Pasion en Sevilla 143 marzo 2023

El final y el principio

POR EDUARDO BARBA

E l puente de Triana no es una recta. En realidad es un gran redondel, un círculo inmenso, el de la vida misma. Sus padres franceses legaron el arcano diseñando setenta y dos circunferencias bajo su tablero para que nos percatásemos de que así son los misterios de Dios, de que una cosa es lo que se ve y otra la verdad. El Viernes Santo es la más fiel repre sentación del mensaje cristiano: la vida no es un trazo derecho con punto de partida y llegada. Precisamente fue ese día de la primera luna llena de primavera, en 1974, cuando la estructura metálica sobre el Guadalqui vir y su madre la Esperanza avisaron de que cada bio grafía tiene altibajos y vibraciones, estruendos y mie dos. Aquella alarma fue una demostración palpable de que el viaducto de inspiración parisina no es más que nuestra propia existencia. Un camino crudo, con abo nos de pontazgo, real y necesario que carece de conclu sión y de inicio. ¿Dónde empieza el puente, en el Alto zano o en el Barranco? ¿Dónde acaba? Todas las res puestas son válidas. Y ninguna. El Viernes Santo de Sevilla no es sólo un rezo públi co bajo el más pasmoso clasicismo sino un trayecto que traslada a la creencia más ancestral, más esencial, más

pura. La muerte como inicio de la vida y la vida, de la muerte. Alfa y omega. El comienzo y el remate se fun den en la jornada cumbre de la Semana Santa. Por eso el Cachorro pasa primero exhalando su último aliento y sólo un rato después cubre la distancia entre orillas el Nazareno de la O con zancada firme siguiendo la es tela del crucificado y mostrando cómo la vida triunfa sobre la muerte por más cruces que haya que cargar. Igual que el Crismón de los primeros cristianos ense ñaba que el alfa y la omega formaban parte de un mis mo círculo que da sentido al universo, el Señor de Pe dro Roldán narra con su sólida y perturbadora marcha la victoria de un credo y tras él llegará su madre anun ciando que espera y nos espera una nueva vida. El eter no circuito y la fe de poder alcanzarlo, fundidos en las mismas horas. Por eso el círculo que dibuja la O es el sello lacrado en la carta que certifica la devoción de una ciudad. Y bajo una túnica morada encierra el significa do nuclear de la Pasión transformando la O en un re medo del Crismón de la misma forma en que el puen te de Triana lo es de la vida. El viernes es la muerte y el nacimiento. El principio y después el fin. El fin y luego el principio.

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22:30H

17:00H

19:45H

02:00H

18:00H

20:30H

00:00H

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