ESPECIAL PASIÓN EN CÓRDOBA 2022

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trabajo en la España de Felipe IV. La urna que había ser- vido para albergar una imagen de Cristo llevaba aho- ra el cuerpo de un hombre y se quedó la cripta de la familia en la parroquia de la Asunción de El Carpio. En las cuentas de su archivo están los gastos para adaptarla a la carroza que fue desde Madrid a El Car- pio. Allí estaban cuando murió el hijo del valido en el año 1687 y hubo que hacer la liquidación de las rentas y posesiones. Fue uno de los bienes que no se vendió «por su especial consideración religiosa y familiar». Aquella urna, en un estilo arquitectónico propio de la época que está entre el manierismo y el primer barroco,

permaneció en El Carpio y la imagen para la que se había hecho siguió en Madrid. En 1629 hay testimonios de que el Señor estaba dentro de una urna, pero aquellas obras que lomantenían sin culto no ter- minaron hasta mucho des- pués. Tuvo altar desde el año 1701, según la investigación de Julián Hurtado de Molina, y los siguientes escritores lo encontraron solo. El ilustrado Antonio Ponz reunió en su obra ‘Viaje de España’ un inventario de las obras que habían pertene- cido a la Compañía de Jesús, entonces suprimida tras su expulsión de España por Carlos III, y encontró que el Señor y su urna se habían encargado en 1627 a Grego- rio Fernández para el tras- lado de la Casa Profesa a un nuevo templo. Otro estudioso, Juan Aga- pito y Revilla, incluso criti- có la postura en la que esta-

ba estaba el Señor, sin urna y de frente, porque había percibido que estaba hecho para admirarse de perfil, igual que sucede ahora. Con la Desamortización, el Cris- to Yacente pasó por varias iglesias de Madrid, hasta que en 1922 lo reclamó, por su gran valor, el Museo del Prado, que once años después lo cedió al Museo Nacio- nal de Escultura, donde ahora es una de las obras ca- pitales. Los historiadores del arte no tienen dudas de su auto- ría y el único documento, aunque sea tangencial, lo avala: el 6 de marzo de 1627 Diego de la Peña y Jerónimo de Ca- labria se obligaron a encarnar y dorar dos Cristos en el Se- pulcro con sus urnas «a contento y satisfacción de la Casa Profesa de la Compañía de Jesús». Uno, el de Madrid, que-

dó sin urna, y el otro, con ella, está ahora en la iglesia de San Miguel y San Julián de Valladolid. ¿Qué pasó mientras con la urna que estaba en El Car- pio? La Casa de Alba, en la que se había integrado el Marquesado de El Carpio en el siglo XVIII, se llevó los restos de don Luis de Haro en 1909 a una iglesia de Ma- La urna quedó en la localidad y en 1967, sin saber su autoría, se consiguió de la Casa de Alba la cesión para llevar al Señor Yacente en la procesión del Viernes Santo

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UNA URNA DE GREGORIO FERNÁNDEZ PARA TRES CUERPOS

PASIÓN EN CÓRDOBA