Quién es Quién en Sevilla 2022
Gonzalo Guillén Director General de Acesur
La agroindustria alimentaria tiene un papel estratégico para España. En 2021 se incrementaron un 11% las exportaciones
el apoyo privado hacia las personas que están siendo más afectadas eco- nómicamente por las diferentes si- tuaciones que estamos viviendo. Un sector muy comprometido con el apo- yo en forma de alimentos, de aporta- ciones económicas, y de ayudas a la formación o la inserción al mercado laboral. Seguir avanzando Ahora es el mejor momento para que la cadena alimentaria demuestre unidad y empatía, para que trabajemos juntos productores, industriales y distribu- ción en poner en valor los productos que llegan al consumidor cumpliendo los más altos estándares de calidad. Es imprescindible que cada paso de la cadena se dé de forma viable, con ren- tabilidad, sin que esto sea un impedi- mento para que el consumidor se en- cuentre un buen producto a un precio competitivo. En estos tiempos de inestabilidad, con la inseguridad que supone la pre- visión de pérdida de poder adquisitivo de los hogares, es más necesario que nunca un buen entendimiento entre el sector privado y las Administraciones públicas, que un exceso de regulación no suponga trabas que nos mermen en un mercado mundial en el que compe- timos con empresas de todos los rin- cones del planeta. Es fundamental seguir avanzando, no caer en la desidia que provoca el am- biente de negatividad que nos rodea, y caminar convencidos de que, en Espa- ña, la industria agroalimentaria está en su mejor momento. Nunca hemos trabajado con niveles de calidad tan al- tos como los actuales ni nunca hemos estado más reconocidos en el resto del mundo como lo estamos ahora. Pero al mismo tiempo, debemos exigir a nuestras Administraciones públicas mayor responsabilidad y evi- tar políticas cortoplacistas. Una mejo- ra urgente de la gestión y política del agua que facilite la generación de ri- queza y garantice producciones y pro- ductividad en nuestros campos, unas mejores infraestructuras con nuevas y necesarias inversiones públicas, y una mayor empatía con los inversores pri- vados.
puesto el dato en el centro de la toma de decisiones y ganado con la automa- tización de procesos. Seguimos siendo un importante foco de contratación y, además, cada vez ofrecemos empleos de mayor valor añadido. La innovación es el camino. Invertir en innovación también es invertir en diferenciarse y en anticiparse a las ne- cesidades del mercado. Innovar en me- jores procesos para obtener tus produc- tos o en darle al consumidor productos que respondan a lo que pide: salud, ra- pidez, comodidad, sofisticación… Inno- var es ganar, aunque con la condición de que los resultados los obtienes en el medio y en el largo plazo. No es suficiente con producir de for- ma eficiente. Ahora, en alimentación, es imprescindible innovar con produc- tos que el consumidor percibe como de valor añadido: nuevos sabores, ricos en antioxidantes o bajos en calorías. La brújula de necesidades y preferencias del consumidor está en constante evo- lución y es importante mantener una escucha permanente y ser proactivos. La innovación es un generador de valor y de seguridad. Por ejemplo, el proyecto Easy Taste, llevado a cabo por Acesur, que es un complemento «digital» que añade «inteligencia artificial» al tradi- cional panel test o cata organoléptica — que tanta inseguridad jurídica provoca al sector del aceite de oliva— con el que hemos ganado en rapidez, precisión y hemos reducido costes. Mirando al mundo La agroindustria alimentaria tiene un papel estratégico para España. En 2021 se incrementó en un 11% el volumen de exportaciones españolas, si bien la Unión Europea sigue siendo el principal destino de nuestros productos, cada vez somos más relevantes en otros desti- nos, como Estados Unidos o Asia. So- mos los cuartos mayores exportadores agroalimentarios en la Unión Europea y los octavos del mundo. Las marcas españolas están ejerciendo de grandes exponentes de lo que se hace en nuestro país; auténticos embajadores fuera de nuestras fronteras. La internacionalización ha dejado de ser un plus para hacerse imprescindible. En determinados sectores el mercado
nacional está maduro y fuera de nues- tras fronteras encontramos oportuni- dades. Por el hoy y por el mañana Tenemos plena conciencia de que nues- tra actividad productiva puede incidir en el medio ambiente. Según un estudio elaborado por BBVA y publicado en el mes de junio, los españoles anteponen la urgencia de reducir los efectos del cambio climático al crecimiento econó- mico. Y esta inquietud por nuestro pla- neta está mucho más acentuada entre los más jóvenes. Para la agroindustria, el concepto de eficiencia productiva incluye que esta sea sostenible. Ya es una exigencia para nosotros el disminuir las emisiones, ganar en autosuficiencia energética aumentando el peso de las renovables, el uso de la biomasa como combusti- ble, la valorización de los subproductos consolidando un proceso de economía circular, el tratamiento y reutilización de aguas residuales, contar con pro- veedores locales o producir envases y materiales auxiliares reciclables o di- rectamente elaborados con materiales reciclados. En cada paso que damos te- nemos en mente que éste no perjudique a nuestro planeta y que las generacio- nes venideras tengan un mejor lugar en el que vivir. Un enfoque social Este es un sector con un enfoque glo- bal pero que cuida de su entorno, como está quedando de manifiesto con todo
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