denilson: El campo no es- taba para él y en la media- punta deja ver todos sus defectos. Amato: No le sale un rega- te y se pierde en un cuerpo a cuerpo con los defensas totalmente improductivo. SIN CALIFICAR Capi: Jugó sólo diez minu- tos.
Millán Herce
que intentaba al mismo tiempo su- plir con esfuerzo su falta de ritmo. Mientras tanto, llovía. Agua e impro- perios. Tras el descanso mejoró algo el pa- norama. Salió el joven Dani en lugar de un desdibujado Amato, al que ape- nas le salió nada en la primera mi- tad, y el chico, escorado a la izquier- da, le buscó las cosquillas a Rebosio y Aguado facilitándole la labor, al mismo tiempo, a un César que tenía que mirar de reojo atrás porque Min- go, de mal en peor, no estaba para guardarle las espaldas. El Zaragoza cada vez se acercaba menos a Prats, pero estuvo a punto de marcar en un lanzamiento de falta de Bilic que el
balear envió a córner casi milagrosa- mente, tirándose hasta la base del palo izquierdo de su portería. No obs- tante, tras el saque de esquina, gol de cabeza de Aguado. Demasiadas to- rres en el área —Bilic, Sundgren, Marcos Vales y Aguado— para tan pocos jugadores de altura béticos —Belenguer y Rivas—. Gudjonsson, detrás de Prats, a punto estuvo de evitar el tanto, pero la potencia del remate del central zaragocista jugó en su contra. Con el 0-1 mejoró el Betis, que con- troló el centro del campo gracias a la adaptación de Gudjonsson al agua, y empezó a jugar en diagonal buscan- do las bandas y luego el corazón del
área. Llegaron entonces las ocasio- nes, pero los disparos de Dani, Casta- ño, Denilson y Gudjonsson, o bien se iban fuera o bien carecían de la fuer- za suficiente para superar a Juanmi. El esfuerzo de los jugadores en es- ta media hora no se puede poner en duda. Pelearon contra un rival a la defensiva, contra un terreno de jue- go encharcado, contra un ambiente a veces hostil y a veces frío, y contra sí mismos. Pero lo cierto es que las limitaciones técnicas han emergido peligrosamente sobre la chispa, la ilusión y la fe de las primeras jorna- das. El Betis es ahora un equipo vul- gar en la Primera división. Y el sába- do, derbi...
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