Revista GURMÉ Córdoba verano 2020

ENTREVISTA

Comerse

Elena Rojano Soriano, jefa de cocina de Taberna Casa Bravo las palabras

Rocío Górriz Fotos: Rafael Merina

Al hacer la compra siempre olvida… Siempre se me olvida justo lo que iba a comprar. ¡Pero a mala cabeza, buenos pies! Vuelvo sobre mis pasos o bien mando a alguien de mi familia o equipo a completar la compra. Puestos a maridar, ¿con qué no se casa usted? Lo que más me molesta es la falta de orden: que vaya a coger algo y no esté en su sitio. También me ponen enferma la falta de respeto y, por supuesto, de limpieza. En su mesa nunca falta… Una buena telera cordobesa. ¿Asar, freír o cocer? Yo soy de sofreír primero. Y luego asar o cocer pero lo que más me gusta es el horno. De todas las especias de la cocina, ¿cuál se llevaría a una isla desierta? El comino. Su bocadillo favorito es de… Me muero por un buen bocadillo de calamares con mahonesa de huevo hecha en casa. También me encanta el de lomo con pimientos, salsa verde y tomate rosa de Alcolea. A usted, ¿de qué le dan la lata? Me suelen preguntar por recetas e intentan sonsa- carme el truco de mis aliños. Sobre todo los que incorporo a la sangre y al menudillo. También des- pierta mucha curiosidad el hecho de si las croquetas

¿Quién es?

Elena Rojano Soriano (Palma de Mallorca, 17 de febrero de 1973). Toda su vida ha estado vinculada a Casa Bravo. Primero gracias a sus padres, que estu- vieron al frente de esta famosa taberna ubicada en plena Puerta de Almodóvar. Muchos años después, sería ella junto a su marido quienes reabrieran el negocio y retomaran, con brío, las riendas del mismo. Mientras tanto, completó el Grado Superior de Administración y Finanzas y estuvo vinculada al mundo empresarial. Pero en su mente siempre estuvo el deseo de volver a la que había sido su segunda casa, y que se ha con- vertido en un templo del cante y el buen comer de la ciudad, que conquista tanto a turistas como a cordobeses.

TABERNA CASA BRAVO Calle Puerta de Almodóvar, s/n & 615 181 415 i

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