PASION EN SEVILLA Nº 150 Octubre 2024

JAVIER COMAS

La Caridad pasando junto al monumento a El Pali en la Casa de la Moneda

los del palio en La Caridad y se marcó dos chicotás has ta el Arco del Postigo. Tanto la medalla como la insig nia de la hermandad se guardan hoy en el cápsula del tiempo que tiene su monumento frente a la Casa de la Moneda. Sus miércoles santos eran días señalaítos. Al morzaba en el bar Colón con la junta, cantaba sus fan dangos a la Piedad y a la Caridad y, posteriormente se unía a la cofradía acompañando a sus titulares. Nunca olvidaba pasarse por Blanco Cerrillo para darle un re fresco a su sobrino José Antonio Palacios, el guardián de su memoria. Por él me entero de que fueron Naran

jito y su tío, cantándole saetas a la Esperanza de Triana en la puerta de la capilla de Adriano, los que forjaron ese punto de encuentro espiritual y masivo entre tria neros y areneros. Siempre que lo necesitaron estuvo bien dispuesto para meter el hombro por su hermandad. Bien para cantar y costear la candelería y los varales de su palio, bien para apagar aquel incendio en la casa her mandad con cubos de agua hasta que llegaron los bom beros. Lo que nadie pudo apagar nunca fue el fuego de su fe. Quizás porque su Caridad siempre la entendió como un lirio blanco de Piedad…

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