Pasion en Sevilla 144 junio 2023
Memoria
Monumento a El Pali
POR FRANCISCO ROBLES D Dicen que se llamaba Francisco Palacios, pero todo el mundo lo conocía por su nombre artístico: El Pali. Di cen que cantaba sevillanas, y fandangos de Huelva, pero el que tuvo la fortuna de escucharlo en directo sabe que el cante ni se presta, ni se da, solamente se comparte. Quien tiene la fortuna de poseerlo, conoce perfectamente que más pronto que tarde, las musas volanderas se instalarán en cualquier rincón del tiempo. Y que ahí quedó eso que llamamos el duende. O el pellizco… Para que se dieran cita allí mismo, hubo que llevarse el tiem po necesario para que todo discurriera a la perfección. La mano maestra e imaginera de Jesús Méndez Lastrucci, verdadero ar tífice de la obra, se puso a disposición de Ramón Vílchez, el hombre que ha hecho posible lo que muchos soñaron: ver a El Pali sentado a horcajadas en su silla, contemplando la vida con creta y ajena a los pisos turísticos que se daban cita en la calle desde la que veía el mundo pasar. Allí se citó con la ternura del Cristo de la Buena Muerte, con el imponente misterio del Baratillo, la Virgen de la Caridad, con el cuadro mágico que llamamos La Carretería. Fieles al rito y a la regla del reencuentro, se unirán más allá del sonido palpi tante del llamador, del eco que siempre dejan los tambores y las cornetas. Se oirá una copla desgarrada: por eso es la voz que había nacido del pueblo. Sonarán las sevillanas calladas, mu das, en silencio. Entonces, cuando los vencejos palpitantes les pongan su color a los cielos de Sevilla, una guitarra nos recor dará la brevedad del cante. Y se irán las notas al caudal que lle va la voz de don Francisco Palacios, más conocido como El Pali.
41
EL ÁLBUM DE LA SEMANA SANTA DE 2023
PASIÓN EN SEVILLA
Made with FlippingBook - professional solution for displaying marketing and sales documents online