QUIEN ES QUIEN EN CORDOBA 2024

Die g o Mo n tes Muñoz de Ve rg e r Director Gerente de Unieléctrica

Hoy nos encontramos a nivel global, nacional y local en pleno proceso de cambio. La sociedad ha visto reciente y palpablemente la necesidad de transformación

tipo, sino mejor. Y todo con una premi sa en la que insisto una y otra vez: El kilovatio hora más barato es aquel que no se consume. Hoy nos encontramos a nivel glo bal, nacional y local en pleno proceso de cambio. Centrándonos en la energía, que es de lo que entendemos mejor en la comercializadora Unieléctrica, la sociedad ha visto reciente y palpable mente la necesidad de transformación con la crisis de los precios mayoristas en Europa entre 2022 y 2023, con aque lla tormenta perfecta que supuso el cie rre del gas desde Rusia y el sabotaje del previsto gaseoducto Nord Stream I, como consecuencia de la Guerra de Ucrania; y la clausura del gaseoducto del Magreb, por cuestiones de fondo políticas a cuatro bandas entre España, Argelia, Marruecos y el Sahara. Europa fue más consciente que nunca en las últimas cinco décadas, desde la crisis del petróleo de 1973, de su debilidad y dependencia energética, con los hoga res (y, después, las comercializadoras independientes obligadas a reducir aún más los márgenes) como las primeras víctimas del aumento de precio mayo rista de la electricidad y el gas. Sin embargo, tras dos años la situa ción presente ya es muy distinta, quizá demasiado, como veremos más adelan te. La UE ha hecho acopio de recursos, especialmente Alemania en el capítulo de gas (prácticamente comienza este otoño con sus reservas completas para el invierno), unido a un fortísimo impulso para las renovables. Siguiendo con el ejemplo de Alemania, en enero se conocía que ya, y por primera vez, la mayoría de la producción pública ger mana de electricidad proviene de fuen tes limpias, nada menos que el 59,7% del total, un sorprendente 7,2% más que el año anterior y con una impor tante presencia del autoconsumo en el país.

de euros, con más de una decenas de comunidades energéticas en constitu ción en la provincia, a la vez que se dis paraba en general las iniciativas para autoconsumo con fotovoltaica. Pero, y retomando el símil del cuer po con la economía, este salto de las renovables ha tenido consecuencias en el sector eléctrico tan típicas como las del ‘estirón’ en el organismo de un adolescente. Así, y si los mercados de futuros venían trabajando con una estabilización mucho más lenta de los precios mayoristas hasta el 2030, ha habido días en 2024 los que el coste de la electricidad ha sido negativo, en buena parte gracias a las renovables. Pero todo ello a costa de hacer menos atractivas las energías limpias al con sumidor, paralizándose proyectos e incluso hipotecando el futuro de inicia tivas con renovables. Capítulo aparte está la necesidad de ampliar y extender la red eléctrica a nuevas y dispersas plantas por todo el territorio. Además, faltan puntos de recarga de baterías para los coches eléctricos (al menos tantos como los que obligarían ese horizonte 2035 de eliminación de los motores de combustión que implicará recablear las ciudades y una estrategia entre el Ministerio, los ayuntamientos y las empresas privadas) y hay dudas sobre el uso del hidrógeno verde como combustible del futuro, aunque parece más claro su papel como sistema de almacenamiento y para el transporte pesado. Estos son solo algunos de los retos, tanto a nivel local como global, ante los que nos enfrentamos. Desafíos que no deben desanimarnos sino impulsarnos a buscar unas soluciones en las que, también es cierto, la tecnología está siendo, y a buen seguro lo será en mayor medida, nuestra gran valedora en materia de abastecimiento de agua y energía y el transporte.

En España, el porcentaje de genera ción total con renovables superaba a principios de año el 50,3% , 8,1 puntos por encima del año anterior, y muy por encima ya de los objetivos para el 2030 fijados hace dos años por el Parlamento Europeo, a la vez que el Gobierno plan tea con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) metas más ambiciosas al añadir otros 102.500 MW de potencia instalada de renovables, movilizando una inversión de 294.000 millones de euros y un crecimiento de empleo de 522.000 puestos de trabajo para 2030. En ámbitos más reducidos, la segunda comunidad autónoma con mayor demanda y producción eléctrica, Andalucía, también generaba a princi pios de este año, y por primera vez, más de la mitad de la energía eléctrica en su territorio con fuentes renovables. Mientras que en Córdoba, es otro ejem plo, ya en el 2023 los proyectos en trá mite sobre fotovoltaica suponían una inversión prevista de casi mil millones

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