Pasión en Sevilla Cuaresma 2023

Memoria

Recuerden

Otro compañero que presumía de su amistad con Paco Santiago es Juan Miguel Vega, director de Canal Sur Radio. «Me parecía una buena persona. Un tipo sen- cillo y humilde, que no se daba importancia, y eso pro- vocaba que, en este mundo de fatuos, mucha gente tam- poco se la diera. Pero la tuvo, y mucha». Para Vega, es innegable que estábamos ante un innovador en el mun- do de la comunicación: «Nadie puede negar que fue un pionero en la divulgación, y hasta en el periodismo, aun- que él no fuera periodista. Se anticipó a todos los me- dios convencionales, sacándoles varios cuerpos y lus- tros de ventaja. En su momento, al principio, tal vez in- tentó arreglar lo que no tenía arreglo, y eso lo frustró un poco. Pero luego se entregó a lo esencial, y ahí creo que ya fue feliz. Como era buena gente, lo engañaron una vez, pero como no era tonto, no habría una segun- da». Nos habla también de sus gustos musicales, total- mente diferentes de lo que le pegaba a un tipo como él: «Tocaba la batería y le gustaba el heavy metal, que era de lo que yo hablaba con él cuando me lo encontraba en la Barqueta a las seis ymedia de lamañana, camino cada uno de su trabajo». Vega termina su alocución como debe, con la emoción sabiamente contenida por el com- pañero ausente: «Se ha ido demasiado pronto. Yo no sé si Sevilla lo echará de menos todo lo que debería, pero yo no lo olvidaré». Pasó la Nochebuena en Madrid, con la familia de So- nia, su compañera fiel, la mujer que se tragó acto tras acto. Su despedida fue en la parroquia de Santa María de las Flores, que cuida con mano amorosa Ignacio Ji- ménez Sánchez-Dalp. Allí se leyó un poema titulado ‘Re- cuerda’, del que es autor Paco. La mujer a la que va diri- gido se metió a monja, por lo que tuvo que renunciar a todo, menos a Dios. Sus versos lo dicen claramente: «Re- cuerda que yo estaré de tu alma poseído, / que nunca te olvidaré, / ¿cómo olvidar lo querido?». He aquí el prin- cipio del ‘Recuerden’. El final, solo lo conoce desde la hermenéutica del abismo Paco Santiago.

POR FRANCISCO ROBLES

R ecuerdo el día en que me llamó. Estábamos los dos en mil cosas, pero aquello era muy impor- tante para él. Iba a presentar el libro sobre su in- menso trabajo en la páginaweb de artesacro.org. Y lo iba a llamar con el nombre del género literario que él había creado: ‘Recuerden’. Puesme puse a hacer lomis- mo que ahora hago, a recordar todos los momentos que tuve la dicha de vivir con el inventor de todo esto. Recuer- do el texto que dije en el acto, convenientemente rancio como no podía ser de otramanera. La emoción estaba allí dentro. Y el orgullo de ser el presentador de aquel libro, cuyo autor se ha marchado de este mundo demasiado pronto. Teníamos los dos cincuenta y nueve años de edad. Se llama, se sigue llamando, Paco Santiago. Nos sirve Juan Alberto García Acevedo, integrante del equipo de artesacro.org, para centrar la ingente labor periodística de Paco, y su trágico final. Recibió con sor- presa el mal estado de salud, que iría agravándose. «A Paco lo conocían mucho y en todas las hermandades, así como en otras instituciones relacionadas con ellas, y era porque asistía a todo lo que pasaba en ellas: cul- tos, actos, presentaciones...». Acevedo pone el énfasis en la actitud dialogante de Santiago, no comprendida por ciertos personajes: «A veces, algunos se molestaban cuando daba alguna información, siempre contrastada, pero tratada con el máximo respeto». Sin embargo, Paco Santiago era firme defensor de la independencia, valor sin el cual no podría haber desarrollado su tarea: «Una de sus máximas era la siguiente: valemos más por lo que callamos, que por lo que contamos». Era hermano de la Exaltación, la Lanzada y la Pastora de Santa Marina. En septiembre de 2015 dijo que se marchaba, que había ter- minado su obra en el mundo de las cofradías. Y se fue. Sin decirlo más veces.

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EL CACHORRO NUNCA MUERE

PASIÓN EN SEVILLAP

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