Pasión en Córdoba 20230222

∑∑∑

de Gracia; Nuestra Señora de las Angustias, del de San Agustín; el Santo Sepulcro, del del Salvador, y la Virgen de los Dolores, de iglesia hospital del mismo nombre. Este es el mejor paso de cuantos se exhiben en nuestra capi- tal, si no por su mérito artístico por su lujo y magnificencia. La imagen predilecta de los cordobeses tiene dos valiosos mantos, uno ne- gro, que le regaló el Obispo de esta Diócesis don Juan Alfonso de Alburquerque, y otro azul, bordado y donado por varias señoras. Tam- bién posee riquísimas alhajas, entre ellas una

fasdfasdfasdSed semper bibendum justo, vel posuere nisi egestas id. Sed erat magna, mollis et aliquam

diadema de gran valor que le legó la señora Marquesa de Salazar». Es el amplio párra- fo que consagra a la Virgen de los Dolores, Señora de Cór- doba hoy y cuando De Mon- tis perfiló sus ‘Notas’. «En las comidas de las fa- milias modestas nunca fal- taba el potaje y se procuraba que fuera distinto cada vier- nes, recorriendo toda la es- cala, desde el de habas con hinojos, que puede conside- rarse el más humilde, hasta el de judías o habichuelas que constituye la aristocracia de los potajes. Siempre acom- pañaba a éstos, condimenta- do de mil modos distintos, el bacalao, comida de pobres en otros tiempos, hoy reser- vado exclusivamente para las mesas ricas, pues cuesta casi tanto como el jamón», deta- llaba en la nota titulada ‘La Cuaresma’, escrita en marzo de 1922. «Tal era la Cuares- ma en Córdoba antiguamen-

ARCHIVO ABC

te, en los tiempos felices en que estaban más arraigadas que hoy las creencias religiosas y no surgían los graves conflictos de la vida moderna», se lamentaba el autor. En abril de 1924 en ‘El Jueves Santo’ relataba que «los hor- telanos del pago de la Victoria iban a orar ante la imagen de Jesús que se veneraba en una capillita situada en la

puerta de Gallegos, la cual el Jueves Santo permanecía abierta toda la noche e iluminada profusamente; muchas personas visitaban la ermita del señor en el Pretorio y bastantes familias trasladábanse al santuario Scala Coe- li para velar al Santo Cristo de San Álvaro». También mencionaba que en el Santo Entierro iban el «Señor en el Huerto, Cristo amarrado a la Columna y Je- sús Caído, acompañados de sus hermandades de curti- dores, sastres y toreros; el Señor de Gracia, llamado vul- garmente el Cristo de los Esparragueros, el Santo Sepul- cro con su cofradía, formada por caballeros de la nobleza y la Virgen de los Dolores, radiante de hermosura, que enardece el entusiasmo religioso de los fieles y despier- ta la fe en los corazones donde se halle más dormida».

«La imagen predilecta de los cordobeses tiene dos valiosos mantos: el que le regaló el Obispo Alburquerque, y otro azul», comenta sobre la Virgen de los Dolores

74

EL LATIDO DE LA DEVOCIÓN POPULAR HACE MÁS DE UN SIGLO

PASIÓN EN CÓRDOBA

Made with FlippingBook - professional solution for displaying marketing and sales documents online