Sevilla Mucho por Descubrir
35 /// SEVILLA, MUCHO POR DESCUBRIR
BAJO GUADALQUIVIR
Municipios Las Cabezas de San Juan, El Cuervo de Sevilla, Dos Hermanas, Lebrija, Los Molares, Los Palacios y Villafranca, Utrera, El Palmar de Troya Territorio Altitud sobre el nivel del mar 346 Metros Extensión total: 1633,6 Km² Porcentaje de superficie provincial: 11,63 %
Bajo Guadalquivir
En Los Molares es posible «ir al pasado» en su Feria de la Seda
El Tomate de Los Palacios es toda una referencia en la zona
Municipios como Lebrija albergan importantes construcciones como esta Iglesia de Santa María de la Oliva, conocida como «La Giraldilla»
COMARCA DEL BAJO GUADALQUIVIR
Sabor e historia en la comarca del gran río
La riqueza ecológica de esta zona puede verse en lugares como la Laguna de El Palmar de Troya
so natural del río. El resultado ha sido un paraje natural, una zona húmeda de gran impor- tancia para las aves y con una rica vegetación acuática. Es Zona de Especial Protección para las Aves, un área de una gran riqueza ecológica. Se trata además de una comar- ca propicia para la realización de deportes al aire libre. Para disfrutar tanto de la natu- raleza como del turismo activo hay por la comarca un gran nú- mero de cortijos rehabilitados como alojamientos rurales, que envuelven de encanto la estancia en la comarca. Cuna del Flamenco El caballo y el toro, vinculados a las actividades agrícolas de la zona, son dos de los sím- bolos del Bajo Guadalquivir. Así como el flamenco una de las señas de identidad de esta tierra. De hecho, es tierra de grandes artistas y escenario de eventos como el Potaje Gitano de Utrera, la Caracolá Lebrija- na, el Festival de la Yerbabuena de las Cabezas de San Juan…
El Bajo Guadalquivir agrupa a unos municipios con ricos recursos naturales y una vida que gira junto a la ribera de su río
De la huerta El recetario de esta comarca está marca- do por la riqueza de sus materias primas siendo el tomate uno de sus grandes exponentes (el conocido tomate de Los Palacios): platos con ingredientes de la huerta como ensaladas, picadillos, ga- zpachos, guisos o salsas para sus carnes. El arroz, muy presente también, prota- goniza algunos de los platos más famo- sos de estas tierras, sin olvidarnos de la aceituna gordal, una variedad típica de la zona.
C uando empiezan a vis- lumbrarse los primeros signos de la desemboca- dura del Guadalquivir, en esa zona de marismas se ubica la comarca del Bajo Guadalquivir. Siete municipios cuya historia y desarrollo va ineludiblemen- te ligada al del río cuyas aguas baña esta tierra. Su ubicación y su cercanía a aeropuertos como los de Jerez o la capital hispa- lense, la convierten en una co- marca con excelentes comuni- caciones, siendo una de las más destacadas de la provincia. Numerosas civilizaciones se han asentado desde la anti- güedad en estas tierras, como demuestran los yacimientos
encontrados en zonas como la Haza de la Torre, Santa Lucía, el Arroyo de la Molineta o el Canal de Guadalcacín. En época tarte- sia experimentó un desarrollo gracias al comercio de metales preciosos que se estableció con los fenicios. Los romanos y los visigodos también dejaron sus huellas en estos municipios. Pero sin lugar a dudas una de las civilizaciones que más huella dejó en estas tierras fue la mu- sulmana. Aún puede observarse el legado árabe en los restos de fortalezas, castillos y recintos amurallados que se encuentran repartidos por los municipios de estas comarcas. Tras la reconquista cristiana,
fue la arquitectura religiosa la que experimentó un auténtico «boom». Por ello no es de extra- ñar que en algunas de las igle- sias de esta comarca puedan encontrarse auténticas obras de arte gótico y mudéjar. Pero tras el descubrimiento de América fue quizás cuando la comarca del Bajo Guadalquivir alcanza su punto álgido en la his- toria. Las relaciones comerciales que se establecieron con las In- dias convirtió al Guadalquivir en el gran río. Así que esta zona en la vía de llegada y salida de nu- merosas mercancías. Es enton- ces cuando en estos municipios
comienzan a construirse hermo- sos templos, palacios y casas se- ñoriales. En todos ellos se ven las huellas del renacimiento pero también del barroco posterior. El visitante puede perderse por todas estas construcciones e in- cluso seguir una ruta que le lleve por los castillos de la comarca. Naturaleza viva La unión del río y la mano del hombre, que ha modificado el cauce natural del Guadalqui- vir, ha configurado la natura- leza de la zona. Con la idea de ganar terrenos de cultivo el hombre ha modificado el cur-
La historia ha dejado su huella en estos municipios con un rico patrimonio
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