Pasión en Sevilla Cuaresma 2023

La antigua Virgen del Patrocinio cruzando el puente de Triana pocos años antes del incendio que destruyó la imagen

E spaña estaba en la recta final de la dictadura. Dos días antes, el homólogo argentino de Fran- co, Lanusse, aterrizaba en Madrid en visita ofi- cial desde Buenos Aires; Pablo Picasso añoraba su legado en sus últimos días de vida y la mítica pelícu- la ‘El Golpe’ de George Roy estaba a punto de recibir el Óscar a mejor película del año. AC/DC acababa de na- cer como grupo musical y toda España cantaba aquel ‘Un beso y una flor’ sin saber que casi dos meses des- pués un accidente de coche se llevaría la vida y carrera de Nino Bravo por delante. ABBA triunfaba en el mun- do con su nuevo disco ‘Ring ring’ y Aerosmith sacaba a la luz el mítico álbum que lleva su propio nombre. Paul McCartney ya relanzaba su carrera en solitario y Sina- tra grababa su ‘Ol’Blue eyes is back’. Sevilla estaba a po- cas semanas de inaugurar el parque de Los Príncipes, el antiguo Mercado de la Encarnación sufría graves pro- blemas estructurales que iban a provocar su demolición en octubre y la Feria se terminaba de montar por pri- mera vez en el barrio de Los Remedios. En las cofradías, La Cena esperaba con ganas estrenar el nuevo paso que devolvía a la calle Señor de la Humildad y Paciencia treinta y siete años después y el Señor de la Resurrec- ción saldría aquel año por primera vez a la calle. En Tria- na, todo fue distinto. La ciudad se encogió un 26 de fe- brero de 1973, una fecha que nunca se le olvidará a la hermandad del Cachorro ni a nadie que lo vivió enton- ces. La Virgen del Patrocinio desaparecería en cada ce- niza derramada en el suelo del viejo arrabal en un in- cendio que partió en dos el alma de Sevilla y sus her- mandades. Esta es la historia de un recuerdo que permanece vivo, como esa llama del amor que nunca se ha apagado al final de la calle Castilla. El periodista José Joaquín León fue el gran cronista en vida de Luis Álvarez Duarte, autor de la Virgen del Patrocinio, que restituyó el vacío que dejó la imagen per- dida. En el libro ‘Álvarez Duarte, el niño imaginero’, (edi- torial Almuzara) narra la historia de una gesta que tuvo lugar hace 50 años. Del incendio a la vida Todo comenzó con aquel suceso que cambiaría para siempre la historia de la hermandad del Viernes Santo. El albañil Rafael Blanco Guillén vio salir humo del tem- plo, entró por un balcón y apartó los candeleros que ar-

dían para poder llegar al altar y salvar al Cachorro. Nada pudo hacer con la Virgen. Paco Herrero, que dirige la co- misión del aniversario, fue una de las primeras perso- nas en tocar con sus manos al Cachorro. Tenía solo 17 años. Aún recuerda el momento: «Me quemé las manos al tocarle las piernas. No puedo olvidarlo». La imagen

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PASIÓN EN SEVILLA

EL CACHORRO NUNCA MUERE

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