Pasión en Sevilla Cuaresma 2023

Cuatro hermanos mayores, dos pregoneros y un concejal José Luis Amoscótegui iba igualado aquella histórica tarde del Martes Santo de 1973 en el zanco trasero izquierdo. Desde el primer ensayo, la hermandad les proporcionó a los integran- tes de la cuadrilla las alpargatas, la faja y el costal. Algunos de los 36 hombres que esa tarde asombraron a Sevilla ya han partido a la Casa del Padre. Aquella cuadrilla estaba com- puesta de grandes cofrades: de la misma salieron dos pregone- ros de la Semana Santa (José

Primera cuadrilla de hermanos costaleros de la hermandad de los Estudiantes, al mando el mítico Salvador Dorado «El Penitente»

de la Peña de los Estudiantes, José León-Castro del Gran Poder, Ramón Castro de la Candelaria y el propio José Joaquín Gómez, de Santa Marta).

Joaquín Gómez y Enrique Henares), un concejal del

Ayuntamiento sevillano (José Luis Montoya) y cuatro herma- nos mayores (Antonio Gutiérrez

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tan grande, lo que yo no comprendía era por qué había que pagar a unos individuos para que sacaran a tu Cris- to y a tu Virgen. Empecé a tener muchas discusiones con mi padre sobre este asunto, pero él me decía que lo que yo proponía era algo impensable, que no se podía hacer porque el de costalero era un trabajomuy duro, reserva- do a gente acostumbrada a las tareas de carga y descar- ga del muelle o de los mercados. Me decía que me quita- ra la idea de la cabeza, pero yo la seguíamascullando. Los años finales de los 60 y principios de los 70 fueron los que terminaron por convencerme de que había que hacer algo para que la tradición de los costaleros no acabase. Me acuerdo que cuando vi la prueba del pasomecánico, aque- llo se movía de una formamuy irregular ymuy rara. Fue entonces cuandome dije quemi idea tenía que salir ade- lante sea como sea. Y, gracias a Dios, así fue. —Su idea es tildada en algunos sectores de descabella- da, pero lo cierto y verdad es que en Sevilla estaba em- pezando aflorar un problema serio de escasez de cos- taleros. — Sí, sí. Eso es algo que yo vi con mis propios ojos y viví en primera persona. Yo desde adolescente acompañaba los pasos desde la Catedral a sus templos. Entonces íba- mos 20 o 25 personas alrededor de los pasos, no como la bulla actual de ahora. Y como era aficionado y todos los pasos en aquella época llevaban los faldones levantados, pues yome asomaba debajo yme acuerdo, especialmen- te los Viernes Santos, de ver cuadrillas muy diezmadas a la vuelta, con la mitad de gente y con palos incluso va- cíos. Adelantaban quince metros, echaban el paso a tie-

rra y los costaleros se tenían que salir a descansar en los soportales de las casas a sentarse porque estaban destro- zados. Y así muchos viernes santos con todas las herman- dades. El culmen fue en 1972, cuando Montserrat tuvo que ceder una cuadrilla suya a la Soledad de San Buena- ventura porque los costaleros no se habían presentado. —La forma de llevar los pasos entonces también era muy distinta a la de ahora... — Ahora los pasos se van paseando todo el tiempo. Anti- guamente era sota, caballo y rey: un poquito de lucimien- to a la salida por el barrio, en la Campana por supuesto porque allí estaban todos los hermanos mayores, los ma- yordomos y los grandes cofrades, y luego un poquito en su barrio al entrar. Y si por el camino había una gran pro- pina, caso por ejemplo de algún hermano que tuviese su madre enferma y se acercase al capataz para soltarle 20.000 o 25.000 pesetas, pues se le hacía un trabajito. Pero era sota, caballo y rey. Lamayor parte del recorrido era al tambor y vámonos que nos vamos. Había dos cuadrillas en aquella época que se diferenciabanmucho: una, la de Salvador (El Penitente), porque Salvador ejercía el man- do y era una cuadrillamuy disciplinada; y la otra, que era una cuadrilla de artistas, la de los ratones, pero cuando estuviera Rafael (Franco) delante. En el momento en que faltaba Rafael a aquellos artistas no había quien los con- trolase, porque yo fui un añomandándoles y todavíame duele la cabeza. —Su idea dentro de la junta de gobierno tuvo una aco- gida dispar. Se examinan ventajas, inconvenientes, com- plicaciones y alternativas. Hay discusiones bizantinas.

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PASIÓN EN SEVILLA

EL CACHORRO NINCA MUERE

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