Pasión en Sevilla Cuaresma 2023

La foto histórica de Eugenio Borrego del boceto en barro que presentó Álvarez Duarte al Cachorro

bendecida, fueron a verla algunas personas, entre las que se encontraban el cantaor Ma- nolo Mairena y el periodista José Luis Mon- toya. Mairena le cantó la primera saeta, com- puesta por el cofrade José Mena Martagón, en el propio taller. La historia viaja ahora al 10 de abril de 1973 y el lugar: el puente de Triana. Allí se reunió un pequeño grupo de miembros de la junta de gobierno, junto a Luis y unos ami- gos del escultor, para tirar la mascarilla de terracota al río Guadalquivir, plena simbo- logía que hizo que «se destruyera el mode- lo para que nadie pudiera reproducir nun- ca jamás la cara de la Virgen del Patrocinio». León recuerda que «llegaron al puente de Triana por el lado de la capillita del Carmen, rezaron una salve y antes de llegar a la ter- cera farola, el escultor rompió la mascarilla con el mazo que había utilizado para tallar a la Virgen. El rostro quedó roto en varios trozos y lo tiraron al río. Al momento, se arrojaron unos claveles de color rosa del co- lor que luce cada Viernes Santo en su palio». Es Domingo de Ramos de 1973, 15 de abril, y la nueva Virgen del Patrocinio fue bende- cida por el cardenal José María Bueno Mon- real en tiempo récord desde aquel fatídico 26 de febrero de 1973. El Cristo de la Expi- ración presidía camarín aún dañado por el

fuego y sin restaurar por los Cruz Solís. Los asistentes nunca olvidaron la saeta que Antonio Mairena cantó de rodillas al Cachorro y a la Virgen del Patrocinio, la mis- ma que hiciera días antes en el estudio de Álvarez Duar- te: «Y no pudieron las llamas/ destruirte, Patrocinio,/que el corazón de Triana/ te ha devuelto a tus dominios/ igual de hermosa y gitana». Quedó entonces traspapelada la foto con los borda- dos de Olmo que ilustran la portada de este reportaje. Blanco y negro y color unidos en un mismo rostro. Poco después. Antonio Gala sentenciaría que Álvarez Duar- te era desde ese momento «el abuelo del Cachorro» por haber dado vida a su madre. Madre que renació de las llamas del recuerdo, de las manos de un joven que hoy ve desde el cielo el verdadero rostro del Cristo de la Ex- piración, cincuenta años después del día en el que Tria- na perdió el aliento para volver poco después a la vida

El 10 de abril se reunieron en el puente de Triana miembros de la junta de gobierno, junto a Luis y unos amigos del escultor, para tirar la mascarilla de terracota al río El Domingo de Ramos de 1973 se bendijo la nueva Virgen. Antonio Mairena se arrodilló ante el Cachorro y su madre para cantarle una saeta que quedará para la historia

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EL CACHORRO NUNCA MUERE

PASIÓN EN SEVILLAP

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