Pasión en Córdoba 20230222

Azulejo de la Virgen de los Dolores, proyectado en 1924 e instalado en 1937

bre— el primer cartel oficial de la Semana Santa de Córdoba, pintado en 1944 en coincidencia con el estre- no de la Agrupación de Cofradías. Con la plata sobrante de esos medallones se iba a la- brar la cruz de guía que sustituía a la primera pieza, hue- ca y trasparente, iluminada con una lámpara interior de carburo. Hay que ubicarse en los primeros años 40 mientras se acuerda, sucesivamente, la realización del senatus y el personal estandarte de los niños con las campanitas, el ángel de orfebrería y el anagrama de ‘Cha- ritas’. Tampoco hay que olvidar las canastillas platea- das del paso, la confección de la nombrada bandera de Isabel y Fernando, los tabardos y las mazas de escolta, las inconfundibles bocinas y sus tres juegos de paños, el original cajón de cera ornamentado, los cojines bor- dados para portar atributos de la Pasión y hasta un jue- go de incensarios —proyectado en 1958— que da fe del trabajo ininterrumpido de Jaime Rodríguez Ritton en favor de la cofradía. La grafía regionalista se hace especialmente patente en la suntuosa y deslumbrante bandera de la Hermandad, bordada con profusión de oro y sedas de colores para real- zar la heráldica de la cofradía y de la ciudad. Una mirada calmada no tarda en encontrar algunas analogías con el trabajo de Recio del Rivero —otro pintor y diseñador de los talleres cerámicos—para la Esperanza de Triana. Como la mayoría de las piezas que sigue sacando el cortejo fue bordado por las madres adoratrices, que también partici- paron en la confección del personalísimo estandarte, es- trenado en 1944, en el que se hace un guiño mucho más nítido al historicismo renacentista. Los anales de la propia hermandad rubrican esa fide- lidad recogiendo la participación del diseñador al que se nombra como «colaborador» al ornamentar el pergami- no que se entregó al célebre deán de la catedral cordo- besa, don José Padilla, para certificar su nombramiento como Hermano Honorario en 1956. Para entonces —pese a su juventud como corporación penitencial— la herman- dad de la Caridad ya había logrado convertirse en un clá- sico de la Semana Santa de Córdoba. Pero hay que rein- cidir en el dato: para ello había sido necesaria la inven- ción de un universo estético reconocible y un grupo de personas providenciales entre las que se encontraba el pintor y diseñador sevillano, forjador de esa fachada or- namental que ya forma parte de la Semana Santa cordo- besa eterna. Jaime Rodríguez Ritton falleció en 1963, en la ciudad que había escogido como suya, en la que está enterrado. Su legado ha trascendido más que su firma. Por sus obras los conoceréis… De unos tardíos postulados regionalistas — el dragón, los ángeles, la traza ornamental de raíz renacentista— creó una cofradía original con guiños la historia

ROLDÁN SERRANO

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también servían para evocar toda una época y se adap- taban como un guante a la atmósfera temporal del pro- pio hospital del Potro —el mejor marco estético de la co- fradía en la calle— y hasta a los reyes que le dieron lus- tre en sus años fundacionales con especial acento en Isabel y Fernando, primeros motores de un imperio que era el sueño más recurrente de la llamada España nacio- nal. El pintor sevillano, en definitiva, iba a crear una co- fradía con aire de ejército onírico, reforzada con esos na- zarenos ataviados a modo de reyes de armas, revestidos con los tabardos heráldicos para escoltar el pendón de los Reyes Católicos con esas mazas de Herrera que se an- tojan a medio camino entre vara y arma. Su fecundo trabajo había comenzado con el diseño del primitivo paso, tallado por Genaro Álvarez de Mi- guel y completado con las esculturas de Ruiz Olmos y los valiosos medallones pasionistas de Aumente —in- cluidos en el paso actual de los Valverde, que rescata la impronta del anterior— y los faldones de las Adoratri- ces —estrenados en 1945— que hacen patente la parti- cular grafía regionalista de Rodríguez Ritton al que tam- bién se atribuye —continúa el rastro difuso de su nom-

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RODRÍGUEZ RITTON, EL RASTRO DIFUSO DE UN CREADOR

PASIÓN EN CÓRDOBA

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