ESPECIAL PASIÓN EN CÓRDOBA 2022
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bablemente fuesen más. En su día se adquirieron para hacer ver desde la distancia que todo era normal y que la Virgen permanecía enjoyada, cuando todo lo de valor se encontraba reunido a buen recaudo en una caja fuerte del Banco de España. Allí se llevaron durante la Segunda Re- pública, el 11 de mayo de 1931, ante el temor de que des- truyesen y desvalijaran cuanto pudieran hallar. De hecho llegaron a incendiar la puerta. De cada pieza se tiene un archivo en el que suele figu- rar la época y procedencia, aunque en las de hace más tiempo a veces no hay datos registrados. El archivo de la hermandad de los Dolores es de los más completos, sub- raya José María Herrero, con tres siglos de antigüedad: «300 años de la vida de Córdoba a diario». Da fe por ejem- plo de cómo se comportaron las tropas napoleónicas ante la puerta de la iglesia. La utilización de cada joya tam- bién consta en acta y queda contemplado en cada archi- vo. La elección y uso de las alhajas depende de las ca- lores es la única dolorosa en el marco de la religiosidad popular española, andaluza y cordobesa que recibe alha- jas de sus devotos. Las imá- genes dolorosas nunca han entrado en la dinámica de la donación de joyas. Las ma- yores colecciones correspon- den a advocaciones de glo- ria: la Virgen de Guadalupe de Cáceres y la del Pilar, y las patronas de cada pueblo, como la Virgen de Araceli y la de la Sierra. Las alhajas más longevas que se conser- van de la Virgen de los Do- lores se remontan al siglo XIX. De esta época son las primeras que recibió. Pero también posiblemente tuviese alguna del XVIII, no se sabe si donada en ese mismo siglo o en el XIX, como ocurre con el gran broche de Redel, que se hizo a finales del XIX con piezas anteriores reutilizadas. Con indepen- dencia de cómo las luciera o de cómo las tuviera, «el pa- dre del alhajamiento de la Virgen de los Dolores, como en tantas otras cosas, es Ángel Redel», subraya Jesús Cabre- ra, hermano de los Dolores y estudioso de la cofradía. Re- del fue capellán de la iglesia, director del hospital y con- siliario de la hermandad en las dos últimas décadas del siglo XIX. Se fue de los Dolores en torno a 1903. A él se debe el desarrollo de la sillería del coro, el órgano, el re- tablo y la decoración pictórica del templo. También ‘hija’ mareras y también a veces la familia de los donantes lo recuerda. «Se van cambian- do», matiza Herrero. Nuestra Señora de los Do-
El padre del proceso de alhajamiento de la Virgen de los Dolores, como de tantos otros aspectos, es Ángel Redel, capellán de la iglesia de San Jacinto y director del hospital
No es habitual que las dolorosas reciban joyas de sus devotos, lo que sí es muy corriente entre las grandes imágenes devocionales de gloria en España
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EL JOYERO DE LA VIRGEN DE LOS DOLORES
PASIÓN EN CÓRDOBA
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